Capítulo 1

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Claire en multimedia:)
El taxi se detuvo en seco. Respiré hondo al hecho de tener que bajarme y empezar lo que sería mi primer año de universidad. Se supone que lo empezaría en mi ciudad, como tenía planeado. Pero mis padres fueron compasivos conmigo y decidieron que no me querían en esa universidad, ni en esa ciudad de hecho, ¡ni siquiera en ese estado! Y todo por un pequeño trance insignificante.
FlashBack*
-Dame mi puto papel-dije entre dientes a mi hermano pequeño.
Él sujetaba en su mano derecha unos documentos de los planes de estudio de la universidad a la que había planeado ir. Llevaba toda la mañana molestándome y mi paciencia se agotaba.
-No-se limitó a decir sonriente.
Cualquiera que no lo conociera habría dicho que ese rostro angelical de nueve años era adorable. Con ese pelo dorado y ondulado, y esos ojitos azul cielo. Pero ese niño erauna criatura del mismísimo demonio; era el mismo niño que me había tintado el pelo para mi graduación (ts, iluso, era de quitado rápido) y el mismo que casi me ahoga en mi propia tarta de mi dieciocho cumpleaños. Triste pero cierto.
-Te arrepentirás-le advertí.
-¿A sí? ¿Y qué piensas hacer?-dijo con tono maléfico.
Me lancé encima de él despiadadamente pero Ben era demasiado escurridizo y ya había empezado a corretear por el salón como una comadreja.
Mis padres aun no estaban, era mi momento antes de que regresaran con unos invitados de su trabajo y no sé qué.
Corrí tras el cómo alma que lleva el diablo. Y el cólera se apoderó de mí al pensar todas las veces que me las había jugado. Cuando me quise dar cuenta estábamos en el jardín delantero de casa.
-¡Ven aquí!-grité frustrada, lo alcancé y lo derribé como en un partido de Hockey.
Claire: 1-Ben:0
Forcejeamos unos segundos por el maldito papel hasta que agarró con fuerza mi pelo, salió debajo mío y estampó mi cara contra el césped.
Una.
Dos.
Tres veces.
Claire: 1-Ben:2
Este niño era más listo de lo que imaginé.
Me libré de él y cuando quiso escapar me arranque la zapatilla pero en vez de aterrizar en su cabeza, esta rompió en pedazos la ventana delantera y yo ahogue un gritito pero no me rendí. Ya tendría tiempo para lamentarme, ahora ese niñito tenía que ser castigado.

Luego solo empeoró: prendí fuego parte de la cocina, encharcamos la sala de agua (en mi defensa diré que era una urgencia no quemar la casa entera), tiramos la colección de jarrones chinos de mi madre e hicimos sonar la alarma del coche de mi padre, pero eso no era lo peor. De regreso al jardín delantero por tercera vez intentando atrapar el papel, vi a mis padres pararse, en el caminito que levaba a la entrada, a observar la escena justo con lo que parecían ser sus jefes detrás.
Yo estaba tirada en el suelo boca abajo con Ben en mi espalda tirándome del pelo.
Me bastaron sus miradas para saber que la había cagado.
FinDelFlashBack*
Mis padres se habían cansado tanto de las últimas advertencias que esta última de nuestras travesuras había agotado la paciencia que les quedaba.
Por eso estoy en la otra punta de Estados Unidos. Mis padres me habían dado la opción de elegir la universidad de Chicago entre muchas otras y... ¿Por qué no? Ya no tenía más que perder.
También me daban las posibilidades de vivir en el campus de dicha universidad, ir a una hermandad (cosa a la que me negaba en rotundo) o alquilar una habitación; así como vivir en la casa de alguien pero solo pagando un dormitorio.
La idea me atrajo lo cual opté por ella. Que en realidad no era más que una parte aceptable del castigo.
Este era mi castigo: destruir mis planes, alejarme de mis amigos, de mi casa y de gran parte de mis libertades. Un castigo despiadado por el cual casi le arranco el cuello a mi hermano.
Bajé del taxi y abrí el maletero para sacar todo el equipaje.
Una vez hecho pagué al taxista y éste se marchó. Abrí el papel arrugado con la dirección, que llevaba en el bolsillo trasero de mis jeans. Ojeé el vecindario unos instantes. La mayoría de las casas eran grandes y lujosas. Localicé la que sería en parte mía y me aproximé a la entrada. Era como las otras grande y por apariencia exterior, lujosa.
Esperaba con desesperación que Whitie, la que sería mi casera, no fuera un zorra descerebrada que lloraba cuando no encontraba que atuendo combinar.
Toqué repetidas veces. Pero al abrir la puerta no me encontré con una chica. Era un chico. Alto. Muy alto. No es que yo fuera bajita (era más bien enana) si no que él era alto.

Su pelo se debatía entre ser rubio o moreno, peinado o despeinado. Sus ojos también debatían entre ser verdes, o miel, pero muy bonitos. Tenía labios carnosos y piel lisa y aparentemente suave. Desde luego hacía deporte porque era bastante robusto y musculoso.

*Madre mía, es un Dios Griego* pensé. Pero cambié de opinión radicalmente en cuanto me dirigió una sonrisa arrogante y repasó mi cuerpo con sus ojos verdes, o miel, o como fueran. Fruncí el ceño. Cuando me miraban así me sentía desnuda. E intimidada.
-¿En qué puedo ayudarte?-dijo en tono entre seductor y violador.
Me aclaré la garganta.
-Busco a la casera ¿está por aquí?-dije intentando parecer lo más firme posible ante su intimidante mirada que me analizaba.
-Debes de haberte equivocado, una pena la verdad. Estas casas son muy parecidas, mira bien la dirección-dijo sin más.
Revisé la dirección y miré la casa una vez más.
-Es esta, estoy segura-le enseñé el papel.
Frunció el ceño confundido.
-Busco a una chica, se llama Whitie-añadí.
Abrió los ojos como platos y me miró de nuevo desenfocando la atención del papel, esta vez frunció el ceño y se volvió un poco más serio.
-Yo soy Whitie-afirmó-Jake Whitie.
-¿Qué?-esta vez era yo quien estaba sorprendida.
-Espera ¿Tú eres Collin?-ahora ambos confundidos.
Asentí lentamente sin poder creer la situación.
-Claire Collin.

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N/A
HOLA! He aquí el primer capítulo de la novela (Por si hay alguna duda el nombre de Claire se pronuncia "Cler" ). Estoy tan emocionada, ojalá llegue a conocerse tanto como deseo que pase. Espero que les haya gustado. Les suplico que voten y comenten su opinión, porque me haría muy feliz.
Claire en multimedia.
Besos!

Bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora