«Su lindo rostro y su bello cuerpo son solo perfección, su inocencia es su debilidad, ella es especial.
Ella siempre se resiste a él y se rehúsa a estar cerca de él y aunque no lo admita y diga lo contrario en el fondo lo desea.
Todo es una prueba...
La noche anterior fue... la noche más rara de mi vida, hice cosas que nunca antes me hubiera atrevido a hacer, como por ejemplo hablar en una pequeña entrevista, posar para fotos, hablar mucho con personas famosas... y por ultimo pero no menos importante, lucir lencería provocativa en público.
FÂDEL KARÎM no se despegó ni un segundo de mí, por el contrario, es como si estuviera adherido a mi persona. Richard no lucía muy feliz, pero no había mucho que hacer, FÂDEL KARÎM no pensaba dejarme sola.
Justo después de que Richard se fuera a su habitación, me quedé pensando en la situación en la que me he visto envuelta a su alrededor. No era absolutamente normal todo lo que estaba haciendo, yo NO hacía nada de lo que he hecho, ni siquiera me atrevía a mentirle a mis padres sobre algo, y desde que conocí a Richard les he mentido un par de veces, aunque no cuentan del todo como mentiras porque aun así, recibí mi castigo. Pero la culpa me ha acosado de un momento a otro.
Hasta llegar al puto de cuestionarme, ¿que estoy haciendo en este momento con mi vida?
En cuanto estoy completamente lista por la mañana, reviso por última vez mi atuendo que consistía en un una blusa... o top de manga larga color blanco que dejaba solo un poco de la piel de mi vientre al descubierto, un pantalón color vino y un par de tacones beige, además de unos accesorios discretos como aretes y dos cadenas de oro, una pequeña y una más grande.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me veía decente, no muy llamativa, ni muy sencilla. Mi atuendo debía de ser suficiente para mantenerme al margen de todos.
Bajo las grandes escaleras y hago mi recorrido a la cocina, pero en el living encuentro a todos, y cuando digo a todos, es a TODOS, aunque exceptuando a FÂDEL KARÎM II.
Mis padres, mis abuelos, mis tíos, mis primos... y los seis gigantes, que lucían solo un poco incómodos entre tanta gente desconocida.
Vaya, quien lo diría, seis hombres a los que he visto cómodos entre una multitud, ahora no lo estaban, por lo menos no del todo.
— ¡HUSAIN!—El abuelo FÂDEL KARÎM se levantó de su sitio con los brazos extendidos, arrojó una revista a un montón que había en el centro y se dirigió hacia mí para darme un abrazo. —jmye almajallat walssuhuf tatahaddath eink! (¡Todas las revistas y periódicos están hablando sobre ti!)—Dijo emocionado, era una pena que su emoción no fuera compartida por mí, pero podía ser disimulada con una sonrisa. —tuma. hdha llak.(Toma. Es para ti.)—Me entregó una cajita larga negra de terciopelo que sacó de su elegante traje negro.
Si había algo que el abuelo amara más que su turbante, eran los trajes.
Le agradecí con una sonrisa y la abrí. Era un muy bonito collar de oro, era llamativo... y muy costoso.
