—¡¿Emily?! —Mi voz salió más fuerte de lo que esperaba, cargada de una incredulidad que me dejó casi sin aire.
Era imposible.
Parpadeé varias veces, intentando asimilar lo que veían mis ojos.
Ahí estaba ella.
Mi hermana pequeña.
Sentada con total tranquilidad en el sillón del jefe Palmer, con una expresión divertida, como si su aparición no fuera la cosa más impactante y confusa del mundo. La última vez que la había visto, estaba hecha un mar de lágrimas en los brazos de Aarón, destrozada por todo lo que había pasado... ¿Y ahora simplemente estaba aquí, como si nada?
—Hola, Alice. —Emily inclinó la cabeza con una sonrisa pícara—. ¿Adivina quién regresó para quedarse?
Su tono ligero, casi burlón, me irritó más de lo que esperaba.
—No... no entiendo —murmuré, sintiendo una presión incómoda en el pecho—. ¿Qué haces aquí? ¿Por qué? ¿Mamá sabe algo de esto?
Saqué mi celular con rapidez, marcando el número de mi madre. Mis manos estaban heladas, pero no sabía si era por el enojo, la confusión o el miedo.
Llamé una vez.
Dos.
Tres.
Nada.
Como era de esperarse, no respondió.
—Mira, Alice, no sé los problemas que tengas con tu familia... —intervino el jefe Palmer, cruzando los brazos mientras se apoyaba en el borde de su escritorio—. Pero no creo que sea correcto que tu madre ponga a Emily en esta situación de nuevo.
Su tono era serio, desaprobador.
—Creo que tu madre no aprendió la lección la última vez —añadió con frialdad.
Bajé el celular, apretándolo con fuerza.
—Lo sé, señor Palmer, y lo lamento... Lamento que mi madre los esté involucrando tanto a usted como a Sherry. Yo no sabía que la regresaría —dije con la mirada aún fija en la pantalla de mi celular, como si pudiera obligar a mi madre a responder con solo desearlo.
—No te preocupes por mí, Alice, estaré bien —dijo Emily de repente, bajándose del asiento con la misma seguridad con la que había llegado—. Estuve tomando clases de defensa personal, puedo defenderme.
No pude evitar soltar una risa amarga.
—Niña, no es lo mismo —intervino Sherry, con las manos en la cintura y una expresión de exasperación—. Estamos hablando de un sujeto de casi treinta años, un psicópata. A comparación de tu fuerza muscular con la de él, te lleva mucha ventaja.
—Y vuelven a sacar el mismo tema de que soy una niña indefensa —Emily rodó los ojos, claramente harta de la conversación.
—No te ofendas, pero Sherry tiene razón —dije con sinceridad—. Aún eres una niña... y realmente llegaste en una situación no muy buena.
Las palabras dejaron un silencio incómodo en la sala.
Emily nos miró a todos con frustración, su ceño fruncido en una expresión que no le había visto en mucho tiempo.
Y luego, sin decir más, salió de la oficina dando un portazo.
Suspiré.
—No podemos dejarla sola —dije en voz baja.
Palmer asintió.
—Llama a tu hermano, que venga por ella.
Asentí y marqué el número de Aarón.
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Masked Desperation
HorrorDespués de una fatídica noche, Rosville es amenazada por un sujeto misterioso con una máscara. Alice Burke y sus amigos se verán involucrados en estas olas de asesinatos; ellos intentarán sobrevivir mientras descubren y detienen al de la máscara ¿Po...
