En Busca De Un Culpable

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POV: Narrador Omnisciente

Habían transcurrido exactamente una semana desde que Aoom y Seungwang habían sido envenenados, durante todo ese tiempo Meena se rehusó por completo a abandonar la habitación donde se encontraba alojada su familia sin dar mayores explicaciones del por qué, aunque claro, realmente no había que ser un genio para comprender el por qué de sus acciones. En un principio, sobre todo los primeros días, Chai no había estado muy de acuerdo con la drástica decisión que había tomado su ama, él creía que a pesar de todo seguía siendo la Gran Duquesa y como tal, debía hacer cosas correspondientes a su titulo que no podía simplemente postergar, pero cuando notó el estado que se encontraba, dejó de lado su idea de que trabajara y simplemente se preocupó por su salud ya que Meena desde el tercer día había dejado de comer y dormir como correspondía; la pelinegra usó prácticamente todo su tiempo a estar sentada a un costado de la cama con sus manos agarrando firmemente la tibia palma de su esposa en un vano intento por conseguir que ella despertara. En más de una ocasión Chai trató de persuadirla, de hacerle entender que su estado tampoco ayudaría a que Aoom despertase, pero Meena estaba cegada con la idea de permanecer junto a su esposa, así que no le quedó de otra más que trasladar el escritorio de la pelinegra desde el despacho hacia su habitación junto con una pequeña cama para que pudiese descansar como correspondía; solo haciendo eso Meena fue capaz de cumplir con su labor de cabeza familiar.

Durante esos últimos siete y desolados días Charlotte se había encargado de reforzar su poder curativo sobre los cuerpos de Seungwang y Aoom tratando de asegurarse de que la falta de agua y comida no pudiese debilitar aún más el estado en que se encontraba. Rápidamente Chai se pudo dar cuenta que se había creado un nuevo problema; cada vez que la Santa ingresaba en la habitación para cerciorarse de que tanto madre como hijo estuviesen bien, Meena no dudaba en detener lo que sea que estuviese haciendo para enfocar su mirada en lo que la castaña estaba realizando. En cada uno de esos momentos, sin importar cuantas veces Charlotte ingresara en la habitación, Meena mantenía la misma esperanza: de que su familia despertara. En más de una ocasión Chai se vio en la obligación de tener que golpear suavemente el borde de la mesa para así poder llamar su atención, pero Meena realmente no estaba interesada en los deberes del Norte.

Al segundo día del inesperado secuestro de la joven Santa, esta amablemente decidió enviar una carta dirigida tanto a la Santa iglesia como al mismísimo Rey Karts afirmando el haberse marchado por su propia voluntad y que estaba completamente bien bajo los cuidados de la Duquesa del Norte. Charlotte tomó la decisión de enviar la carta netamente porque sabía que las imprudentes acciones realizadas por Meena serían más que suficientes para que el Imperio y la iglesia tuviesen una excusa valida a la hora de atacar el Norte: a pesar de que la gran Duquesa se caracterizaba por demostrar ser superior a cualquier otro caballero, ella sabía que no podría ganar si el Rey y el templo tomaban la decisión de unir fuerza. Me debes una, pensó tras notar como la pelinegra recibía la respuesta del Reino.

Ahora bien, la noche había caído y el sueño lentamente trataba de tumbar el cuerpo de la gran Duquesa, pero esta se negaba a sacar su cabeza de la pila de papeles que tenía en su posición; tenía la intención de terminar de una buena vez para poder enfocarse netamente en el cuidado de su familia. En silencio comenzó a releer la información sin estar muy interesada en que condición estaba los límites del Norte, a pesar de que quería proteger a su gente, en estos momento su cabeza no podía evitar el priorizar a su familia. Su mano se movía con rapidez a la hora de responder las cartas, las sellaba con la misma velocidad y las posaba sobre la pequeña caja que Chai luego, en la mañana, se dedicaba a tomar y enviar a través de todo el Norte con ayuda de los pájaros especializados en envíos. Estaba haciendo su mejor esfuerzo por enfocarse en lo que debía hacer, por esa misma razón no pudo evitar el irritarse al oír unos suaves toques provenientes de la puerta.

La Tirana Del Norte (G!P) MeenBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora