Llegamos a la puerta principal del edificio del Canal 7, y un guardia de seguridad nos detuvo al instante. Su mirada fue rápida, pero vigilante, como si ya estuviera acostumbrado a que personas como nosotros intentaran entrar sin previo aviso.
—Buenas tardes —saludó él con tono profesional, bloqueando nuestra entrada con la palma de la mano—. ¿Sus nombres, por favor, y el motivo de su visita?
Me sentí incómoda de inmediato, mi estómago se retorció. Nunca me había visto en una situación así, tan expuesta. Miré a Ben, buscando algo de seguridad en él, pero él ya estaba tomando la iniciativa.
—Hola, buenas tardes —dijo Ben, su tono serio y firme, como si fuera algo natural para él—. Soy Benjamín White y ella es Alice Burke. Venimos porque necesitamos hablar con Sherry Thomas.
El guardia nos miró con desconfianza y asintió lentamente.
—Lo lamento mucho, pero ahora Sherry Thomas no tiene citas disponibles, ella es una mujer muy ocupada.
Las palabras me golpearon, la frustración se acumuló en mi pecho. Sentí que mis nervios se desbordaban. ¿Cómo íbamos a conseguir hablar con ella? Pero antes de que pudiera decir algo, Ben, con una calma imperturbable, respondió.
—Claro, lo entiendo, pero debe de entender que esto es algo importante. Mire, señor, ¿cómo podemos hacer para hablar con ella? —su voz se mantenía tranquila, pero había una firmeza que no dejaba lugar a rechazos.
El guardia se cruzó de brazos y nos miró con una mezcla de desinterés y profesionalismo.
—No, joven, yo no le entro a eso del soborno. Soy un hombre justo y noble. Miren, mejor váyanse, o llamo a la policía por intento de soborno.
El aire en mis pulmones se detuvo, pero antes de que pudiera protestar, Ben, sin perder la compostura, se inclinó ligeramente hacia el guardia.
—No es necesario llegar a ese punto —dijo, mirando al guardia con una intensidad que no había visto antes en él. Sus ojos se fijaron en el gafete del guardia—. Mire, señor Norberth, creo que usted igual tiene familia a la que alimentar, y todo, no sé... ¿Qué le parece esto? —mencionó mientras sacaba unos billetes de $100 de su chamarra.
El guardia miró los billetes, claramente desconcertado, pero negó con la cabeza rápidamente.
—Joven, eso es mucho. ¿Cómo le voy a aceptar eso?
Ben sonrió levemente, un destello de confianza en su rostro.
—Mire, usted no se preocupe por eso. Mi padre tiene mucho dinero, y si gusta más tarde le puedo dar más. Pero en verdad necesitamos hablar con Sherry Thomas.
De repente, vi algo que me detuvo en seco. En el pasillo cerca de la puerta, vi a Sherry caminando con prisa, al parecer yendo hacia algún lugar. En un impulso, dejé que mi voz brotara con una mezcla de ansiedad y desesperación.
—¡Sherry! —grité.
Ella giró hacia nosotros al escuchar su nombre, su mirada se congeló por un segundo, pero rápidamente se adelantó, levantando una mano hacia el guardia para indicarle que nos dejara pasar. El guardia se quedó quieto por un segundo, pero al ver la señal, asintió y nos permitió pasar.
Mientras nos movíamos hacia la entrada, vi cómo Ben discretamente metió más billetes en la bolsa del guardia, dándole un guiño cómplice. El guardia, con una sonrisa de aprobación, no dijo nada más.
Finalmente, nos encontramos frente a Sherry. Ella nos miró con una expresión seria y algo cansada, pero había algo en su mirada que indicaba que ya sabía lo que queríamos.

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Masked Desperation
HorrorDespués de una fatídica noche, Rosville es amenazada por un sujeto misterioso con una máscara. Alice Burke y sus amigos se verán involucrados en estas olas de asesinatos; ellos intentarán sobrevivir mientras descubren y detienen al de la máscara ¿Po...