Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ░ღT E M P T A T I O Nღ░Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒღ{R.Z.K.}{R+} {Terminada} {EDITANDO}ღ

«Capítulo 61» {PRIVADO} ¿Señorita Ford?

{ÚLTIMOS CAPÍTULOS}

Hace dos días que le había dicho a Richard que, si quería casarme antes con él, y hasta hoy, había decidido contarle a Shannon, Richard había dicho que seríamos nosotros y nuestros testigos, así que por obvias razones decidí contarle a Shannon y no a mis padres.

—Entonces, ¿vas a casarte en secreto? —

Preguntó la rubia mordiendo una manzana.

Los guardaespaldas no estaban cerca por petición mía, así que no me preocupé de tener que explicarles a mis padres acerca de que no serían invitados a mi ceremonia civil.

Era mejor así.

—Sí, y quiero que seas mi testigo. —

Le respondí con una pequeña sonrisa alegre antes de beber de mi café; Shannon me miró emocionada.

—Seré tu testigo, tu dama de honor y todo lo que quieras. —Dio pequeños brinquitos de emoción. —Eres mi hermana, Skylar. —Me tomó de ambas manos. —De otra madre y padre, pero lo eres. —

—Bien, he entendido. —

Le respondí con una pequeña risa divertida.

Estuvimos hablando acerca de tener la licencia de matrimonio, el affidávit y de que aún Richard iría a solicitarlos, después de tener mi vestido y su traje; además de quien sería el testigo de Richard.

—Supongo que alguien de la banda. —

Me encogí de hombros mirando discretamente a los lados, esperando que nadie estuviera escuchándonos.

—Lo más probable es que sea Till o Paul. —Le di otro trago a mi vaso de café. —Opto más por Till. —

—Tienes razón, se conocen desde hace mucho. —Concordó la rubia. —Y Paul es un bocón. —

Dijo riendo levemente.

—¿Por qué lo dices? —

Le pregunté con curiosidad, ella solo se encogió de hombros antes de hablar.

—Podría compartir la noticia con alguien, y ese alguien con otro alguien, y ese otro alguien con otro alguien, hasta que la noticia llegue a la prensa. —

Explicó.

Me sentí aturdida de inmediato, no sabía que podría suceder si alguien se enteraba de esto.

—Mejor dime si ya sabes que usarás para tu boda. —

Dijo Shannon con genuina emoción, aquella que me contagió de inmediato.

—Aún no he visto nada, no en concreto. —Admití un poco apenada. —Aunque he estado viendo revistas de Rosa Clará. —

—Sus vestidos son perfectos. —Dijo Shannon estando de acuerdo conmigo. —Podríamos ir a la sucursal esta tarde y ver algunos vestidos, y tal vez hoy mismo encuentres tu vestido. —

—Sería lindo. —

Le respondí emocionada.

—Considera también a Vera Wang. —

Asentí a lo dicho por ella en cuanto sonó el timbre que indicaba el final del descanso.

Esa tarde fuimos a la sucursal, pero ningún vestido fue de mi agrado o del de Shannon, estuvimos así los siguientes cuatros días, hoy era el sexto, y por suerte nadie nos había reconocido en la tienda, lo que era una suerte porque el punto de la boda secreta era que nadie se enterara.