-¡Ay!- Recibiste un golpe en el brazo. -¡Boluda, duele!- Rocío bajó el arma -cepillo de pelo- y cambió su mirada de odio por la de entusiasmo.
-¡Todavía no me contaste! -Porque estaban a quince minutos del show y ni Peter ni vos habían abierto la boca para hablar de lo que pasó.
Claro que después de la escenita de la mañana se habían levantado al toque comiéndose las cargadas de todos sus amigos. Lo único que rogaron es que quede entre las paredes del hotel y ustedes cinco.
-¿Qué querés que te cuente? Ya sabés lo que pasó -Sonrieron por inercia.
-Yo sabía que se iban a terminar encamando... igual pensé que iba a ser en tu cama no en la de él. -¿Por qué? No importa. -¿Y?
-¿Y, qué? -Repreguntaste.
-¿Cómo fue? ¿Mejoró? ¿Empeoró? ¿Se cuidaron? -Con ella tenían ese no sé qué de contarse cada detalle cuando de relaciones intimas se trataba.
-Perfecto, sí, no, sí. -Te encantaba contestar por orden las preguntas. Se lo habías copiado a Peter. Un grito agudo salió de la rubia. -No sabés lo que fue, boluda. Hace mucho que no disfrutaba.
-¿Cómo, con Benja ninguna alegría? -Se maquillaba sus propios ojos con sombra negra y algunos brillitos.
-No, no... sí. Todo bien con Benja pero no se... extrañaba a Peter. -Vos te encargabas de ponerte rubor en las mejillas.
-Bueh, ¿tan bueno es en la cama? Quiero probar yo también. -Y le pegaste con el mismo cepillo con el que te había agredido. Ella se rió y te dio a entender que era todo tuyo.
-No es solo eso. -Bueno en la cama. -Lo extraño, extraño todo de él. No sé, Peter me conoce. Sabe qué es lo que me gusta, lo que no. -Se miraban a través del espejo.
-O sea que seguís enamorada de Peter y querés darle una patada en la cola al otro. -Buena conclusión.
-No, a Benja lo quiero un montón. Lo amo, eh. -Le aseguraste porque Rocío ya te estaba mirando con mala cara. -¡No sé, amiga, no sé! -Y te desplomaste en una silla. - Benja es mi novio y siento cosas re lindas con él pero Peter... ¡Ay! Me mueve la estantería completa. Él tiene la culpa porque cada día que pasa se pone más bueno de lo que está. -La rubia solo se rio y te dejó un beso en la cabeza.
Se juntaron los cinco detrás del escenario, juntaron sus manos y contaron entre todos hasta el número 5, justamente. Se abrazaron, se desearon suerte, se miraron, se sonrieron, te besó.
Subiste al escenario como si no habría mañana y te dedicaste a disfrutar de cada canción. Amabas lo que hacías y no lo cambiarías por ningún otro empleo. Las luces se encendieron y miles de gritos de ovación surgieron de las bocas de sus fans. Comenzaba la música y junto a ella bailaste hasta morir, porque eso te apasionaba, sabías que a él le apasionaba y sabías que a las fans le apasionaba que ustedes les apasione. Sí, parece un trabalenguas pero era la cruda realidad.
Luego del show, en el que se dedicaron miles de miradas y no pudiste evitar el impulso de ir a abrazarlo para mirar juntos sus escenas más románticas de la novela que habían protagonizado juntos, el mismo show al que Nicolás se había tirado al público cumpliendo su sueño y todos se asustaron, salieron directo a bolichear. Y otra vez volviste a bailarle a él y sólo a él. Mientras el ritmo de la lambada y el alcohol se apoderaban de sus cuerpos los besos se tornaron incontrolables. Peter le hizo una seña a sus compañeros-amigos-socios de que ustedes dos se volvían al hotel. También les hizo otra seña para que entiendan que si los volvían a interrumpir iba a correr sangre.
Y llegaron a los besos a tu habitación. De repente te agarró un ataque de risa y no lograste seguir.
-Concentrate, Lali... -Te rogaba él intentando capturar tus labios. Estaba apoyado en la puerta y vos hacías puntitas de pie para besarlo.
-No puedo. -La risa te consumía. -Es que estás desesperado. -Entonces te separaste y comenzaste a sacarte los zapatos de taco alto. Lo dejaste ahí pagando.
-¿Cómo querés que esté? Los bailecitos del show me los banco pero la lambada me calienta... -Guaso como ninguno. Te volvió a abrazar por detrás cuando vos te retiraste la camisa violeta de tu cuerpo. -Encima te desnudas sola, dejame participar. -Pusiste sus manos en tu short negro y esperaste a que él comience con su trabajo. Te lo quitó con movimientos un poco torpes porque sí, estaba desesperado como lo calificaste vos.
Volviste a separarte de él sin saber como porque sentías que sus brazos estaban por todo el cuerpo -dejame decirte que ni yo entiendo como podes alejarte de semejante bombón- y fuiste hacia el baño. Encendiste el jacuzzi.
-Ahh picarona... -Te diste vuelta, todavía riéndote, y lo encontraste apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.
-Yo me quiero bañar, vos no sé. - te paraste adentro del jacuzzi y sabías perfectamente que él te estaba relojeando de punta a punta.
-Yo también me quiero bañar. -Se comenzaba a acercar.
-No tenés jacuzzi en tu habitación. -Te encantaba histeriquearle.
-Acá entramos los dos. -Peter resolvía todos los problemas.
-Estás vestido todavía. -Tenía la chomba azul y el jean del mismo color.
-Desvestime. -Te ordenó, vale aclarar.
-No. -Risas de parte tuya. Y te relajaste sobre el jacuzzi.
-¿No? -Volviste a negar y apretaste un botón para que las burbujas se hagan presentes. - Bueno, me meto así. -Se tiró sobre vos con ropa y todo. Más risas de tu parte. -Me parece a mí o el alcohol de Perú te pega fuerte. -Afirmaste y seguiste con tus risas.
Otra vez volviste a sacarte tu ropa interior y usaste un poquito de fuerza para sacarle la ropa a Peter que ya estaba toda mojada. Te encantaba hacer esa parte del trabajo y a él le encantaba que lo hagas. Lo agarraste del pelo obligándote a que te bese -como si el flaco no quisiera- y se hundieron bajo el agua.
-¡Uy, estas re borracha! -Te dijo con poco aire cuando salieron a la superficie.
-Estoy alegre solamente. -Obvio que lo dijiste con risas mientras le besabas el pecho.
-Ya está Lali, ya fue. Andá a acostarte. -Y él ya se estaba preocupando.
-No, no quiero en la cama, quiero acá. -Señalaste el agua y te sentaste sobre Peter. El de las carcajadas ahora fue él.
-¿No te gusta en la cama? -Comenzó a aprovecharse de tu coma alcohólico. Negaste. - ¿Y en dónde te gusta? -Te besaba el cuello porque le encantaba el sabor del agua sobre tu piel. "Acá" y con tus manos salpicaste un poquito. Te empujó hacia atrás y de un momento a otro lo sentiste dentro tuyo. - ¿Por qué no le decís a tu novio que se compre un jacuzzi? -Te preguntaba como podía mientras se encargaba de moverse. "No" fue lo único que pudiste contestar consumida en la pasión y el agua que te entraba por la boca debido a tanto traqueteo. -Si queres... -Volvías a posicionarte sobré él para participar un poco de aquel acto de amor. -... voy a tu casa... -Y tratabas de concentrarte en lo que decía. -... y me decís en donde te gusta. -Y te reíste por lo que dijo y por el calor que sentías en todo tu cuerpo. Apoyaste tu cabeza en su hombro y dejaste que él mueva tu cuerpo porque tu consciencia ya no lo permitía.
-No estaba borracha. -No hacía mucho habían terminado de hacer el amor pero seguían con sus cuerpos bajo el agua. -Fue una excusa.
-Igual esto no queda acá. -Porque ahora se te venía la noche.

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Secretos Laliters
FanfictionSinopsis: El primer amor es el más fuerte, se vive con más pasión, más energía, más emoción y más adrenalina. Durante esta etapa haces muchas cosas que nunca pensaste que harías, compartis momentos con la persona a la cual más amas, la que es tu mun...