Ocho.

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Una camisola blanca con flores en rosa y celeste más un jean clarito y unas chatitas que dejaban marcado tu metro cincuenta fueron a parar a tu cuerpo. Una remera roja con una inscripción en negro, unos jeans azules y un par de zapatillas deportivas fueron a parar al de tu novio -hablamos de Benjamín-.

Llegaron a la casa de tus padres en auto y entraron con tus propias llaves, no daba tocar timbre. Abrazaste a tu familia que no la veías desde que te fuiste a Perú, una semana más o menos, Benjamín se encargó de dejar un beso a las mujeres y un choque de manos a los hombres.

Padre, hermano, tío, primos y pareja se juntaron en el patio y comenzaron a preparar el asado mientras hablaban de futbol. Vos junto a tu mamá, tu hermana y tu tía fueron hacia la cocina a empezar con la ensalada, una picadita y chusmear de todo un poco.

-Sí, nosotros vimos algunas fotos que los fans subían a internet. -Comentaba Majo mientras saboreaba la ensalada. Ya estaban todos alrededor de la mesa de madera en el patio y charlaban de los últimos sucesos.

-Yo las únicas que vi fueron las que estabas con Peter bailando. -Se metía tu primo, el más grande, para generar conflicto. Comenzaste a chocar tus dedos en la mesa cubierta con un mantel de plástico cuadrillé rojo, signo de nerviosismo. Patricio, tu hermano se rio dejando ver la carne semi masticada en su boca.

-Nos dijeron que iba a ver una sorpresa y todavía no escuchamos nada. -Dijo Benjamín con una sonrisa intentando no atacar con el cuchillo a tu primo.

-Mmm sí, -Ana, tu hermana, se ponía contenta porque era su momento. -Bueno con Dani decidimos que él le cuente a su familia y yo a la mía.

-¿Te vas a casar? -Interrumpió Pato mientras se limpiaba la boca con la servilleta.

-Callate, boludo. -A tu viejo se le hacía caso. -Arruinas el momento.

-Igual no es eso. -Se le infló el pecho y se acarició la panza. -Estoy embarazada.

Las mujeres se pusieron a gritar de la alegría, dejando sordos a los hombres. Te levantaste de golpe y fuiste a abrazar a tu hermana, la apretujaste con fuerza y le diste unos cuantos besos en la mejilla. Obviamente que toda tu familia la felicitó y a tu papá se le cayeron un par de lágrimas advirtiendo después que "si no se hace cargo avísame que lo mato". Hasta tu novio se dio el tupé de acariciarle la panza. El almuerzo continuó con un brindis por el nuevo miembro de la familia y las charlas se destinaron a quien habitaba en la panza de Ana.

-¿Y ya tienen pensado algún nombre?- Consultaba tu tía mientras agarraba un poquito de helado de crema del cielo. Era el turno del postre.

-Sí, estuvimos pensando. Si es nena le vamos a poner Clara... -lindo nombre. -... y si es nene Santino. -Y te ahogaste con tu propia saliva.

*****

-Desalmada y maleducada. -Recordaste capítulos anteriores.

-¡Ay ,que pasa! -Claro, la habías llevado de golpe a tu viejo cuarto luego del almuerzo.

-¡Mala hermana! -La acusaste. -¿Cómo le van a poner Santino al pobre pibe?

-¿Qué tiene? -El embarazo la ponía en estúpida.

-¿Qué tiene? -Le hiciste burla. -Es el nombre que había elegido con Peter para nuestro hijo. ¡Me lo cagaste!

-Pero si ya no estás más con Pet... -Y cayó. -¿Volvieron? -Abrió la boca de par en par.

-S... no... ¡NO! bueh... s... -Se te trababa la "i".

-Mirá, Mariana Espósito. Vas a la heladera, abrís el frezzer, sacas el helado que sobró, y me contás todo. -A la orden.

Secretos LalitersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora