«Capítulo 30» Siempre voy a querer más de ti.

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-Llegamos.-Richard se bajó rápidamente del auto y me abrió la puerta.

Me extendió su mano y la tomé sintiendo como una corriente eléctrica recorría todo mi brazo.

-Gracias.-Le dije soltándolo.-Fue... Agradable pasar tiempo con ustedes.-Le tomé la mano y la apreté suavemente.

Richard miraba mi mano que estaba sobre la suya, apenada la retiré, pero antes de que pudiera retirarla por completo Richard la volvió a tomar, solo que esta vez entrelazó nuestros dedos, ambos mirábamos nuestras manos unidas, se veían perfectas y graciosas, mi mano era más pequeña en comparación con la suya, pero al parecer encajaban a la perfección.

-Debo entrar.-Dije intentando soltarme.

-Deberías.-Afirmó mis palabras.

-Otra vez gracias y espero podamos conservar una amistad... Claro, si tu quieres.-Mis mejillas se sentían tibias a causa de su penetrante mirada que estaba sobre mí.

-Siempre voy a querer más de ti.-Acarició mi mejilla suavemente.-Pero por ti esperaré el tiempo necesario.-Sus labios presionaban ligeramente los míos.

Un compás lento y tierno era el que seguían nuestros labios, mis manos situadas detrás de su cuello jugaban suavemente con el cabello de su nuca, mientras que sus manos acariciaban de manera tierna mi mejilla y cintura; el aire comenzaba a ser faltante en los pulmones de ambos, por lo que tuvimos que separarnos, nuestras respiraciones eran irregulares, el rubor de mis mejillas había incrementado, lo sé porque Richard sonrió de manera engreída y tierna.

-Te veré mañana.-Depósito un último beso corto en mis labios sonriéndome.

-Si... Está bien.-Me alejé de él caminando lentamente a la reja de la casa.

Presioné un botón en la pequeña computadora y a los pocos segundos se abrió la reja dándome paso.

Entré lentamente y antes de seguir avanzando volteé a ver a Richard quien me veía hasta el momento en que las rejas se cerraron alejándome de él y recordándome lo que me esperaba dentro.

Con una de sus manos se despidió a distancia haciéndome sonreír, tímida le devolví el gesto y corrí hacia la entrada.

Iba subiendo los últimos escalones cuando la puerta se abrió de repente dejándome ver a Shannon quien traía ojeras.

-Entra.-Su voz dura me hizo sentir intimidada.

Sin protestar caminé en dirección a su habitación, ella venía detrás de mí, no sabía que iba a ser así de horrible hablar con ella, es decir, esperaba que fuera malo pero no tanto.

La habitación estaba como siempre, solo que con la excepción de que la cama aún no estaba hecha; Shannon caminó hasta la cama y se sentó sobre ella cruzándose de brazos mirándome fijamente.

-Supongo que por lo menos valió la pena que no haya dormido nada en toda la noche.-Habló fulminándome con la mirada.-Quiero saber con cual de los seis la perdiste.-Mis ojos se abrieron como platos al oír aquello, creo que en ese momento todo el posible color que hubiera habido en mi rostro se esfumó por completo.

-No hice eso.-Dije dirigiéndome a la ventana esperando que Richard siguiera ahí.

Pero no era así.

-Pues que perdida de tiempo.-Dijo ella caminando hacia mi.-Yo hubiera aprovechado todas esas horas.

Se supone que Shannon tiene que darme buenos consejos, no regaños por seguir siendo virgen.

-Como sea.-Me encogí de hombros.-Tengo algo que decirte.-Ella me miraba extrañada.

-¡Habla ya que me caga estar esperando!-Creo que brinque a causa del susto, algo que la hizo relajarse.

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ░ღT E M P T A T I O Nღ░Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒღ{R.Z.K.}{R+} {Terminada} {EDITANDO}ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora