Capítulo 43

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Ya conocía aquella sensación. Aquella presión en el pecho que no te dejaba respirar y que casi podía eliminar cualquier sonido proveniente de tu boca. Miedo. Miedo a perderla. Miedo a un mundo sin Claire. No podía pensar con claridad, solo miraba a todos lados con la esperanza de encontrarla pero no estaba. Me giré hacia Becca y Vi comenzando a desesperarme. Aun se oían sirenas cercanas pero ninguna llegaría a tiempo.

-¿Dónde está, Vi?

-Yo, no...

-¡¿Dónde la viste por última vez?!

-¡No lo sé!-gritó y comenzó a sollozar, pero yo no sentí pena por gritarle, solo sentía miedo.

-¡Piensa!-insistí.

Sollozó unos segundos más hasta que por fin aló la vista.

-Arriba, en la segunda planta, ella... Estaba mal, por haberte visto y... y dijo que solo quería estar sola un momento y subió. Dios mío, está...

Pero ya no oí lo que dijo porque de inmediato salí disparado hacia la casa y oí con Becca gritaba que volviera, pero no me detuve. Entré por el gran ventanal del salón cuyos sofás ardían. Me abrí pasó entre el desastre y oí como una columna de madera caía detrás de mí y el corazón me dio un vuelco al pensar que hubiera pasado si me hubiera si me hubiera caído encima. Aparté esa idea de la mente y fui hacia las escaleras que a pesar de estar en parte quemadas, parecían sostenerse. Noté como el humo se infiltraba por mis fosas nasales y tosí al llegar al segundo piso de milagro. Allí el fuego hacía presencia en varias habitaciones pero todas abierta excepto...

Corrí hacia la única habitación cerrada por la que el humo se colaba a través de espacio entre el suelo y la puerta.

-¡Claire!-grité a todo pulmón.

Silencio. De repente sentí nauseas peor volví a gritar:

-¡Claire!

Silencio de nuevo. Ya apenas tenía esperanza cuando un intento de grito se oyó al otro lado de la puerta.

-¡¿Jake?!

-¡El irresistible!-grité con burla porque oírla viva hinchó mi pecho de euforia.

Llevé las manos al cerrojo suponiendo que desde dentro se había bloqueado, pero en cuanto mis manos tocaron el metal de este se apartaron por acto reflejo. Volví a notar como la angustia había presencia en mí. El cerrojo, quemaba, ardía. Apenas podía tocarlo sin quemarme.

-¡Claire! ¡El cerrojo quema!

No hubo respuesta.

-¿Claire?-nada-¡Claire!

Llevé las manos al cerrojo y a pesar de notar como la piel se despellejaba y se quemaba tiré varias veces de él hasta que los solté gritando de dolor. Miré mis manos y una de ellas estaba en carne viva.

-Jake-gimió Claire al otro lado de la puerta-perdóname, por todo lo que hice. Fui una idiota y aun te qui...

-Eso suena a despedida-la interrumpí y volví a toser descontroladamente. Me empecé a notar mareado-escucha ¿quieres que te perdona?-le dije-pues no te mueras, aguanta ¿vale?

Y entonces recordé uno de los tantos episodios de Castle en los que un policía derrumbaba las puertas para pasar a una casa o habitación. Miré la cerradura que al fin y al cabo no parecía muy consistente.

-¡Claire, apártate de la puerta! ¿Me oyes? ¡Aparta!

Estampé mi pie contra el cerrojo, una, dos veces hasta que la puerta se abrió bruscamente. Claire yacía en el suelo a duras penas sobre sus rodillas. Empezó a toser mucho, muchísimo y vi como comenzaba a faltarle el aire. Me saqué la camiseta a pesar del ardor del aire y le tapé la nariz y la boca a modo de mascarilla. La rodeé con mis brazos y la levanté. Conseguimos salir de la habitación cuando oí que las sirenas ya estaban aquí, por lo tanto los bomberos también. De milagro estábamos en frente de la entrada y... fuera. A pesar de oír unos cuantos derrumbes detrás nuestro no me asusté porque ya estábamos fuera, cubiertos de ceniza pero ya podíamos respirar bien.

Becca y Violet corrieron llorando de alegría hacia nosotros y nos abrazaron durante un rato.

-Cuando planeamos la encerrona para que os reconciliarais no pensamos en un posible incendio-dijo Vi ganándose una mirada mía de impresión.

Claire ya respiraba con total normalidad. Y entonces me miró con esos ojazos azules que contrastaban con la gris piel a causa de la ceniza. Y se lanzo sobre mí. La abracé como si el hecho de separarme un centímetro pudiera hacerme perderla. Añoraba todo en ella.

-Te perdono-le dije y ella sollozó en respuesta-en realidad ya lo había hecho hace mucho. Perdóname tú a mi.

Ella asintió y me miró. Acercó sus labios a los míos y me besó dándome lo que había perdido estos meses.

-Te quiero-susurró.

-Te quiero-respondí.

Siguió besándome hasta que se paró a decir:

-Tenemos una mierda de amigas-dijo-nos han intentado reconciliar en medio de un incendio-rió secamente y una lágrima que detuve se había derramado.

La besé de nuevo. Solo necesitábamos eso, perdonarnos, había sido suficiente. Ella se paró a coger aire y apoyó su frente con la mía.

-¿Sabes qué? Me acabo de dar cuenta de que estoy sexy hasta cubierto de ceniza y sudor-comenté logrando que riera de nuevo.

-Sigues siendo el mismo egocéntrico y pervertido de quien estoy jodidamente enamorada.

-Pensé que te iba a perder-solté notando un nudo en la garganta que fue disuelto cuando me volvió a besar.

-Nunca.

Los médicos nos atendieron y se aseguraron de que estábamos bien. Y entonces Claire me preguntó:

-¿Y ahora? ¿A dónde vamos?

-A casa.

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N/A

SOLO QUEDA EL EPÍLOGO! *LLORA*

Lo subiré mas tarde.

BS!


Bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora