¿Amor?

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POV: Narrador Omnisciente

Tras el pedido de la castaña Meena no le quedó de otra más que mantenerse en silencio deslizando tranquilamente sus dedos sobre la espalda desnuda de su acompañante a la vez que escuchaba atentamente como ella tomaba una grande, pero temblorosa bocanada de aire que dejaba en evidencia lo doloroso que debía estar siendo toda esta situación para ella. Meena creyó por un momento que tan solo se mantendrían en esa posición hasta que una de las dos decidiera dar finalizada la unión, pero para su sorpresa Aoom se aventuró inclinando su cintura en dirección del cuerpo de la más alta provocando que el asfixiante miembro ajeno se tensara alrededor de sus paredes. Meena estuvo tentada en mover sus caderas para volver a dejar su miembro hundido en el interior de la castaña, pero en el momento que escuchó aquel suave quejido lastimoso por parte de su esposa hizo su mejor esfuerzo para mantenerse quieta; no le quedó de otra más que apretar con fuerza sus dientes entre sí sintiendo como las venas en su cuello resaltaban ante la presión que estaba ejerciendo para detener el impulso estúpido de querer chocar sus caderas con las de su amante.

La unión que se suponía que debía ser agradable y pasional se estaba convirtiendo en una situación dolorosa, ambas lo estaban pasando mal, pero ninguna de las dos daba la impresión de querer detenerse, así que continuaron estando en la misma posición; Aoom sobre Meena, permitiendo de esa forma que la castaña encajara sus dedos sobre los hombros de su amante haciendo su mejor esfuerzo por no romperse a llorar ante lo apretado que estaba su entrepierna mientras que la gran Duquesa tan solo continuaba acariciando su espalda queriendo poder distraerla de esa forma, pero Aoom parecía estar siendo muy consciente de lo que ocurría entre sus piernas.

Meena irguió su cabeza observando con preocupación como la castaña cerraba sus párpados haciendo todo lo posible por retener sus lágrimas. Realmente estuvo tentada en parar toda esa situación, pero Aoom parecía ser capaz de leer sus pensamientos ya que rápidamente se inclinó presionando toscamente sus labios contra los suyos. En todo momento la pelinegra mantuvo su vista fija en las expresiones lastimosas que su esposa estaba realizando mientras que devoraba su boca sin pudor alguno, francamente ella estaba sorprendida de que, a pesar de todo el dolor que debía estar padeciendo, aún mayor del que en sí, ella misma sentía, de todas formas no era suficiente para hacer que se alejara de su cuerpo, así que decidió estar a su mismo nivel entreabriendo sus labios para así permitir que la lengua de su acompañante invadiera su cavidad. Fue una lucha agresiva, sus dientes chocaban entre sí a la vez que los jadeos llenaban la boca de la otra demostrando de esa forma cuan emocionante estaba siendo para ambas. Meena se entusiasmó ante la idea de poder ir más allá así que simplemente apretó sus brazos alrededor de la espalda de la castaña tratando de fundirse con ella mientras que Aoom simplemente gimoteaba deslizando su lengua sobre su labio para luego regresar a su boca queriendo tocar cada parte de ella.

La castaña con fuerza aterró sus dedos sobre los hombros de la pelinegra queriendo poder mantener la estabilidad de su cuerpo mientras que ésta simplemente presionaba sus palmas sobre su nuca y espalda queriendo mantenerla adherida contra su torso. El beso entre ambas cada vez aumentaba en nivel, la fuerza con la que sus lenguas se acariciaban y los jadeos por culpa de la perdida de aliento que continuamente se mezclaban entre sí provocaron que tanto Aoom como Meena olvidaran tan solo por un momento el dolor que sentían bajo sus cinturas. Con la piel ardiendo ante el deseo por ir más allá, la castaña nuevamente se aventuró elevando su cintura hasta sentir como el pene de su acompañante por poco se salía de su cavidad, Meena estuvo tentada en romper el beso para cuestionar si estaba bien, pero fue gratamente sorprendida al sentir como su acompañante lentamente comenzaba a deslizarse hasta quedar su trasero nuevamente adherido contra sus caderas. La sensación que ambas experimentaron provocó que una explosión de quejidos y jadeos llenaran la boca de la otra; a pesar de que Aoom en su primera vida ya había experimentado el vasto mundo del sexo, sí que es verdad que esta era la primera vez que sentía tantas cosas, o quizás el hecho de que estuviese con Meena marcaba la diferencia, en cambio la pelinegra no tenía ni la menor idea de lo que estaba sucediendo, ni siquiera podía explicar lo que sentía. Lo único que tenía claro es que no quería que esto se detuviera y eso le preocupaba porque no sabía si sería capaz de seguir manteniendo la calma. De forma instintiva Meena llevó sus manos esta vez en dirección de los muslos de su acompañante, a pesar de que solo estaban tanteando el terreno a ver si ambas estaban preparadas, ella ya había dejado en claro con la simple presión de sus palmas que quería llevar el control de la situación.

La Tirana Del Norte (G!P) MeenBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora