Habían pasado dos semanas y media desde el accidente. El dolor seguía presente, pero ya no era tan asfixiante como al principio. Me repetía a diario que mis padres no querrían verme así, hundida en la tristeza. Pensar que estaban en un lugar mejor me ayudaba a calmar mi corazón, aunque las secuelas de su ausencia aún estaban conmigo.
Lando había sido mi mayor apoyo durante todo este tiempo, igual que Franco y su familia. Por eso, cuando Franco me sugirió una salida con su familia, pensé que sería una buena oportunidad para respirar un poco y recordar a mis padres de una forma más ligera, más bonita.
Una comida con recuerdos
Fuimos a un restaurante típico en Buenos Aires, uno que a mis padres les encantaba. La familia de Franco nos recibió con los brazos abiertos, como siempre. La mesa estaba llena de platos tradicionales: empanadas, locro y, por supuesto, un buen asado.
Mientras comíamos, los padres de Franco comenzaron a compartir anécdotas de mis padres.
—¿Te acordás cuando tu mamá hizo ese pastel para mi cumpleaños? —dijo la mamá de Franco, riendo con ternura. —La pobre casi incendia la cocina porque se olvidó de apagar el horno.
—¡Ay, sí! —respondí, riendo entre lágrimas. —Ella siempre decía que no era la mejor cocinera, pero hacía todo con tanto amor que ni importaba.
Lando escuchaba atentamente, sonriendo mientras tomaba mi mano por debajo de la mesa.
—Tus padres suenan como personas increíbles —dijo, mirándome con dulzura.
—Lo eran —respondí, apretando su mano.
La conversación siguió con más historias, risas y lágrimas compartidas. Era un momento de sanación, uno que me hacía sentir un poco más cerca de ellos.
Un tour por Buenos Aires
Después de la comida, Franco y yo decidimos llevar a Lando a recorrer la ciudad. Empezamos en el barrio de San Telmo, donde las calles empedradas y los mercados de antigüedades capturaron su atención.
—Esto es increíble —dijo Lando, observando a un grupo de bailarines de tango en la plaza. —Es como estar en una película.
Franco rió. —Te falta aprender a bailar tango, Norris. Si vas a estar con Jenny, tenés que saber al menos un paso básico.
—¿Es un requisito? —preguntó Lando, mirándome divertido.
—Definitivamente —respondí, sonriendo.
Luego lo llevamos a La Boca, donde las coloridas casas de Caminito lo dejaron fascinado. Lando sacó su celular para tomar fotos, asegurándose de incluirnos a mí y a Franco en algunas.
—¿Sabías que estas casas las pintaban con la pintura que sobraba de los barcos? —le conté mientras caminábamos.
—No tenía idea, pero tiene sentido —respondió, observando los colores vibrantes. —Es hermoso.
Terminamos el recorrido en Puerto Madero, donde nos sentamos junto al río a disfrutar de un helado.
—Buenos Aires es una ciudad increíble —dijo Lando, mirando el paisaje. —Gracias por traerme aquí.
—Gracias a vos por venir —respondí, apoyando mi cabeza en su hombro.
Franco, siempre el bromista, interrumpió el momento. —Che, Jenny, no te olvidés que soy yo el que hizo este tour posible. Lando debería agradecerme a mí.
Todos reímos, sintiendo cómo la atmósfera se llenaba de calidez. Era un día tranquilo, lleno de pequeños momentos que me recordaban que, aunque la vida podía ser cruel, también podía ser hermosa.
al final del día
Esa noche, mientras estábamos en el apartamento, me senté junto a Lando en el sofá, recordando todo lo que habíamos vivido durante el día.
—Gracias por estar conmigo, Lando. Por no dejarme sola en todo esto —dije, mirándolo a los ojos.
Él me tomó la mano y la besó suavemente. —Siempre voy a estar aquí para ti, Jenny. No importa qué pase, no voy a dejarte.
Lo abracé, dejando que su calidez me reconfortara. Por primera vez en semanas, sentí que las cosas podían mejorar, que la vida podía seguir adelante, y que, con las personas que amaba a mi lado, podía enfrentar cualquier cosa.
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Sassy Pilot x Lando Norris +18❤️🔥
FanfictionÉl es un piloto que enciende pasiones dentro y fuera de la pista. Con una sonrisa cautivadora y una mirada que desarma, sabe el efecto que tiene en los demás... y lo disfruta. Pero cuando te conoce, algo cambia. Tú no eres como el resto; no caes en...