«Su lindo rostro y su bello cuerpo son solo perfección, su inocencia es su debilidad, ella es especial.
Ella siempre se resiste a él y se rehúsa a estar cerca de él y aunque no lo admita y diga lo contrario en el fondo lo desea.
Todo es una prueba...
Así me sentía al ver a Richard de rodillas, quien me miraba impaciente, esperando por una respuesta sobre su rodilla.
Y, ¿qué estaba haciendo yo, aparte de solo mirarlo?
Quizás, ¿llorando de la emoción?
No.
Tal vez, ¿gritando de felicidad?
Tampoco.
O, ¿diciendo el muy popular "¡si quiero casarme contigo!" y con lágrimas de absoluta felicidad en los ojos?
Mucho menos.
Solo estaba ahí, parada, observándolo levantarse y sacudir su rodilla con decepción.
Aquello me destrozó el corazón.
Su decepción me destrozó.
Estaba más que claro que esto lo había planeado y que en su lista no había contemplado esta situación.
Él suspiró cansado, volviendo a guardar el bonito anillo dentro del bolsillo de su traje.
—Richard... —
Lo llamé estando un poco insegura de que debía decirle, estaba muy avergonzada por haberlo hecho pasar aquel momento.
—Esto es tan... inesperado... —
Mordí mi labio mientras fijaba mi vista en sus pies, Richard estaba usando calzado italiano, algo irrelevante en ese momento, pero una muy buena distracción.
—Necesito tiempo para pensarlo. —
Confesé un poco agobiada con la situación; y creo que eso era lo único que faltaba para que la incredulidad de Richard apareciera.
—¿Tiempo? —Preguntó sarcástico. —¿Pensar qué? ¿Acaso estas dudando de lo que sientes por mí? —
Estaba segura de que la molestia de Richard estaba comenzando a aparecer, y no podía sorprenderme, la situación no era para menos, porque seguramente Richard había invertido su tiempo para hacer esto, y yo lo había arruinado con mi actitud.
—Por supuesto que no, pero es muy apresurado darte una respuesta en este momento. —
Le dije con súplica, esperaba que, en el medio de todo esto, él entendiera que yo tenía razón, apenas estábamos haciendo pública nuestra relación, sería muy apresurado anunciar un compromiso en un corto tiempo; y sin mencionar que él ni siquiera había terminado la gira, yo aún seguía estudiando y él odiaba que yo tuviera que trabajar con Jared todo el tiempo. Y para mí, no era una opción dejar la escuela para no ver a Jared nunca más, claro que no.
Los estudios eran importantes para mí, y la banda era importante para él, y estaba segura que él no dejaría la banda para solo estar conmigo.
—Entiendo. —
Dijo Richard tras unos minutos de silencio, en los que se dedicó a analizarme con la mirada.
—Richard... —
—Te esperaré. —
Dijo decidido.
Y su seguridad fue lo último que necesité aquella noche para poder dudar un poco de la respuesta negativa que le había dado en un principio.
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