—... Relájate, mujer, sólo fue una noticia falsa para que vinieras. Pogo está bien.
Agudicé el oído, sintiéndome curiosa y a la vez nerviosa del sonido de aquellas voces desde la entrada de la mansión.
—¿Me estás tomando el pelo, Klaus? ¡Casi me da un infarto!
Mi corazón dio un vuelco con el sonido de esa voz. Dios mío, ¿En verdad es ella? ¿En verdad es Allison?
—No te enfades, hermanita, es que no se me ocurría nada mejor para hacer que vinieras.
Se escuchó un resoplido.
—Klaus... — suspiró —. En verdad que sigo extrañándolos a todos y quisiera estar más con ustedes pero sabes que mi agenda está muy apretada y...
—Sólo quería que vieras a alguien.
El breve momento de silencio se les interrumpió cuando tiré accidentalmente una pila de libros de un mueble al momento de tratar de acomodarme mejor para recibirla, pero creo que la cagué. Cinco me juzgó con la mirada desde un sillón individual, pero mientras tenía la taza de café en los labios, me dio la impresión de que contenía una risa.
Volví a centrarme en el ahora cuando desde el pasillo, oí pasos apresurados de tacón que seguramente eran de Allison viniendo a investigar el ruido. Una parte de mí quería salir corriendo, pero sabía que no debía hacerlo. Había trabajado demasiado para llegar hasta aquí, para tener esta oportunidad. De pronto estaba sintiendo que el aire a mi alrededor se volvía más pesado.
—Eh... Me gustaría que tomáramos las cosas con un poco más de calma porque te aseguro que esto no es nada sencillo de digerir pero... Claro, nunca escuchas.
Eso fue lo último que dijo —mientras estuvo persiguiendo a Allison— hasta que ella se quedó estática en cuento nuestras miradas se encontraron. Guardé muy bien en mi memoria el momento en que su gesto se alivianó del shock, sus ojos se abrieron más —como si quisiera comprobar que esto era real— y sus labios se entreabrieron un poco.
—Hermana — saludé, nerviosa, casi inaudible, sintiendo el corazón a mil por hora, pero fue suficiente para que ella se quedara paralizada.
—T/n... — dijo en un aliento de voz. Su rostro se llenó de incredulidad y una punzada de miedo.
Allison dio unos pasos temblorosos hacia adelante, su incredulidad dando paso a una mezcla de emociones: alegría, dolor, esperanza. Extendió una mano, insegura, como si temiera que al tocarme, de alguna forma pudiera desvanecerme. Y cuando sus dedos finalmente rozaron los míos, mi mundo pareció detenerse. Sus lágrimas comenzaron a caer mientras tomaba la iniciativa y me envolvía en un abrazo desesperado, apretándome como si quisiera recuperar cada año perdido en este instante.
—No es posible... En verdad eres tú — se apartó lo justo para tomar mi rostro entre sus cálidas manos, examinando cada parte como si necesitara más pruebas para creerse que estaba realmente aquí.
Miraba a la morena adulta de rizos teñidos que tenía frente a mí y me di cuenta de que definitivamente algo había cambiado en ella tanto como su tono de voz. Pero veía algo más, algo imposible de cambiar y de olvidar: los mismos ojos de mi hermana, los mismos gestos, su misma esencia, sólo que con rasgos más maduros.
—Siento haber tardado tanto — mi propia voz delató el estado en el que me encontraba —. Te prometo que nunca dejé de intentar regresar. Nunca dejé de pensar en ustedes.
Ella sonrió con los ojos llorosos y nos abrazamos de nuevo, aferrándonos como si el mundo entero pudiera derrumbarse alrededor de nosotras y no importara. Sabía que el resto de los presentes estarían observando, que para cuando abrí los ojos —aún recargada contra el hombro de mi hermana— vi a Klaus con el rostro iluminado por una sonrisa, presenciando y a la vez dándonos el espacio para disfrutar este momento pero tampoco sin dejar de ser parte de él.
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The Hargreeves
FanficUna academia. Una familia disfuncional. Seis raritos con superpoderes. Heroes de la ciudadania. ¿Que podria salir mal con una vida tan perfectamente falsa como la de ellos? Ah, si. Ese nuevo integrante a la academia que por meras coincidencias acab...