Variables

43 7 0
                                    

POV: Aoom Chatamonchai

Había transcurrido una semana, exactamente siento sesenta y ocho horas desde que observé como mi esposa había tomado la decisión de marcharse yendo directamente a la guerra sin siquiera molestarse en tratar de darme un vistazo. Tan arrogante e indiferente como siempre lo había sido desde el primer día en que nos habíamos conocido, Meena simplemente decidió caminar hacia donde el caballo que tranquilamente le esperaba, lo acarició en un completo silencio como si se estuviese asegurando de que este estuviese en las mejores condiciones para verdad es que aun puedo sentir esas emociones; esa sensación sofocante, ese malestar emocional que golpeaba sin parar en la base de mi cabeza, como si los recuerdos de mi vida anterior estuviesen dando vueltas en mi interior, advirtiéndome que las cosas podrían salir mal, igual a como lo había sido en el pasado. Recuerdo negarme el parpadear, no quería perderme ni un solo segundo de lo que estaba sucediendo frente a mí. La observé subiendo hacia el lomo del animal, desde mi posición podía notar lo grande que se veía ante la gruesa capa que caía desde sus anchos hombros hacia el trasero del caballo. Instintivamente di un paso hacia adelante tras percatarme de como había comenzado a moverse. A pesar de que me moría de gana de gritarle que por favor se devolviera, de exigirle que tan solo permaneciera a mi lado, que fuésemos felices en lo más profundo del norte, las palabras jamás se atrevieron a brotar de mi garganta, y no es que tuviese algún problema que me impidiese el expresarme con plena libertad, sino más bien, mi propio cuerpo decidió rechazar la idea de pedirle que se quedase, tal vez porque sabia que ella solo estaba haciendo su mejor esfuerzo por tratar de mantenernos a salvado, quizás porque era consciente de que lo que podría llegar a suceder si se quedaba.

Me aterraba que mi egoísmo la pudiese llevar a la perdición.

Al final, manteniendo esa desgarradora sensación complemente fija en el centro de mi pecho, pude observar cómo Meena tranquilamente se marchaba llevándose consigo gran parte de mi corazón.

Debo confesar que por un segundo realmente tuve la tonta creencia de que sería capaz de sobrellevarlo, pero la realidad me golpeó de frente, con una brutal violencia. Fue agobiante el simple hecho de entender que, con el pasar de los días más notorio se volvía su ausencia, empeorando a cada segundo mis complicadas emociones. Quise creer que se debía a los terribles años que había vivido bajo su ausencia, me aferré a la idea de pensar que tan solo estaba recordando aquellas sensaciones que tuve en mi vida anterior cuando ella estuvo lejos de mi, como había tratado de rellanar tontamente su atención con la atención de alguien más. Obviamente no había repetido mi mismo actuar, claramente no sería capaz de engañar nuevamente a mi esposa, no porque tuviese miedo a las represalias, sino más bien porque ya sabía que nadie podría llenar el lugar que ella cruelmente había dejado disponible.

Francamente hice mi mejor esfuerzo por tratar de ocultar como realmente me estaba sintiendo, como seguía estando a cargo del cuidado de Seungwang no debía por nada del mundo permitir que él notase lo mal que lo estaba pasando, porque sabía que no tardaría en preocuparse; era demasiado pequeño para estar lleno de preocupaciones, sobre todo preocupado por mi estabilidad emocional.

Él solo debía crecer como un niño fuerte y lleno de amor, como cualquier otro niño más.

-Duquesa.

Bruscamente parpadee notando lo que estaba sosteniendo a través de mis dedos. Confundida decidí alzar mi mirada notando como la Santa estaba apoyada en el marco de la puerta con sus ojos castaños completamente enfocados en mi aturdida expresión.

-¿Estas bien?- rápidamente rellenó el silencio que yo había causado, consiguiendo con mi cabeza -¿Esa es una carta de la capital?- cuestionó tratando de hacerme hablar provocando que yo tan solo agachase mi mirada enfocando nuevamente mi atención hacia el papel que tenía en mi disposición.

La Tirana Del Norte (G!P) MeenBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora