Me quedo sentada unos momentos, tratando de asimilar todo lo que acabo de vivir, pero cuando miro hacia la dirección en la que se fue Sarah, me doy cuenta de que sigo en medio del bosque, asi que me levanto rápidamente. Parece que tenía razón, he recuperado toda mi fuerza, supongo que ahora... viviré a base de sangre. Pero ¿cómo lo haré? No puedo esconderlo para siempre, y si el pueblo lo descubre, podrían desterrarme como a Winifred o incluso algo peor...
Camino en la dirección opuesta a la que tomó Sarah. Aunque me dijo que estamos en las afueras, no veo ni casas ni personas, así que supongo que no estamos tan cerca del pueblo como parecía.
Después de caminar un rato, finalmente puedo ver el pueblo a lo lejos, empiezo a correr, y cuando llego, veo a Will afuera con mis padres. Se ven asustados. Corro más rápido y, cuando me ven, sus rostros se llenan de sorpresa.
—T/n, cariño —dice mi mamá mientras me abraza, llorando. Mi papá se une y, con la voz temblorosa, añade— Hija, creímos que te habíamos perdido.
Mis padres me llevan adentro de la casa que comparto con Will y me ayudan a sentarme, y mi mamá, notando lo pálida que estoy, dice:
—Cariño, te voy a preparar algo de comer.
Asiento con la cabeza mientras Will se arrodilla a mi lado, tomando mis manos.
—Lo siento, T/n. En serio lo siento. No debí dejarte ir al bosque prohibido —empieza a sollozar—. Es mi culpa, se ve que la pasaste mal, pero estoy tan feliz de que estés aquí.
Le aprieto las manos y trato de calmarlo.
—No, Will, no fue tu culpa, fui yo quien tuvo la idea, y dadas las circunstancias, era necesario. No te preocupes, solo estoy... un poco agotada —digo, esbozando una sonrisa forzada.
Mi mamá me sirve la comida; luce apetitosa, sin embargo, en cuanto la pruebo, mi cuerpo la rechaza de inmediato, me levanto y corro hacia una cubeta, donde vomito todo, mis padres se miran preocupados mientras Will me ayuda a limpiar.
—Cariño, sé que debes haber pasado por muchas cosas, pero necesitas comer —dice mi mamá con los ojos brillantes, al borde de las lágrimas.
—No te preocupes, madre, estoy muy cansada, tal vez por eso no tengo hambre —digo, bajando la mirada.
Mi papá interviene, tratando de tranquilizarla.
—Sí, tiene razón. Quizá necesita descansar y procesar todo. —Luego se dirige a mí— Hija, ve a descansar. Llévate el té a tu habitación, pero mañana necesitamos que nos cuentes lo que pasó.
Asiento. Mi papá me da un abrazo, seguido de mi mamá, quien me besa en la mejilla y me da su bendición. Los veo salir de la casa y suspiro.
Will se acerca de nuevo.
—T/n, ve a descansar. Yo me encargo de limpiar.
Asiento, pero hay algo que no puedo dejar pasar, así que le pregunto:
—Will, ¿cuánto tiempo estuve... fuera?
Él me mira, suspira, y parece que va a volver a llorar.
—Desapareciste un día completo, desde que me fui, no supe nada de ti hasta que apareciste. Te contaré más mañana, pero por ahora, ve a descansar. —Me da una sonrisa reconfortante y me abraza—. Te amo, T/n, no quiero perderte nunca, te prometo que te protegeré más de ahora en adelante.
Es triste. Will siempre ha sido tan cariñoso, y esta situación ha marcado un cambio para él, pero, por más que lo intente, no puedo corresponderle, solo siento amistad y aprecio sincero por él.
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Bajo la Luna de Salem (Sarah Sanderson X Lectora)
RandomSalem guarda más secretos de los que cualquiera imagina. En medio de un romance inesperado y una maldición permanente, una joven se encuentra atrapada en este juego peligroso. Hay mucho en riesgo y llegó tu amor en el peor momento. ¿Podrás sobrevivi...