Claire en multimedia :)
***
Claire estaba en la cocina preparando pasta para comer. Eran las dos de la tarde y yo seguía viendo la tele, aburrido.
-So is gonna be forever-cantaba Claire desde la cocina-or is gonna go down with flames?-se le veía emocionada con "Blank Space".
El que no estaba emocionado era yo.
Llegué a la cocina. Me estaba empezando a doler la cabeza horrores.
-¡Cállate!-le grité masajeando mis sienes.
-¿Por qué?-cuestionó molesta.
-Porque pareces una foca pariendo-me quejé y fui hacia la nevera. Saqué una botella de agua, pegué un trago y la coloqué en su sitio.
Se tocó el pecho fingiendo estar ofendida.
-Parece que alguien esta de mal humor.
La miré molesto.
-¿Hoy no vas a invitar a esos amigos tuyos que parecen no tener casa?-cuestionó.
-Puede que más tarde-me encogí de hombros.
La miré revolver un caldero con una cuchara. Y luego mí mirada bajo por su cuerpo. Llevaba un pantalón corto de algodón bastante estrechito sin mucho para la imaginación, y una camisilla negra holgada.
Me apoyé en la isla de en medio de la cocina y la observé.
-Eso va en contra de las normas-dijo haciéndome sobresaltar y apartar la mirada.
Carraspeé.
-Em... ¿Qué?-dije algo confuso.
-Déjalo, no tienes remedio. Vigila un momento la comida, voy a llamar a Becca-parecía como un poco apagada justo cuando lo dijo. Estaría pensando en lo que dijo Allison. Puede que no la conociera de mucho pero no era muy de ese estilo.
La paré tomándola de la mano antes de que saliera.
-Espera-miré nuestras manos y luego la aparté rápidamente. Momento incómodo.
-Eh... No le cuentes nada a Becca de lo de hoy... Me matará si sabe que espiamos a Allison-dije sonriendo.
-Vale-y entonces salió.
Claire*
Marqué el número de Becca, que me dio el primer día de clase. Me senté en el mullido sofá.
Contestó al tercer tono.
-Ey, Claire ¿Qué tal?-dijo animada. Desde luego no tenía la resaca que yo tenía.
-Bien... Bueno, más o menos. La resaca me deja con un dolor de cabeza espantoso. A veces vuelve y a veces se va. ¿Qué tal tú?-hablé.
-Bien-dijo secamente pero con ese tono alegre.
-Y... ¿Como está Allison?
-Pues...A decir verdad no tengo ni idea. Anoche me marché yo sola. Creo que había dicho algo de su abuela, que estaba en el hospital, pero no recuerdo bien-admitió.
*Que irónico, esa abuelita tiene un buen cuerpazo*
-Entiendo. Oye ¿tienes algo pensado para esta tarde? Pensé que podríamos hacer algo tranquilo-le ofrecí.
-Oh sí, va perfecto. Pasaré por casa de Jake sobre las cinco-me avisó
-Bien, perfecto-me despedí y colgué.
Cuando llegué a la cocina me encontré con un Jake sin camiseta distribuyendo los espaguetis en dos platos y poniéndoles salsa de tomate y queso rallado. Los había terminado por mí, y eso que dijo que era un mierda cocinando. Sus espaguetis tenían una pinta deliciosa.
-Decías que no sabías cocinar-comenté entrando en la cocina.
-Ya, bueno, digo muchas cosas- se encogió de hombros (esos anchos y musculosos hombros).*Claire, la resaca no es lo tuyo, contrólate*
Y se dirigió con ambos platos al comedor.
Yo lo seguí.
-Pero no te emociones, según el trato hoy será el último día que cocinaré. ¿Recuerdas? Cuando esta mañana te cargué en la espalda-agregó sentándose.
-También recuerdo que me tocaste el culo y me besaste. Has rotos mis normas se acabó el trato-dije sonriente.
-Oh, vamos, ni siquiera fue un beso. Solo tuve mis labios encima de los tuyos como dos segundos y luego me pegaste-añadió y yo me senté.
Negué.
-No pienso cocinarte nada más-sonreí y antes de que pudiera protestar cambié de tema-Esta tarde viene Becca.
-Esta tarde también vienen Cameron y Liam-dijo él.
-Vale.
Y se acabó la conversación. Después de comer me senté en el sofá a ver una película de terror mientras Jake se duchaba.
La chica de la película se acercó peligrosamente a una habitación de la casa encantada desde donde provenía un ruido fantasmagórico.
De verdad que la gente de las películas de terror me desesperaba. Se supone que si estas en una casa encantada completamente sola y escuchas un ruido raro sales corriendo, no te acercas a ver que puede ser.
-No entres-le dije a la televisión, parecía una loca hablando sola-No entres, imbécil, te van a matar, no abras la jodida puerta-seguí diciendo con desesperación.
La música se volvía más rápida e intensa. Igual que los latidos de mi corazón que amartillaban mi pecho.
Cuando la mujer abrió la puerta acompañada de un sonido terrorífico alguien posó su mano en mi hombro haciéndome sobre saltar y gritar por todo lo alto como si me estuvieran matando. Giré rápidamente esperando encontrarme con un vampiro o fantasma nada piadoso. En su lugar encontré al cuerpo de un ángel ante mis ojos. Un jodido Dios griego. Ah, no, es Jake*.
-¿¡PERO A TI QUE MIERDA TE PASA?!-exclamé sobresaltada.
Él comenzó a reírse tanto que tuvo que agarrarse del sillón para no caer.
-Tenías que haberte visto la cara-dijo aun riéndose. No pude evitar como su abdomen resaltaba mientras reía.
*¿Enserio estás pensando en su cuerpo cuando se está riendo en tu cara?*
Después de lo que fueron unos largos segundos paró.
Yo seguí mirándolo con odio.
-¿Ya te has cansado?-pregunté expectante.
Entonces volvió a soltar otra carcajada.
-Sí, tú sigues riéndote, yo iré a por la sartén-hablé y en ese momento se quedó mudo.
Carraspeó.
-Esto...voy a cambiarme-me avisó y empezó a subir las escaleras.
No puse evitar mirar como sus músculos se tensaban mientras subía.
-Deja de comerme con la mirada, Claire.
-No te estaba mirando, idiota-contesté notando como me ardía todo el cuerpo.
Fui al baño para tomar una ducha antes de que Becca viniese. Entré y cerré la puerta tras de mí. Tomé una toalla blanca del mueble de debajo del lavamanos. Luego agarré mi móvil del bolsillo de mis pantalones y lo dejé sobre la tapa del retrete. Puse música, me desnudé y me metí en la ducha.
No sabía cómo volver a mirar a Allison. Tampoco es como si fuera una horrible traición ni nada así. Prácticamente ni nos conocíamos. Pero supongo que pensé que podríamos llegar a ser amigas algún día. Me molestó su comentario, obviamente. Pero no dejaría que me afectara, lo ignoraría, de hecho.
Terminé de ducharme y subí descalza hasta mi habitación. Empecé a ponerme ropa. Opté por unos jeans y una camiseta holgada que dejaba al descubierto un hombro y un asa de mi sujetador. Por supuesto me puse unas zapatillas.
Bajé a recoger el baño con el pelo húmedo. Iba a secármelo con un secador, nada de "secárselo al natural" como muchas hacen, si yo hago eso mi pelo parecería un nido de pájaros. Tocaron el timbre.
Esperanzada abrí la puerta esperando que fuera Becca. Es su lugar me encontré con Liam y... Cameron, eso. Al que le quité los pantalones en la fiesta
-¡Jake, tus amigos sin-techo acaban de llegar!-lo llamé-Cameron, siento lo de los pantalones, en la fiesta, digo. Estaba fuera de mí.
Cameron me miró divertido. Tras él vi como la figura de una chica delgada se acercaba a la casa.
-¡Becca!-la llamé y aparté a los sin-techo para saludarla.
-Tengo muchas cosas que contarte-dijo animada.
Al entrar a Liam se le iluminó la mirada.
-Ey, Becca, te ves ardiente-sonrió coqueto hacia ella.
-Sigue soñando, Liam-dijo ella y se paró para saludar a Jake.
Dirigí una mirada confusa a Cameron.
-Lleva detrás de ella desde que tengo memoria-se limitó a explicar.
Asentí y mire a Jake y a Becca. Ella termino su abrazo y fue hacia las escaleras.
-¿Sabes Becca? Si no fueras mi prima ya te abría dado duro-dijo Jake mientras tomaba asiento en el sofá.
-Das asco Jake, esto es incesto, cuantas veces lo repetiré-se quejó ella haciendo un gesto de desagrado.
-¡Arriba el incesto!-animó Cameron.
Fuimos a mi habitación ignorando los comentarios morbosos por parte de los chicos y cerré la puerta.
-Cuéntame-dije y me senté en mi cama palmeándo a mi lado para que Becca me imitara.
-Tengo novio-canturreó emocionada.
-Wow ¿Quién es?-pregunté emocionada.
-En realidad me he estado enrollando con él desde hace un par de semanas pero dimos el paso ayer-me explicó.
-Pero ¿Quién es?-volví a preguntar curiosa.
-Es Chase-.
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N/A
BOOM! ¿Se esperaban eso?
¿Quien violaría a Cameron? *-*
¿Les ha gustado el cap?
Somos más de 200!
Bs!
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Bajo el mismo techo
Teen FictionClaire se muda sola a Chicago con motivos de ir a una nueva universidad. Para ello alquila la habitación de la casa de una chica; pero no esperaba encontrarse con que la "dueña" era un chico. Era Jake: arrogante, mujeriego y sexy... Empiezan los pro...