Jimin es un lindo y pequeño omega, enamorado de cierto alfa indiferente, tras pensarlo durante mucho tiempo, su mejor idea para conquistarlo, era secuestrarlo y esperar a que acceda ser su novio.
Omegaverse.
Capítulos cortos.
Portada: etternaly
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Yoongi observó al padre de Jimin salir de la habitación con un semblante serio.
El hombre se tensó en cuanto lo vio, como si su instinto le advirtiera que Yoongi había escuchado demasiado.
—Aquí estás —dijo el alfa mayor con voz firme, cruzándose de brazos. —Jimin está dentro. Deberías verlo.
Intentó desviar la conversación, pero Yoongi no era estúpido.
Sabía lo que había escuchado.
—No le diga a Jimin que lo sé —soltó de golpe.
El hombre entrecerró los ojos.
—¿Qué dijiste?
Yoongi avanzó un paso más cerca, con la cabeza en alto, asegurándose de que el otro alfa entendiera quién era.
—Dije que no le diga a Jimin que lo sé.
El padre de Jimin lo miró con desconfianza.
—¿Por qué?
Yoongi apretó la mandíbula.
—Porque se pondrá peor si lo sabe.
El otro alfa se quedó en silencio, evaluándolo.
—Yo siempre supe que esta era una posibilidad —continuó Yoongi con voz firme—. Desde el momento en que me enamoré de Jimin, supe que esto podía suceder.
El hombre arqueó una ceja.
—¿Y lo aceptaste?
—No. —Yoongi sonrió sin humor—. Pero no sería su alfa si me doy por vencido.
El padre de Jimin soltó un suspiro profundo.
—Yoongi...
Pero el más joven no le dio oportunidad de continuar.
—Solo no le diga que yo lo sé.
Sus miradas se encontraron, dos alfas midiéndose en silencio.
El padre de Jimin era un alfa fuerte, con años de experiencia y sabiduría. Pero Yoongi era un alfa que estaba enamorado.
Y no había nada más poderoso que eso.
Finalmente, el hombre desvió la mirada y asintió.
—Haz lo que creas correcto, solo no lo atormentes más.
Yoongi no respondió.
Simplemente pasó a su lado y entró a la habitación.
Apenas cruzó la puerta, Jimin lo vio.
Y en cuanto lo hizo, su rostro se descompuso.
—Yoongi... —Su voz se quebró, y un segundo después, las lágrimas comenzaron a caer.—Lo siento.
El alfa sintió una punzada en el pecho.
—Jimin...
—Lo siento, lo siento, lo siento... —Jimin sollozaba, con las manos temblorosas—. No sé qué hacer, no sé qué me pasa, no quiero esto...
Yoongi sintió su pecho apretarse.
Porque por primera vez...
No sabía qué decir.
No sabía cómo calmarlo.
No sabía cómo hacer que el dolor desapareciera.
Y eso lo hacía sentir inútil.
Apretó los labios y cerró los ojos por un momento, tratando de reprimir el enojo que no era con Jimin, sino con la crueldad del destino.
—Estás bien —dijo con voz baja—. Eso es lo importante.
Jimin lo miró con desesperación, como si esperara que lo odiara.
Que lo culpara por deseo desaparecer.
Pero Yoongi no lo hizo.
No podía.
—Voy a ir a descansar —murmuró, retrocediendo un paso.
Lo único que podía hacer era alejarse antes de que su propio corazón se rompiera aún más.
Jimin parpadeó, su respiración entrecortada.
—¿Y-Yoongi?
—Nos vemos después... Mañana temprano te visitaré.
Y sin esperar respuesta, se giró y salió de la habitación.
Se sentó en su auto y apoyó la frente contra el volante, exhalando con frustración.
"Eres un alfa inútil."
Esa frase retumbaba en su cabeza como un eco cruel.
Porque si realmente era el alfa que Jimin necesitaba... entonces ¿por qué no podía ayudarlo?
¿Por qué no podía aliviar su dolor?
¿Por qué Jimin estaba en una cama de hospital?
Apretó los puños sobre sus rodillas, su mandíbula tensa.
No.
No iba a permitir que esto terminara así.
No iba a rendirse.
Porque Park Jimin es su omega.
¿Y que si su lobo estaba confundido?
Entonces Yoongi se aseguraría de recordarle quién era su verdadero alfa.
Giró la llave del auto, su corazón latiendo con una nueva determinación.
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