Secuestro. •YM•

71. El reflejo de papá.

Jimin despertó sintiendo un peso en su pecho.

No solo por el dolor físico, sino por el vacío en su corazón.

Abrió los ojos con lentitud, parpadeando varias veces hasta que la habitación del hospital dejó de verse borrosa.

Y ahí, de pie junto a la cama, estaba su padre.

El hombre tenía una expresión seria, pero cuando vio a su hijo abrir los ojos, una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

—¿Cómo estás?

Jimin tardó en responder. Se sentía desorientado, su cabeza llena de pensamientos confusos.

¿Dónde está Yoongi?

Acaso lo soñó... o ¿realmente estuvo aquí?

No, definitivamente sintió el calor de su alfa.

Giró la cabeza hacia su padre con voz temblorosa.

—Papá... ¿y Yoongi? Él vino, ¿verdad?

El hombre exhaló despacio antes de asentir.

—Sí, estuvo aquí. No se ha movido del hospital.

Jimin sintió su pecho comprimirse.

Por supuesto que Yoongi no se iría. Él siempre estaba ahí.

Pero entonces, su padre habló.

—¿Qué te hizo?

La pregunta lo tomó por sorpresa.

Jimin negó con la cabeza de inmediato.

—No... No fue Yoongi.

Su padre lo miró con el ceño fruncido.

Y entonces, las palabras salieron de sus labios antes de que pudiera detenerlas.

—Papá, creo que soy como tú.

El hombre parpadeó, confundido.

—¿Qué?

Jimin tragó saliva. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

—Amo a Yoongi... pero hay un alfa que dice que es mi predestinado.

Lo dijo en voz baja, como si admitirlo en voz alta lo hiciera más real.

Su padre se quedó en silencio.

Pero Jimin no pudo detenerse.

—Mi corazón no sabe qué hacer... y me duele.

Su padre apartó la mirada por un momento, como si estuviera buscando las palabras correctas.

Y por primera vez en su vida, Jimin vio un destello de algo parecido al dolor en sus ojos.

—Sabía que esto podía pasar —murmuró el hombre, suspirando profundamente. —Por eso estaba en contra de su relación.