Madison y Harry le habían puesto fin a su relación, ninguno de ellos pensaba que las casualidades de la vida los haría reencontrarse más de una vez... ¿Que sucedera cuando se den cuenta que están atados por un hilo invisible?
Continuación de "You we...
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El primer rayo de sol se filtró por la ventana, iluminando la habitación de manera suave, casi como si el día tratara de arrancarnos del sueño con delicadeza. El sonido lejano de las olas rompiendo en las rocas se mezclaba con el canto de los pájaros, pero aún estaba tan cómodo en la cama que preferiría quedarme allí. Abrí los ojos y vi a Harry acostado a mi lado, abrazado a la almohada, con una ligera sonrisa en su rostro mientras dormía. Esa expresión de paz que, si no lo conociera, diría que solo existía en las películas.
Me quedé observándolo un momento, sin ganas de moverme, pero al final la curiosidad me pudo. Me levanté lentamente, procurando no hacer ruido, aunque sabía que a Harry no le molestaba. La idea de despertar a alguien tan profundamente dormido con el mínimo de esfuerzo siempre me hacía sonreír.
Me asomé a la ventana y respiré el aire fresco del mar. El sol ya iluminaba el océano, pero la calma en mi pecho era lo que más me gustaba. Aunque sabía que este día se iba a poner bastante ajetreado, no podía evitar disfrutar del momento.
De repente, sentí la presencia de Harry detrás de mí, envuelto en las sábanas, como un desastre humano que se mueve con la gracia de un oso dormido.
— ¿Así que te levantaste sin mí? — Su voz rasposa me hizo reír, y pude sentir su aliento cálido en mi cuello.
Me giré para mirarlo con una sonrisa burlona
— Bueno, no sé si quiero despertarte, capaz haces que todo el mundo sepa que estás roncando a las cinco de la mañana — Le respondí, sabiendo que estaba dando en el clavo. Harry no era el más silencioso cuando dormía.
Él se frotó los ojos y, aunque no dijo nada, hizo una mueca como si hubiera recibido un golpe bajo. No pude evitar reírme mientras lo miraba.
— Es una ventaja no tener que trabajar, ¿verdad? — Dijo Harry, levantándose torpemente de la cama mientras yo me alejaba para vestirme.
— Claro, porque ver tu cara de dormido todos los días es exactamente lo que llamo "trabajo" — Respondí en tono sarcástico mientras me dirigía al baño. Me miró con una ceja levantada, pero no dijo nada más, sabiendo que mi sarcasmo era parte del paquete.
La ducha fue rápida. Me preparé con calma, el sonido del agua cayendo sobre mi piel relajándome, pero no demasiado. Sabía que teníamos cosas que hacer, y la tranquilidad solo duraría unos minutos más.
Cuando salí, encontré a Harry en la cocina. Estaba luchando con una cafetera, aparentemente más concentrado en no electrocutarse que en preparar algo decente. Lo miré con una sonrisa irónica.
— ¿Te imaginas si dependiera de ti para hacer el desayuno? — Le dije bromeando sabiendo perfectamente que es el quien siempre hace el desayuno.
— Lo hice perfectamente la última vez — Respondió sin levantar la vista, aunque la mueca en su rostro indicaba que no estaba seguro de eso. Yo, por supuesto, no dejé pasar la oportunidad.