Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ░ღT E M P T A T I O Nღ░Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒღ{R.Z.K.}{R+} {Terminada} {EDITANDO}ღ

«Capítulo 41» Nunca debí de invitarlo.

El auto de Richard estaba siendo estacionado frente a las escaleras exactamente a las seis y treinta de la tarde. Antes de la cena, para éste momento ya comenzaba a creer que mis padres ya estarían en casa, por lo que estarían supervisando que todo para la cena esté en orden, mi madre hizo ayer un pastel para la cena de ésta noche, mi padre lo nombró como "una explosión de chocolate". El nombre le iba perfecto. Porque realmente era de mucho chocolate.

Richard se apresuró a ir a mi puerta para abrir y ayudarme a salir del auto. Un gesto demasiado lindo viniendo de él.

-Gracias...-Tímidamente bajé del auto y caminé junto a Richard quien sostenía mi mano hasta la puerta, en donde aparentemente, una empleada, a quien identifiqué como Merlía, nos esperaba.

-Bienvenida señorita Ford, sus padres están supervisando que todo esté en orden para la cena.-Dijo amablemente apenas nos vio llegar.

-Gracias Merlía.-Saludé de vuelta dirigiéndome al living junto con Richard.

-¡NO, NO, NO! ¡LA COPA DE AGUA DEBE DE IR DEL LADO IZQUIERDO DE LA COPA DE VINO, JUSTAMENTE AL LADO!-Apenas ingresamos escuché los que parecían ser los gritos de mi madre.

Avergonzada miré a Richard quien tenía los ojos como platos a la vez que intentaba reprimir una risa. Me relajé en cuanto vi que no pensó que mi madre era una loca por el control en la mesa. Él me dio un beso en la mejilla justo cuando Merlía volvía.

-Lo lamento, ¿el señor desea tomar algo?-Se dirigió a Richard tímidamente.

Richard negó a la vez que agradecía las atenciones, en cuanto Merlía desapareció casi corriendo lo vi soltar una risilla divertida y engreída.

-¿De que te ríes?-Su pequeña risa era contagiosa, por lo que yo también reía ligeramente para entonces.

-Le gusté a tu mucama.-Dijo divertido.-En otra circunstancia hubiera aprovechado para ligarla, pero no me interesa en lo absoluto en este momento.-Sus palabras llenas de sinceridad me cayeron como un balde de agua fría y luego como un balde de agua caliente.

-Ah...-Es lo que apenas pude articular.

-¡NO, NO, NO Y NO!-Nuevamente los gritos de histeria de mi madre fueron escuchados por toda la casa.-¡YA LES HE DICHO QUE ASÍ NO SE SIRVEN LOS PLATOS!-Ahora era por como debían de ser servidos. Fantástico. Simplemente fantástico.

Mi madre, hecha un mar de desesperación salió de la cocina, o del comedor, de donde vaya a saber Alá en donde haya estado, y se apareció por el living en donde Richard y yo estábamos.

Ella paró en seco al notarnos y con una sonrisa apenada se dirigió a nosotros.

-Sky, cariño, ¿porque no me has avisado que han llegado?-Preguntó nerviosamente.

-Lo siento, es solo que... No lo sé...-Me encogí de hombros a la vez que mi madre volteaba a ver a Richard con curiosidad.-Hum... Él es Richard...-Los presenté y Richard amablemente estrechó la mano de mi madre.-Richard, ella es mi madre, Farah.-

-Ahora sé porque Sky es hermosa señora Ford.-Mi madre feliz le sonrió y me abrazó por los hombros.

-Que te puedo decir, Sky es una hermosura de niña.-Dijo esta vez mientras me abrazaba más fuerte y me daba un beso en la sien.

-Ambas son unas bellezas.-Escuché la voz de mi padre quien venía saliendo de su estudio, lo sé porque se estaba acomodando el traje.-Anthony Ford. Padre de Sky y esposo de esta bella mujer.-Estrecharon sus manos y pude notar como mi padre apretaba fuertemente la mano de Richard, quien apenas y se inmutó.