INVISIBLE STRING [H.S]

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📍Mallorca, España.

Hoy es la boda de William y Jane, no puedo estar más emocionadas.

Desde pequeña me encantaban los casamientos, ver como las persona se entregaban a la otra profundamente enamorada jurandose amor eterno, siempre terminaban con un final feliz, o la mayoria de las veces. Aunque me encantaban las ceremonias, no he ido a demasiadas. La mayor demostración de amor que tengo es la de mis abuelos, crecí viendo como su matrimonio florecía a través de los años y su amor por el otro nunca se desvanecía.

He estado haciendo lo posible para que la boda de mi hermano sea perfecta, me gusta ver a los de mi alrededor felices. Los he estado ayudando demasiado en los ultimos meses, acompañe a Jane a su prueba de vestido y viaje hasta aqui para la organización, ya que por sus últimas semanas de su embarazo no podía viajar.

Casi me olvidaba, unas semanas después de que volví de Jamaica, nació Rubí.

La pequeña se había adelantado unas semanas sorprendiéndonos a todos. Recibí una llamada de mi hermano una mañana agosto, las lágrimas de mi rostro corrían de la emoción cuando me pregunto si quería ser la madrina de su primer hija.

Desde ese día, esa bebe y yo nos hemos vuelto inseparables.

— Debe tomar su biberón en una hora y aplicar su protector solar en media hora — Mi hermano me dice al dejarme a cargo de Rubí por el resto del día.

— Tengo todo bajo control. Iré con Thomas para que me ayude a guardar todo esto, y luego supongo que será hora de alimentarla — Hablo sonriéndole a mi sobrina que nos estaba balbuceando.

— No puedo creerlo, Mads — Frota las manos en su rostro.

— ¿Qué ella me prefiere a mí o que te estás por casar? — Bromeo su hija en mi brazos.

— Oh, vete a la mierda — William se ríe dándole un beso de despedida a Rubí.

— Prepárate para el mejor día de tu vida, tengo todo resuelto por aquí ¿No es así? — En respuesta, su hija se carcajea sin entender lo que acababa de decir.

Le doy un beso en la mejilla a mi hermano asegurandolo que todo va a estar bien, y me despido con su hija en brazos.

William es una persona muy sensible, siempre ha querido casarse y formar una familia con el amor de su vida. Esta mañana me llamó muy nervioso sin saber que hacer, fui a tratar de tranquilizarlo y nos quedamos desayunando mientras me decia sus miedos. El estaba asustado de no ser suficiente para su prometida y su hija, era un miedo normal cuando te estabas por comprometer por el resto de tu vida, así que solo pasaron unos minutos hasta que todo temor se fuera.