Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ░ღT E M P T A T I O Nღ░Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒღ{R.Z.K.}{R+} {Terminada} {EDITANDO}ღ

«Capítulo 63» {PRIVADO} Te querré siempre, papá.

La última semana previa a la boda, fue la más estresante de mi vida, apenas y pude respirar con normalidad a causa de las incesantes pruebas de los diez vestidos.

¡Era una tortura!

Y por suerte, la tortura concluyó cuando llegamos a Dubái, y cuando digo llegamos, me refería a la familia de Shannon, mis padres, mis tías, la banda, Richard y yo.

Rosalie y Marcus habían llegado dos días antes que nosotros, para supervisar que todo estuviera yendo como se esperaba.

La reservación de las habitaciones para la familia de Shannon y la banda se hizo en el hotel Armani; y estaba segura que iban a volverse locos cuando vieran que incluso los cubos de azúcar eran Armani, podía imaginar a Shannon hablando del hotel, toallas y champú. Todo Armani.

Al llegar al palacio, el abuelo nos recibió a mis padres y a mí, y se dedicó a hablar con mis padres, o, mejor dicho, con mi padre, quien aún se encontraba reacio a dejar que la boda se efectuase; e incluso estaba segura de que él podría ser la persona que diría el dramático "¡yo me opongo!" Cuando fuera el momento oportuno.

Además de eso, la tarde fue tan tranquila como se esperaba, con Rosalie y Marcus yendo de un lado hacia otro gritando órdenes, mi madre y mis tías dando indicaciones a otras personas, y con mis primas y Shannon hablando de cosas de la boda conmigo, me la pasé entretenida.

Ellas hablaban de cosas como las notas de revistas, sus vestidos, diseñadores, joyas... mis vestidos y las historias de las joyas de la abuela; y como era de esperarse, Shannon parecía estar encantada de escucharlas hablar, y curiosamente, yo también.

Si bien no recordaba el haber disfrutado antes de la mayoría de las conversaciones de mis primas, ahora, podía decir que lo hacía, porque realmente estaba disfrutando de escucharlas hablar con alegría y orgullo de mi boda; y no solo por el hecho de ser mi boda, no; estaba feliz, y disfrutaba de que mi boda fuera un pretexto para tener a toda la familia reunida.

Y gocé más, cuando Shannon se interesó por nuestra cultura, lo que la había llevado a preguntarle a mis primas sobre todas las etapas por las que tenía que pasar esta semana; y así, una a una, le comenzaron a explicar a Shannon acerca de la belleza de nuestras tradiciones y ritos antes del matrimonio, explicándole acerca de las funciones de cada uno de estos, y lo que significaban.

Entre mis veintisiete primas, excluyéndome, solo trece de ellas estaban casadas, cinco estaban comprometidas, cuatro tenían pretendientes, tres tenían un noviazgo y de las dos que restaban, una había salido de una relación, y la otra no había encontrado al indicado a lo largo de sus veintitrés años.

En fin, todas sabíamos acerca de los ritos matrimoniales, sabíamos acerca de todo, y todas alguna vez soñamos con el momento por el que yo estaba a punto de pasar.

Con emoción acoté algún par de cosas, y después, estaba distraída escuchándolas hablar, imaginando como sucedería todo durante, y después, de estos siete días; estaba tan absorta imaginando a Richard en un traje negro o en un smoking, o en la típica vestimenta de los hombres árabes mientras hablaba con mi familia... mientras bailábamos o hacíamos nuestra despedida para irnos de viaje de luna de miel como pareja legal; era tan grande mi sumisión de pensamientos, que no me di cuenta del momento en el que Vivanka se sentó a mi lado, corriendo a mi prima Analisse de su sitio. Lo normal.

Me sentí un poco acechada por la mirada verdosa de mi prima, y la incomodidad me estaba invadiendo de a poco, estaba esperando que alguien nos viera y le advirtiera acerca de algo, como siempre se hacía, y ridículamente estaba esperando el momento en el que ella hiciera algún comentario acerca de mi boda o de mi futuro esposo... la verdad, ya no sabía que esperar; en cambio, recibí un carraspeo de su parte, lo cual me hizo mirarla.