La Tirana Del Norte (G!P) MeenBabe

Planes

POV: Meena Chatamonchai

-Charlotte.

Dije su nombre en voz altas en el momento que la observé yendo directamente hacia la salida de la habitación. Mis comisuras instintivamente se elevaron en el momento que pude observar la forma en que sus hombros se habían tensado tras oírme, que divertida reacción, pensé mientras que me mantenía en mi sitio viendo atentamente la manera en que ella se giraba permitiendo que sus oscuros ojos castaños se encontraran directamente con los míos, a pesar de que era evidente como se estaba sintiendo, de todas formas tuvo el suficiente valor como para poder sostener mi mirada sin despegar su atención de mis facciones, aunque no fue capaz de ocultar con total satisfacción aquel pavor que la envolvía: daba la impresión de que estaba haciendo su mejor esfuerzo por no morir hacia otra dirección. Durante todo ese instante mantuvo los labios sellados y el cuerpo completamente rígido en su sitio, no voy a comerte, pensé divertida de toda esta situación. Sin mucho interés decidí recargar todo mi peso en mi pie derecho para así poder descansar mi espalda, este repentino movimiento la sorprendió, bruscamente el cuerpo de Charlotte se tensó siendo lo suficientemente rápido para dejar en evidencia la manera en que la saliva había sido deslizada por su garganta.

Aunque daba la impresión de que se echaría a llorar en cualquier momento, grande fue mi sorpresa el notarla apretando sus puños para luego simplemente volver a enderezar su espalda permitiendo de esa manera que nuestros ojos continuaran manteniendo el tranquilo contacto.

-... ¿Sí?- preguntó en un hilo de voz lo suficientemente suave para ser difícil de entender.

Mantuve la calma, esperando otra reacción por su parte, pero Charlotte ni siquiera parecía querer hacer el mínimo intento de tratar de mirar por sobre mis hombros a aquellos cuerpos que seguían estando recostados sobre el suelo a esperas de ser dignamente sepultados: cosa que claramente no ocurriría. Solo para molestarla decidí agachar mi mirada observando como por debajo de mis pies la sangre ya había llegado, se volverá pegajoso si no salgo de aquí, pensé elevando mi pie para notar como la sangre lentamente había comenzado a transformarse en aquella viscosidad tan propia de la muerte. Por mera curiosidad alcé mi mirada notando lo pálida que estaba mi acompañante.

No pude evitar alzar mis cejas ante la sorpresa que estaba sintiendo por notar la manera en que ella se estaba comportando, era tan impropia de su naturaleza o por lo menos de lo que yo conocía y recordaba que era completamente incapaz de poder ocultar mi diversión.

¿Dónde quedo la Santa que no dudaba en decir lo que pensaba? ¿Acaso esto realmente fue demasiado para ella?, me cuestioné genuinamente sorprendida de haber logrado el quebrarla, es patético, pensé mientras que recargaba la húmeda caja contra una de mis caderas, permitiéndome de esa manera el poder tener mayor movilidad a la hora de guardar mi ensangrentada espada, esto comienza a emitir olor, es desagradable, tras notar su propia incomodidad no pude evitar el perderme en mis propios pensamientos mientras que mi nariz lentamente comenzaba a arrugarse ante el hedor a sangre que emitía tanto mi ropa como lo que estaba sosteniendo.

-... ¿Duquesa?

Rápidamente ella me llamó provocando que instintivamente mi atención volviese a recaer sobre sus facciones. Decidí guardar silencio, por lo menos durante los primeros minutos notando como ella era incapaz de ocultar su miedo, ¿Para que me llamas si vas a reaccionar de esta manera?, me cuestioné con mis orbes sosteniendo tranquilamente de las suyas. Aun cuando era evidente lo mal que lo estaba pasando, ella aun estaba haciendo su mejor esfuerzo por evitar el quebrarse, o por lo menos estaba intentando el no romperse con totalidad, tal parece que aun conserva algo de ego, así que entreabrí los labios soltando un suave suspiro.