Capítulo 32

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Jake puso los ojos en blanco y Salió hecho una furia de la habitación.

-Siento si es tarde pero hace tiempo que no hablamos y... solo quería saber de ti. Es decir, la otra vez no me dijiste nada sobre mi...propuesta-dijo Logan con su tierna voz que ahora, tras lo que estaba haciendo con Jake me sentaba como una mierda.

-Oh, claro, esto...yo... Logan no me pillas en buen momento, tal vez podamos hablar dentro de unos días. Cuando tenga las ideas claras.

-Sí, tienes razón apenas nos vemos de un mes. Y nuestra última relación no salió muy bien. Ha sido precipitado. Ya no estamos en el instituto.

-No-añadí con sequedad.

Me despedí de él y corrí al cuarto de Jake. Ni si quiera toqué, solo abrí y me lancé a su cama. Él se sorprendió cuando me vio encima suyo de la nada pero no sonrió si quiera.

-¿Ya te has cansado de hablar con Don Perfecto?-espetó.

Alcé una ceja.

-¿Estás celoso?-pregunté sin evitar una sonrisa.

Bufó y prosiguió:

-Querida, esa palabra no está en mi diccionario.

-Pues eso está muy bien-sonreí y puse mis labios sobre los suyos. Me correspondió pero luego paró. Fruncí el ceño entre confusa y molesta.

-Tengo sueño-dijo.

Oh, genial. Se le pasa el calentón y ahora me echa. Me levanté de encima de él indignada y bajé de la cama pero noté como me agarraba y empujaba de nuevo a la cama, a su lado.

-Tengo sueño pero no quiero dormir solo-susurró en mi oído y me acercó a él de nuevo.

Sonreí y él apagó la luz.

Desperté y lo primero que vi fue su rostro. ¿Sabéis cuando se sienten mariposas en el estómago? Pues yo sentía Sinsajos.

Jake sonrió de repente y abrió sus tiernos ojos.

*¿En serio? ¿Tiernos ojos? Has caído bajo Claire*

-Estabas despierto-me quejé golpeándolo en el hombro.

-Y he oído como roncabas-añadió con voz ronca y... sexy...*inserten esta palabra en susurro, suena más sexy*.

Me cubrí la cara con las manos, avergonzada. Noté como me besaba una mano y luego la apartó y lo repitió con la otra. Me besó la mejilla y luego bajó al cuello.

-Hoy toca limpieza-avisé con voz ronca.

-Hay muchas cosas que podemos limpiar-susurró en mi oído y luego volvió a mirarme a los ojos-esta sucia ropa, por ejemplo-sonrió y pasó la mano bajo mi camiseta haciéndome cosquilla.

Reí y me aparté de un saltó. Bajé de la cama y lo miré con una sonrisa.

-Tendrá que esperar-dije.

-¿Cuánto?-gruñó.

*¿Cuánto? Buena pregunta* pensé.

Podría ser ahora, o mañana. Una, dos o tres veces. Aquí o en mi habitación, o en el salón. Al fin y al cabo no éramos nada, y no lo seríamos. Ese pensamiento me transmitió una especie de alivio y... ¿decepción?
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N/A
Sé que es enano pero no he tenido mucho tiempo y me sentía inspirada aunque solo fuera un poco.
Bs!

Bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora