El aire en la sala estaba denso, como si las paredes se hubieran cerrado sobre nosotros. La conversación seguía dando vueltas en mi cabeza... dos asesinos. ¿Y si Nina estaba detrás de todo esto? ¿Y si todo este horror era más profundo de lo que jamás habíamos imaginado?
De pronto, un sonido agudo cortó el silencio.
Ring, ring, ring...
Un timbre de celular. Todos se sobresaltaron. Mi corazón se detuvo por un instante.
Era el mío.
Lo saqué con manos temblorosas, y al ver el número en pantalla, un escalofrío recorrió mi espalda.
—¿Quién es? —preguntó Megan, susurrando, con los ojos bien abiertos.
Miré la pantalla un segundo más antes de responder. —Es... es Oliver.
—¿Oliver? —repitió Kathy con una mezcla de sorpresa y confusión—. ¿Qué querrá a esta hora?
—No lo sé —dije, sintiendo cómo una extraña incomodidad se instalaba en mi pecho. Apreté la pantalla para contestar—. ¿Hola? ¿Oliver?
El sonido que vino del otro lado fue como una puñalada al estómago.
—Ali... Al-Ali-Alice... —su voz temblaba. Estaba sollozando, hiperventilando. No era solo angustia. Era pánico. Desesperación. Una crisis de ansiedad en carne viva.
—¡Oliver! ¿Qué ocurre? ¡Respira! Estoy aquí, ¿me escuchas? ¡Tranquilo!
Todos me miraron, alarmados. Ben fue el primero en acercarse a mí, colocó su mano en mi hombro con cuidado.
—¿Todo está bien? —me preguntó con la voz baja, pero cargada de preocupación.
Lo miré, sintiendo que las palabras apenas podían salir. —No lo sé. Está... está teniendo una crisis. Está mal.
Aaron se acercó y me quitó el celular suavemente de las manos.
—Déjamelo. —Se llevó el teléfono a la oreja—. ¡Oliver! ¡Concéntrate! ¡Escúchame! ¡Tienes que calmarte o no vamos a entender nada! ¡Respira! ¡Respira, carajo!
Scott se puso a su lado, intentando suavizar el tono.
—Oliver, por favor... respira. Inhala profundo. Exhala lento. Cuenta hasta cinco si puedes, ¿sí? Vamos... con calma...
El sonido al otro lado de la línea cambió. Sus sollozos empezaron a espaciarse. El aire entrando por su nariz era aún tembloroso, pero más estable. Estaba intentando.
Mi corazón latía con fuerza. Sentía la sangre golpearme las sienes.
Megan se inclinó hacia mí, y en un susurro cargado de tensión, preguntó:
—¿Crees que sea... lo que estamos pensando?
Tragué saliva. —No lo sé... Dios, espero que no...
El silencio volvió, interrumpido solo por la respiración entrecortada de Oliver.
Kathy, sin pensarlo, tomó el celular de manos de Aaron.
—Oliver, soy Kathy. Necesito que me escuches. Ya estás a salvo. Respira, ¿ok? Estamos contigo. Solo dinos qué pasó...
Me giré hacia Ben, con el estómago hecho un nudo.
—Llámale a Gregory —le pedí. Mi voz salió tensa, quebrada. Ni yo me reconocí al hablar—. Solo... márcale. Por favor...
Él asintió y sacó su celular. El ambiente cambió de inmediato. Se volvió helado. Silencioso. Cada pitido de la llamada era una daga que se clavaba más profundo en mi pecho.
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Masked Desperation
हॉररDespués de una fatídica noche, Rosville es amenazada por un sujeto misterioso con una máscara. Alice Burke y sus amigos se verán involucrados en estas olas de asesinatos; ellos intentarán sobrevivir mientras descubren y detienen al de la máscara ¿Po...
