𝕻𝖗𝖊𝖌𝖚𝖓𝖙𝖆𝖑𝖊 𝖆 𝖑𝖆 𝖑𝖚𝖓𝖆

Capítulo 75: Caminos entrelazados

Elia había despertado lentamente, sintiendo la luz del sol filtrarse por la ventana. Se dio la vuelta en la cama, buscando a Liam, pero lo que le pareció raro fue no encontrarlo a su lado. Siempre era él quien se levantaba después de ella, preparándose para el día con su habitual energía. Con un leve fruncir de ceño, decidió que debía levantarse.

Al salir de la habitación, el silencio del hogar la envolvió como una manta pesada. "¿Dónde estará?", se preguntó mientras se dirigía a la cocina. Comenzó a preparar el desayuno. Hizo café y tostadas, y aunque dejó un plato servido para Liam, su ausencia comenzaba a inquietarla. "¿Le habrá pasado algo?", pensó Elia, mirando su reloj de muñeca que parecía avanzar más lento de lo normal.

Mientras tanto, en otra parte del laboratorio, Liam estaba arrodillado en el suelo de la sala de Caleb. Con sus manos temblorosas apoyadas en el suelo y su frente perlada de sudor, sentía que el peso de su enfermedad lo aplastaba cada vez más. Caleb lo miraba con una sonrisa burlona -No existe ninguna cura para que tu enfermedad desaparezca así como así. Y si la tengo igualmente, no te la daré- agregó entre risas.

Liam sintió cómo el miedo se apoderaba de él y decidió hablar. -Yo... yo he cumplido con todo lo que usted me ordeno-, comenzó a decir nerviosamente. -Jamás me eh revelado contra usted, siempre he seguido sus instrucciones al pie de la letra... sonará imprudente de mi parte, pero... por favor, deme algún remedio-. Su voz temblaba mientras pronunciaba las palabras.

Caleb soltó una risa burlona. -¿Lo haces por Elia? ¿O porque te diste cuenta de que sin tus guantes eres un inútil?- preguntó entre risas mientras Liam seguía mirando al suelo, asustado y avergonzado.

-ya fue mucha diversión- dijo Caleb con un tono más serio ahora. -Hay una manera-. La atención de Liam se agudizó al instante; alzó la vista hacia Caleb con esperanza.

-¿Y... cual es?-, preguntó nervioso.

-El rito será en la sala de ceremonias del laboratorio- explicó Caleb con una sonrisa astuta. -Ahí estarán todos nuestros experimentos. Tú y Elia llegarán vestidos con túnicas; cada uno se cortará un poco el dedo y pondrán su sangre en el vino del otro. Todo esto debe hacerse durante la luna llena- La idea le parecía extraña y mística a Liam.

-Después beberán el vino y los meteremos en un cuarto especial; eso debería funcionar-, concluyó Caleb.

Liam sintió una mezcla de temor y expectativa. -¿Cuándo podríamos hacer eso?-, preguntó ansiosamente.

-Mañana- respondió Caleb con una sonrisa satisfecha.

Mientras tanto, Elia había pasado mucho tiempo buscando a Liam sin éxito. La preocupación comenzaba a convertirse en ansiedad cuando sintió una presencia detrás de ella. -¿A quién buscas?-, susurró alguien en su oído.

Elia dio un brinco y se giró rápidamente para encontrar a Liam parado allí, con una expresión que oscila entre lo serio y lo jocoso. -¡A ti! ¿Dónde estabas?- exclamó ella con un tono entre molesto y aliviado.

-En ningún lado importante...- respondió Liam evasivamente antes de continuar: -Elia, mañana tendremos una ceremonia; prepárate- Con esas palabras misteriosas dejó caer la información sin más explicación y se metió nuevamente en la casa.

Elia lo miraba confundida. "¿Ceremonia?" repetía en su mente mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar. La incertidumbre sobre lo que significaría esa ceremonia comenzaba a llenarla de inquietud; sabía que algo importante estaba por suceder y su instinto le decía que sería un punto decisivo tanto para ella como para Liam.

-Escuchen todos, el maestro Caleb preparara una ceremonia mañana, todos deben de ir; si alguien se niega lo mataremos- dijo el guardia.

Todos los experimentos empezaron a mormurar, con miedo se fueron a sus celdas oara domir lo suficiente para estar preparados para cualquier cosa.

Entre uni de ellos estaba una chica llamada Thalia quien hace tiempo no habia visto a Liam y tenia las sospechas de que el estaria involucrado en esa ceremonia.

-¡Thalia! ¿Estas bien?- preguntó su compañera asustada a lo que Thalia reaccionó.

-¿que pasa?- dijo Thalia -es que estas ida ultimamente ¿te preocupa algo?- respondió su compañera.

-No es nada, solo necesito dormir un poco, es todo... pero, por alguna razón ¿sabes de que tratara la ceremonia?- preguntó Thalia curiosa.

-no tengo idea alguna, pero tenemos que estar presentes-