Mira con Nostalgia mi Reflejo

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Después de dejar el libro en la cabaña de las Sanderson, mi reputación en el pueblo aumentó. Elijah y el señor Binx comentaron que traté de ayudar a Emily y Thackery, y el reverendo, agradecido, elogió mi apoyo. Dijo que, por mi audacia y valentía, mandarían dejar mi historia en los libros de Salem, y hasta me apodaron "La salvadora de Salem". Pero si supieran la verdad...

Han pasado días desde la última vez que vine a la cabaña de las Sanderson. Esta noche, me escabullí de nuevo, y al entrar, noto que todo sigue igual, como lo dejé la última vez, incluso el libro permanece en su sitio. 

Subo las escaleras y encuentro una puerta; debe ser una habitación de las hermanas. La abro, y me encuentro con un pequeño cuarto, bien distribuido, donde tres camas ocupan distintos puntos de la habitación y cada una tiene un color característico: verde, rojo y un tono rosado casi morado, representando a cada una de ellas. Supongo que debido a lo pequeña que es la cabaña, compartían habitación.

Camino por la habitación hasta llegar a la cama de Sarah. Me siento y empiezo a pensar en ella. Me doy cuenta de que todo el afecto que solía mostrarme me gustaba más de lo que creía. Sin embargo, no tenía la suficiente confianza para devolverlo. Con Will, es diferente: él también me muestra cariño, pero no me hace sentir cómoda, ni siquiera me agrada de verdad.

Luego, pienso en su "relación" con Billy. Según la propia Sarah, solo intentaba darme celos, y en cierta forma lo logró. Nunca me sentí cómoda viéndolos juntos. Al principio, pensé que era por mi incomodidad con las muestras de afecto, pero ahora sé que era porque no soportaba ver a Sarah siendo cariñosa con alguien más. Y esos besos... Sarah es realmente buena besando, transmite una emoción que jamás sentí con nadie más.

Mis pensamientos se interrumpen cuando escucho un frasco caer al suelo, me sobresalto y, con cautela, me asomo desde donde estoy. Al instante, veo al gato negro hurgando entre las cosas. Es Thackery. Bajo lentamente hacia él.

—Hola, Thackery —saludo, sin esperar una respuesta. Él solo me observa en silencio.

—¿Estás enojado conmigo? —le pregunto, sentándome en el suelo y apoyándome contra la mesa. Thackery parece entenderme y niega con la cabeza, acercándose a mi lado.

—Gracias, Thackery. Quiero que sepas que realmente no tuve nada que ver con lo que hicieron las Sanderson. Winifred también me hechizó, y no pude resistirme... pero nunca traje a Emily. Incluso intenté enfrentarme a ellas. Ya me disculpé con tu padre; él cree que las Sanderson te hicieron desaparecer.

Thackery levanta una pata y la coloca en mi pierna, como si intentara decirme algo.

—No puedo decirle que eres un gato, Thackery —suspiro—. Me tomarían por loca, e incluso podrían colgarme, pero te aseguro que ahora estamos solos tú y yo —le sonrío con tristeza y le acaricio la cabeza.

—Thackery, yo también estoy condenada a vivir eternamente... y no es por un hechizo de Winifred —me detengo un momento antes de continuar—. Un vampiro me mordió y en el proceso me convertí en uno de ellos. Llevo ya casi tres años con esta condición y he tratado de sobrevivir de la forma más discreta posible aquí en Salem. Ha sido difícil, pero te juro que nunca he lastimado a ningún animal querido por alguien, mucho menos a una persona. Así que, no temas. Ahora tú y yo... somos algo parecido.

Le sonrío, y él me observa con esos ojos profundos. Le acaricio la cabeza y ronronea suavemente, como si entendiera que, de alguna forma, estamos juntos en esta eternidad compartida.

—Tal vez pueda enseñarte a cazar como yo —le digo, mirándolo fijamente—. Necesitas aprender a sobrevivir por tu cuenta.

Thackery asiente en silencio.

—Bien, creo que sería una buena idea empezar ahora. Pareces muerto de hambre —digo, levantándome del lugar donde estaba sentada.

Antes de salir, me detengo y le hablo de nuevo:

—Oh, y, Thackery... —él me observa con atención— creo que es mejor que te quedes en la cabaña. Aquí estarás mucho más seguro que en el pueblo. No te preocupes, trataré de venir una o dos veces por semana. Además, me gusta la tranquilidad de este lugar.

Él parece comprender, y sin más palabras, salimos de la cabaña. Durante el resto de la noche, le enseño a Thackery los pasos básicos para cazar y valerse por sí mismo.

Bajo la Luna de Salem (Sarah Sanderson X Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora