POV: Narrador Omnisciente
Somchai estaba cabalgando lo más rápido que podía, sintiendo en todo momento la forma en que el gélido clima lastimaba sin parar tanto sus mejillas como su cuello expuesto dejando en evidencia uno que otro pequeño hilo de sangre deslizándose suavemente por su sonrojada piel. Desde su ancha espalda se podía apreciar una pequeña melena negra sobresaliendo de uno de sus hombros, se trataba del cuerpo prácticamente inerte de su capitana quién estaba firmemente amarrada contra su anatomía; gracias al hecho de que él era mucho más grande que ella, el cuerpo de la Duquesa estaba siendo bien protegido de aquel tormentoso invierno. La tarde lentamente caía sobre los ojos asustados del caballero quién seguía en todo momento agitando las riendas de su caballo para aumentar aún más la velocidad que llevaba desde que partió en dirección del Ducado. Somchai no se vio en la necesidad de dar un vistazo a su lado, podía escuchar la pesada respiración proveniente del animal de su ama; este había estado corriendo a su lado desde que subió a la Duquesa sobre el lomo de su mascota. Francamente, esta era la primera vez que el caballo de la Gran Duquesa se tomaba la molestia de acercarse a uno de los caballeros, y quizás gracias a eso, supo de inmediato que algo no estaba yendo del todo bien. Salvaste la vida de tu amo, pensó dándole tan solo un rápido vistazo viendo atentamente como el vaho se desprendía tanto de su hocico como de su nariz indicando con esa simple acción que estaba aguantando muy bien el frío de la tarde.
El cuerpo de Somchai se tensó en el momento que sintió unas fuertes manos agarrando específicamente su delgada cintura masculina, instintivamente el chico miró hacia atrás notando aquellos fríos ojos rojizos por parte de la Gran Duquesa mirando fijamente su aturdida expresión; notar el repentino contacto visual casi lo hizo perder el equilibrio, así que debió regresar su atención hacia el frente mientras que sostenía con fuerza las riendas alrededor de sus palmas. Tuvo la intención de preguntar si se encontraba mejor, pero para su sorpresa no tardó nada en sentir como ella presionaba su frente contra su hombro izquierdo indicando con esa simple acción que era completamente incapaz de poder mantenerse consciente, por favor siga luchando, suplicó en el interior de sus pensamientos a la vez que sentía como la ansiedad acariciaba maliciosamente tras su nuca. Somchai no podía dejar de pensar en el hecho de que a pesar que le había brindado una poción curativa, la cual, cerró gran parte de sus heridas, el maná seguía sin recuperarse, por ende, en estos momentos el cuerpo de la Gran Duquesa estaba básicamente luchando contra su propio núcleo para impedir que este la devorase viva.
Mientras que Somchai estaba haciendo todo lo que estaba en sus manos para trasladar a su capitán de la manera más segura posible, en el Ducado ya habían hecho acto de presencia los caballeros de la Gran Duquesa. En un completo silencio los chicos descendieron de sus imponentes caballos negros mientras que el frío invierno abrazaba sus enormes anatomías. Sus presencias fácilmente hacían temblar a los empleados del lugar, y ellos eran conscientes de ese pequeño detalle, así que no dudaron en caminar hacia el interior de la mansión notando el desastre que estaba siendo el lugar.
-La capitana matará a mucha gente esta noche- comentó Changbin mientras que mantenía su espada en una de sus manos en señal de usarla si es que lo veía estrictamente necesario -... Esto es un maldito desastre- confesó observando como los muebles estaban esparcido en el lugar; todo indicaba que habían tratado de tomarse el Ducado -Malditos idiotas... ¿Realmente desean morir?- cuestionó con los dientes apretados mientras que el más alto del grupo, o sea, Chanyeol simplemente pasaba por su lado observando sin mucho interés el oscuro lugar.
-Si no encontramos a la Gran Duquesa antes de la llegada de la capitán, los empleados no serán los únicos que morirán esta noche- aclaró Preeda mientras que caminaba rápidamente por el pasillo en busca de aquella mujer de ojos verde que había visto rondando por el Ducado en el último mes -Será mejor que nos dividamos, traigan pociones con ustedes, ella no puede salir herida- ordenó notando cómo los chicos sin siquiera dudar de sus palabras decidían asentir con su cabeza para comenzar a dividirse en el interior del enorme lugar -¡Quién la encuentre primero llévenla hacía el salón principal, ahí será nuestra zona de seguridad!- optó el papel que le correspondía a su capitán, pero los chicos confiaban en sus palabras, así que simplemente acataron la orden.
ESTÁS LEYENDO
La Tirana Del Norte (G!P) MeenBabe
DiversosElla era una mujer fría como el clima de sus tierras. No tenía emociones, y el desapego emocional era lo suficientemente grande para ser considerado un problema. Los rumores dicen que estaba maldita, era de conocimiento público que nació con una mal...