El whisky me quemaba la garganta pero me sentía más liberada. Estaba sentada sobre la encimera dando unos tragos largos y relajándome cuando entró Jake y se quedó mirándome. Tal vez fuera porque el alcohol o porque realmente quería pero dejé que se acercara demasiado a mí.
-¿Alcohol para olvidar tus penas?
-Bueno, el alcohol no arregla nada, pero el agua tampoco.
-Touché
Me bajé de la encimera y cogí otro vaso para servírselo. Tomó un poco de él. Esta vez no volví a subirme a la encimera sino que me quedé observándolo recostado sobre la isla y yo apoyada en el pollo de en frente.
Terminé mi vaso y me acerqué a la botella que estaba sobre la isla, a su lado. En vez de verter la bebida dejé en vaso me quedé mirando a Jake a los ojos esperando replicarle muchas cosas que no me salían. Por desgracia mis ojos pararon de nuevo en sus labios e inconsciente mente mordí el mío. Él también miró los míos unos segundos.
Entonces, como si de la gravedad se tratara una fuerza magnética hizo que nos abalanzáramos el uno sobre el otro. Noté la intensidad de sus labios contra los míos y... Dios, se sentía genial.
Eran dulces y cálidos. El beso se intensificó y llevé mis manos a su corto pelo en un acto reflejo. Sentí las suyas que descendían por mis caderas con suavidad, pasaron por mi trasero y finalmente ejercieron presión sobre la parte posterior mis muslos para alzarme y rodear con las piernas, sus caderas. Me puso sobre la isla. Noté como su lengua se abría paso en mi boca y la dejé entrar. Dios, deseaba a este tipo.
Nos separamos por el necesario aire, jadeando frente contra frente y con los ojos cerrados.
-Eso ha estado...-intenté decir.
-Ha estado jodidamente bien-finalizó él-debería haberlo hecho cuando tuve oportunidad.
-¿Qué deberíamos hacer ahora?-pregunté recuperando el aliento pero aun con los ojos cerrados.
-Esto-volví a sentir sus labios contra los míos pero esta vez con más "suavidad".
Me separé yo y me atreví a abrir los ojos esperando que todo fuera real, y lo era.
Sonreí pícara y él hizo lo mismo. Me sobre salté al oír en timbre y bajé de inmediato de la isla.
-Deberíamos repetirlo-dijo sonriendo seductoramente-con menos ropa tal vez.
-No lo creo.
Pero si lo creía, desde luego.
-¿Entonces debo fingir que este no ha sido el mejor beso de mi vida?-preguntó.
Sonó el timbre de nuevo.
Fue hacia la puerta. Aparecieron Cameron, Liam, Connor y Set, o como me gustaba llamarlos, los sin techo. También para mi sorpresa apareció Becca. Cogimos la botella de whisky que minutos antes había estado al lado de Jake y mío mientras... en fin, eso. El pensamiento hizo que notara un calor repentino en las mejillas. Jake se percató y me dirigió una sonrisa codificada. Más tarde cogimos unos vasos de chupitos y nos sentamos en el suelo del salón para jugar al yo nunca he... o yo confieso que...
-Empiezo yo-habló Connor-yo nunca he sido arrestado.
Becca y yo lanzamos una risita y tomamos al igual que Jake y Liam. Camero y Set se dirigieron una mirada de complicidad.
-Wow tenemos a chicas malas por aquí-comentó Connor.
-Ya lo creo-dijo Jake mirándome de nuevo.
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Bajo el mismo techo
Teen FictionClaire se muda sola a Chicago con motivos de ir a una nueva universidad. Para ello alquila la habitación de la casa de una chica; pero no esperaba encontrarse con que la "dueña" era un chico. Era Jake: arrogante, mujeriego y sexy... Empiezan los pro...