Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ░ღT E M P T A T I O Nღ░Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒღ{R.Z.K.}{R+} {Terminada} {EDITANDO}ღ

«Capítulo 47» ¿Sorpresa?

En cuanto llego a casa y dejo estacionado el auto, Dean, el hijo de John, viene hacía mí y me saluda, así que lo hago de vuelta, pero no con el entusiasmo de siempre, él no pregunta nada, lo que agradezco, y se lleva el Lamborghini con el resto de los autos a un cuarto subterráneo, la entrada es más que nada un orificio cuadrado, ancho y profundo a un costado un poco alejado de la Mansión Ford, tiene una rampa de piedra demasiado hermosa, espero a que Dean adentre el auto, y en cuanto lo hace y lo veo desaparecer, comienzo a subir los pocos escalones de mármol de la entrada, giró el pomo de la puerta y entro buscando a mi madre en el living, para pedirle una explicación sobre lo que dijo Shannon; pero ella simplemente no está por ningún lado.

Al único al que encontré, fue a Bernard, el mayordomo que me odia desde que nací. O eso creo. Según mi madre, una vez, cuando yo era bebé, Bernard me cargó para llevarme al patio trasero con ella, pero terminé devolviendo sobre su hombro antes de llegar a la puerta trasera. Así que creo que desde ese día me tiene cierto recelo. Y no lo culpo, yo también tendría mucho cuidado si un bebé me hubiera bañado el hombro en vómito.

Bernard dijo que mi madre había salido a buscar a mi padre para ir juntos a un almuerzo de negocios por parte de la empresa de mi padre, y que ambos volverían sobre las seis. Era exactamente la hora a la que se supone que vendría Shannon para hablar no sé qué con mis padres y conmigo. ¿Coincidencia? No lo creo. La verdad no creí ni una palabra. Era obvio que Shannon le había llamado a mi madre para decirle no sé qué; así que es más obvio que ella intentó huir de la situación. Recordando la situación con Richard, le pedí a Bernard que si alguien me llamaba por teléfono, dijera que no estaba en casa. No importaba quién; pero que si llamaba mi amiga rusa, Galya Petrova, le dijera que había salido con mis padres; él dijo que le avisaría a los demás empleados por si alguien más respondía el teléfono, así que le agradecí y resignada por no haber encontrado a mi madre, subí a mi habitación a tomar un baño y después a estudiar un poco.

Estaba terminando el capítulo cinco de parasitología, cuando mi estómago gruñó feroz. Me había olvidado de comer; así que bajé a la cocina y me preparé un sándwich sencillo de jamón y queso, lo envolví por la mitad en una servilleta, tomé un cartón pequeño de leche de la nevera y volví a mi habitación comiendo. En cuanto el reloj de pared marcó las cinco treinta, dejé de leer. Sé que fue muy grosero de mi parte decirle a Galya que tenía cosas que hacer cuando era mentira, y que fue mucho peor negarle mi presencia en casa, pero realmente quería estudiar sola, no estaba en óptimas condiciones para tener compañía, aunque agradecía de sobremanera su compañía en la universidad.

En cuanto a Richard... tuve que desconectar la línea privada de mi habitación treinta minutos después de haber entrado a mi esta, ya que no paraba de sonar el teléfono, pero no quería contestar, el identificador me decía que era él. No quería hablar con Richard en este momento. Ni en este ni en los siguientes dos días. Estaba herida con su actitud hacía mí. Nunca nadie me había hablado de esa forma; no era justo.

Y ahora que lo pensaba, no encontraba mi teléfono por ninguna parte... no sabía cómo era que lo iba a encontrar en mi habitación, si estaba apagado en la guantera del auto.

Cada vez eres más torpe Skylar...

Alguien me interrumpió de seguir pensando cuán torpe me estoy volviendo cuando tocó la puerta y la abrió solo un poco.

Era mi madre.

-Sky, tu padre y yo tenemos que hablar contigo. -Dijo nerviosamente. -Te esperamos en la biblioteca. -Se aclaró la garganta volviendo a su postura normal y después se fue.

Bien... creo que me dirán que soy adoptada, y que es por eso que mi cabello no es igual de hermoso que el suyo o el de mi padre, o que es por eso que la mayoría de mis primos maternos y paternos no me quieren, o que probablemente ya no me quieren y han decidido abandonarme como lo han hecho mis padres biológicos.