Capítulo 39

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Claire*

En la siguiente semana Jake no asistió a la universidad, y de nuevo estábamos como al principio. Volvía por las noches apestando a alcohol y se pasaba el día durmiendo sin salir de su habitación. Casi ni hablábamos. Le había hecho jurarme que no volvería a las carreras hace ya mucho tiempo, pero por desgracia, empezaba a dudar.

Estaba en mi habitación leyendo cuando sonó el teléfono, una llamada de Vi.

-Hola, enana-me saludó con alegría.

-Hola-murmuré notablemente cansada.

-¿Estás bien?

Suspiré.

-¿Ha pasado algo con tu príncipe azul?-volvió a preguntar.

-No, solo...estoy cansada.

-Ajá, y Zack Efron es mi novio.

-¿Zack Efron es tu novio?-me animé a bromear.

-Claire, desembucha.

-Creo que me está mintiendo en una cosa.

-¿Qué cosa? ¿Te está engañando o algo así?

-No en ese sentido, creo que... ha roto una promesa que me ha hecho. ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Fingir que no sospecho?

-Averígualo. Si es así tenéis que hablarlo, pero si no, preguntale qué pasa.

-Gracias, te amo-dije y corté la llamada.

Me cambié de inmediato, ya faltaba poco para las nueve, la hora a la que Jake solía salir. Llamé a Cameron y le expliqué lo que pasaba y en cuanto Jake se largó Cameron ya me avisó para que saliera de casa y fuera a su coche.

-Gracias otra vez-le dije.

-No importa, lo quieres tanto como yo.

Quería decirle que no, que yo no quería a Jake, pero eso era tan falso que ni si quiera habría sido capaz. Seguimos el coche negro de Jake, cosa que no era fácil puesto que se camuflaba un poco con la noche.

-Es cierto que Jake ha estado distante estos días pero pensé que después de la última vez no volvería.

Pues había pesado mal porqué el seguimiento nos llevó justo a donde la últimas vez. Le supliqué a Cameron que se quedara dentro del coche mientras yo iba a aclarar las cosas con Jake, suponiendo que hubiera lago que aclarar.

Bajé del coche y caminé por el transitado callejón hasta la multitud de gente reunida entre la que Jake caminaba. Lo seguí pero de repente me paré en seco en cuanto un víbora se acercó a él y empezó a coquetear. Él no parecía muy dispuesto pero en mi cabeza ya los engranajes ya funcionaban a toda velocidad. El otro día cuando apareció hecho mierda, seguramente estuvo aquí. Pero mi pregunta era: ¿Por qué? ¿Por qué había vuelto? Me había dejado tirada y ni si quiera me lo había explicado. Sentí como se agrietaba un trocito de mi lama con amenazas de romperse. Me había mentido, había roto nuestra promesa y ahí estaba con aquella chica.

La tristeza se desvaneció dejando paso a la ira. Ahora solo quería pegar e insultarlo. Me acerqué por su espalda a paso firme y toqué tres veces su hombro. El se giró y antes de darle tiempo a reaccionar mi mano se había estampado contra su cara.

Se quedó petrificado los segundos suficientes para que me girara y me fuera de allí. Quería mirarlo de nuevo para ver su cara pero eso habría sido rebajarse demasiado. No veía el coche de Cameron, lo cual supuse que lo había puesto en el terraplén más lejano.

-Claire-oí la voz de Jake y por alguna razón me sorprendió esperaba que se quedara allí plantado y no que viniera a buscarme.

Me di la vuelta lentamente ignorando el enorme nudo en mi garganta.

-Me mentiste. Me dejaste cuando tenías lo que querías, y ahí estaba tu segundo plato. ¿Porqué, Jake?-notaba como mis ojos comenzaban a quemarme.

-No es así...

-¡Entonces por qué te fuiste de madrugada cuando ya me había follado!-grité y vi que las lágrimas comenzaban a nublar mi vista, pero seguía evitando que salieran-¿Cuál es tu puto problema?-exclamé.

-¿Mi puto problema? ¿Quieres saber cuál es mi puto problema?-ahora ambos gritábamos-¡Tú! ¡Tú eres mi puto problema! ¿Y sabes lo peor? ¡Que tú eres la jodida solución!

Ahora si notaba el calor de las lágrimas sobre las mejillas.

-¡No es eso! El problema aquí es que eres un cobarde. Sabes que te puedo hacer feliz con la ropa puesta y eso de acojona-repliqué. Me quedé mirándolo unos segundo más y vi como si él se hubiera cavado de dar cuenta de que eso era cierto. Pero ya era tarde.

Quise retomar mi camino pero noté que su mano me lo impedía.

-Espera-lo miré dolida y me aparté ignorando su petición-¿Y ya está?-me señaló y luego se señaló a sí mismo-¿se acabó?

Noté como esta vez la grieta terminó por extenderse y me rompió. Las lágrimas continuaron los prolongados segundos que mis ojos estuvieron sobre los suyos.

-Nunca existió.

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N/A

He aquí otro capítulo para ustedes. Tengo el siguiente capítulo escrito y si quieren tenerlo para mañana pues espero tener las suficientes súplicas en comentarios y también los suficientes votos. El capítulo siguiente para mañana o para más tarde depende de ustedes.

*BUAJAJAJAJAJA QUE MALA SOY!*

En fin... Unicornios para todos!

Bs!


Bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora