Madison y Harry le habían puesto fin a su relación, ninguno de ellos pensaba que las casualidades de la vida los haría reencontrarse más de una vez... ¿Que sucedera cuando se den cuenta que están atados por un hilo invisible?
Continuación de "You we...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El camerino olía a perfume y laca para el cabello. Abby estaba sentada en el sofá revisando su teléfono mientras yo me miraba al espejo, retocando el delineado de mis ojos. Mi atuendo era una mezcla de comodidad y estilo: un conjunto negro con detalles brillantes que reflejaban las luces del tocador.
— ¿Lista? — Preguntó Abby, sin levantar la vista.
— Creo que sí — Respondí, aunque no estaba segura de si lo decía por la entrevista o por el estreno del álbum.
El Late Late Show siempre había sido un lugar seguro. James era como un tío que te hacía bromas pesadas pero con cariño. Sabía que la entrevista sería relajada, pero también sabía que él no dejaría pasar la oportunidad de hacerme sudar con alguna pregunta incómoda.
Una asistente se asomó por la puerta — Cinco minutos, Madison.
Asentí y solté un suspiro. Abby me miró por fin, con una ceja levantada.
— Relájate. Has hecho esto mil veces.
— Lo sé — Dije, estirando las manos — Pero es la primera vez que hago una entrevista en vivo justo antes de lanzar un álbum.
Sacudí la cabeza, como si pudiera sacarme el pensamiento de encima. Me puse de pie y seguí a la asistente por los pasillos del estudio hasta que las risas del público y la voz de James llenaron mis oídos.
— ¡Nuestra invitada de esta noche es una de mis personas favoritas en el mundo! ¡Está aquí para hablar sobre su nuevo álbum, que se estrena en menos de dos horas… denle un fuerte aplauso a Madison Hadid!
Las cortinas se abrieron y salí al escenario, recibiendo los aplausos y gritos del público con una sonrisa. James me esperaba con los brazos abiertos, y después de un abrazo y un pequeño baile improvisado nos acomodamos en el sofá.
— ¡Maddy! ¡Por fin en mi sofá otra vez!
— Por fin — Dije, acomodándome mientras el público se calmaba — La última vez fue con la banda.