Sarah me mira con curiosidad y luego me besa. Es un momento cálido en medio de la tensión, pero el tiempo corre en nuestra contra. Me separo suavemente, devolviéndole una sonrisa.
—¿Sabes? Creo que sería una buena idea molestar a esos adolescentes con Mary por lo que dijieron. Si logras que uno de ellos vomite o tenga alguna reacción, serás libre de hacer conmigo lo que quieras.
Los ojos de Sarah se iluminan con emoción mientras enreda un dedo en mi cabello.
—¿Lo que quiera? —pregunta, su tono lleno de insinuación.
—Sí, Sarah. Ahora ve —le digo con un guiño.
Con una sonrisa entusiasmada, Sarah se une a Mary mientras empiezan a molestar a Jay y Ice.
De repente, escucho el sonido de un auto acercándose, me asomo por la ventana y veo a Max y Allison llegar. Mi mente trabaja rápido mientras decido actuar. Sin que las Sanderson lo noten, salgo sigilosamente de la casa.
—Chicos, tengo un plan —les digo mientras los veo empezar a moverse.
—Nosotros también —responde Allison, con una mirada decidida— Vamos a sacar a Dani engañándolas, haciendo que crean que ya está amaneciendo.
—Bien, creo que puedo apegarme a su plan. Mientras ustedes las distraen, yo me encargaré de Dani, la desato y libero a Thackery, mientras ustedes las mantienen ocupadas —Ellos se miran entre sí y asienten.
Entro silenciosamente en la cabaña, y la escena que encuentro me llena de tensión: las Sanderson están tratando de forzar a Dani a abrir la boca, mientras le golpea el pie a Sarah. Hago una señal urgente a Max para que entre, ya que Winifred se está acercando con la poción.
Me aparto rápidamente de la puerta para dejarle espacio a Max.
—¡Prepárense a morir... otra vez! —dice Max con una sonrisa confiada, tratando de hacer una amenaza, pero su tono se siente más como una broma.
Las Sanderson se giran hacia Max, intercambiando palabras con él mientras mi atención se dirige a la poción. Decido actuar rápido: tomo un frasco vacío y, con cuidado, lo lleno un poco con la poción antes de cerrarlo y guardarlo entre los libros de Winifred.
Luego me acerco al saco que contiene a Thackery, lo tomo lentamente y le susurro en voz baja que no diga nada, después me acerco a Dani, pero las Sanderson siguen cerca, vigilando cada movimiento de Max.
En ese momento, escucho el silbido de Max y la cabaña se ilumina, las Sanderson, alarmadas, se retuercen creyendo que el sol ya está apareciendo, aprovecho el caos para agacharme rápidamente y desatar a Dani. Después, la libero por completo, y, con un suspiro de alivio, libero a Thackery.
Me acerco a la entrada, mientras calculo cada segundo. Veo que Max está agarrando un par de tenis de esos molestos adolescentes, y se dirige al caldero con una mirada seria. Mi pulso se acelera cuando veo lo que está a punto de hacer: derrama la poción del caldero. Mis ojos se abren con sorpresa y sacudo la cabeza, intentando mantener la calma mientras me acerco a la puerta y salgo.
—¡Corran, váyanse! —les grito mientras los veo subirse apresurados a la camioneta.
Con un último vistazo hacia ellos, me apresuro a regresar a la cabaña. Me agacho frente a un estante, tratando de fingir que el supuesto sol me ha dañado.
Escucho el rugido del motor de la camioneta alejándose y, justo cuando me tranquilizo un poco, veo que las Sanderson empiezan a moverse.
—Estoy viva —dice Sarah, su voz llena alegría mientras escucho los quejidos de Winifred, que parece estar recobrando el sentido.
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Bajo la Luna de Salem (Sarah Sanderson X Lectora)
RandomSalem guarda más secretos de los que cualquiera imagina. En medio de un romance inesperado y una maldición permanente, una joven se encuentra atrapada en este juego peligroso. Hay mucho en riesgo y llegó tu amor en el peor momento. ¿Podrás sobrevivi...