Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ░ღT E M P T A T I O Nღ░Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒღ{R.Z.K.}{R+} {Terminada} {EDITANDO}ღ

«Capítulo 32» Carta de disculpas, Evan y rosas. Oh... Mi... Dios.

-No puedo creer que Portia cree que te has enamorado de alguien en poco tiempo.-Me miró mientras caminábamos a la salida.-Porque no es cierto. ¿O si Ford?-Seguí caminando ignorando sus palabras.

Ya había tenido suficiente vergüenza por hoy.

-¿Puedes llevarme a mi casa? La tormenta ha pasado por completo.

Sin decir nada más ambas caminamos hasta el estacionamiento, subimos las bolsas de las compras en la parte trasera y entonces mi estomago gruñó recordándome que no había tenido un desayuno decente, creo que Shannon escuchó, lo sé porque me miró enarcando una ceja.

-Casi no hicimos nada y gruñe tu estómago.-Subimos cada una en nuestros respectivos lugares poniéndonos el cinturón de seguridad.-¿Qué hiciste y porqué no desayunaste?-Salimos del estacionamiento en dirección a mi casa.

-Prometo contarte todo después, no es un buen lugar para que hablemos de lo que pasó ayer.-Dije suavemente esperando que entendiera que no quería hablar ahora.

Después de eso en todo el trayecto ninguna había hablado, y tampoco teníamos intención de hacerlo en este momento, tarde o temprano ella se enteraría, si no era por Richard sería por cualquiera de ellos, aunque era poco probable ya que no tenemos casi nada de contacto con ellos, bueno, Shannon no, yo si lo tengo más o menos con Richard.

Habíamos llegado al fin, la tormenta había estado un poco, demasiado, fuerte, algunas ramas de los árboles estaban rotas, el pasto se veía demasiado encharcado, como si el agua no se hubiera ido del todo, los empleados trabajaban en los jardines delantero y trasero, no tengo mucha idea de lo que hacían, solo escuchaba muchas órdenes y ruido de máquinas.

Shannon estacionó el auto en la entrada y uno de los empleados vino para ayudarnos con las puertas y con las compras, el ama de llaves, Emil, vino a recibirnos también.

-Señorita Ford, señorita Brownstone.-Nos hizo una leve inclinación de cabeza en forma de saludo.

-Emil.-Respondimos ambas al mismo tiempo.

-Sus padres están en la biblioteca señorita Ford.-Dijo Emil caminando detrás de nosotras.

-Gracias, puedes retirarte.-La vimos irse por el pasillo que conducía a la cocina, Shannon y yo caminamos hasta las escaleras ahora con nuestras bolsas de las compras en nuestras manos.

Emil es una mujer muy agradable y bella a pesar de tener casi cincuenta, por lo que sé, cuando ella era joven era muy hermosa, una de sus fotos en el buró al lado de su cama me lo confirmó hace años, a pesar de la edad que tiene se sigue viendo conservada, en su rostro casi no había signos de su edad, su pelo seguía del mismo color castaño oscuro, llegué a pensar que se lo teñía, pero la pobre mujer no tenía tiempo para ir al salón de belleza, así que tuve que descartar esa idea.

Fuimos hasta mi habitación y dejamos las bolsas en el suelo a un lado de la cama.

-Sabes, desde que Kevin está en casa no han parado de ir sus amigos los idiotas.-Ella bufó cansada y yo reí.

-¿Quieres quedarte a dormir?-Asintió y aplaudió divertida.

-¡Haremos una pijamada!-Tomó su celular y empezó a mandar textos.-Le he avisado a mi madre que me quedaré contigo, ha dicho que está bien.

-De acuerdo solo no hay que hacer tanto ruido como la última vez.-Ambas reímos.

Shannon encendió la plasma y comenzó a cambiar canales hasta encontrar una entrevista a Demi Lovato, ignoré la Tv y fui hasta mi armario a guardar las cosas que compramos, acomodé los zapatos junto con los demás, el corsé y el leggin, todo estaba en orden, casi todo, la única cosa que no lo estaba eran las palabras de Shannon, digo, ella no era una persona muy amable en este momento, no paraba de decir que Demi Lovato era una "estúpida que se quiere hacer la interesante" y que no sabía como era que ella conseguía tantos fans, no me agradaba en absoluto Demi Lovato, pero eso no quería decir que que la iba a insultar por cada cosa que dijera.

-Kevin me dijo que no has cambiado nada.-Habló de repente sobresaltándome.

-¿Enserio?-Pregunté tímida.

-Sip. Y también ha dicho que deberías ir a la casa más seguido. Pero le he dicho que irás cuando él se vaya porque no lo toleras.-Habló restándole importancia a sus palabras.

Era imposible ponerme a pelear con ella sabiendo que de todas maneras ya estaba todo hecho, ya no tenía caso decirle que yo no le dije eso en ningún momento.

Alguien tocó a la puerta y sin esperar a que autorizara la entrada abrieron de golpe.

Mi padre entró con su rostro serio sosteniendo un ramo de rosas rosas y con mi madre detrás de él, ambos estaban demasiado callados, mi padre nunca estaba así, menos mi madre.

-¿Qué... Pasa?-Mi voz no podía sonar más nerviosa y preocupada pero a la vez extrañada.

-¡¿Puedes explicarnos porque llegó una carta de disculpas de Evan Fischer junto con un ramo de rosas?!-El grito de mi padre me asustó a mi y a Shannon.

Creo que me quedé como una estatua al analizar sus palabras por partes; carta de disculpas, Evan y rosas.

Oh... Mi... Dios.

Si antes mis padres no me reprendieron por no estudiar antes de entrar a la universidad ahora lo harán por haber leído seguramente el contenido de la carta, contenido del cuál no tengo la menor idea, pero podía estar segura de que podría darme por muerta de la vergüenza de que se enteren de lo que pasó en el Night Club.

-Yo... Hum...-No sabía que decir, porque, ¿qué se puede decir en un momento así?-¿Podrías darme la carta?-Pregunté tímidamente esperando que mi padre no explotará del cólera.-Por favor.

Me la tendió de manera brusca, la tomé con dedos temblorosos y analicé el sobre, estaba arrugado y roto, dios, si que tenía que decir cosas malas para que mi padre se hubiera puesto así; Lo abrí y miré el papel con muchas letras en el, también estaba arrugado y un poco rasgado, lo desdoble como pude y comencé a leerlo.