Veinte.

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Domingo 29 de julio de 2012

La distancia
Nos lleva a otros rumbos
Caminos distintos
Que no tienen vuelta hacia atrás...

-Mmm. - Y te despertabas con Peter arriba tuyo intentando pasar más allá de los límites. Buscaste su boca y enredaste las piernas en su cintura para disfrutar.

-Buen día... - ¿Cómo no iba a ser un buen día si lo empezaban de aquella manera?

-Buen día, mi amor...

Estiraste un poco los brazos por encima de tu cabeza y decidiste distraerte con los movimientos que hacía Peter. No pensabas mover un pelo, así la estabas pasando bien.

-¡NO! ¡Perdón, perdón! -Bautista entrando a la habitación, mirando horrorizado, cubriéndose la cara, corriendo hacia la cocina.

El tiempo aliado en el mido que cambia el destino
Congela las ganas de amar...

-¡¿Qué haces acá, pendejo?! -Peter saltando en un pie mientras se ponía el pantalón. Lo golpeó para que reaccione.

-Vine a buscar las entradas para hoy. -Pero su cara todavía estaba hechizada.

-¿Cómo entraste? No escuché el timbre.

-Mamá me prestó las copias de las llaves. ¡Yo que iba a suponer que estabas haciendo la cochinada con Lali!

-Hola Bauti... -Caradura te dicen.

-Ho... ¡Ah, bueno! Encima con la de Alumni. - Porque su remera se había vuelto pijama por las noches, para esas noches.

-¿Me queda linda? -A vos te encantaba como el menor de los Lanzani quedaba mudo con tu presencia.

-¡Mariana! -Peter celoso.

-Así que... tengo que suponer que no vas a perder la virginidad conmigo. -Siempre va a ser así de chamuyero, sabelo.

-¡Bautista! -Le iba a dar un síncope con ustedes dos.

-Hace tiempo, papito.

-Acá tenes las entradas. Te llamo un remis para que vuelvas y pienses en lo que hiciste.

-No hace falta, papá me prestó su auto.

-¿Con cuántos árboles te chocaste? -Se tapaba los oídos para no escuchar.

-¡No choque! Sólo le hice dos raspones a un auto pero fue por una buena causa.

-¡Progresaste! -Vos le festejabas.

Se han quedado en la luna
Los ciegos abrazos...
Se ha llevado la noche
Lo que fuimos una vez tu y yo...


Y mientras Bautista bajaba por el ascensor, todavía traumado, ustedes volvían a fijar sus labios.

Mientras Bautista cruzaba el hall de entrada y cruzaba miradas con Cami en cámara lenta, Peter te quitaba tu/su remera de Alumni.

Mientras Cami saltaba de alegría porque ser laliter era lo más, vos luchabas con el pantalón de Peter.

Mientras Bautista daba vuelta la cabeza para perderse en los movimientos, descontrolados, de Cami. Peter te tiraba contra el sillón.

Mientras Cami llegaba a su departamento haciéndose pis de la emoción por el "tengo entradas para ver a mi hermano, te espero a las ocho. Vamos en auto" de Bautista. Ustedes dos se miraban a los ojos y comenzaban el día de la mejor forma.

No tiene sentido
Si no hay un motivo
Un beso para respirar...

Se han quedado en la luna
Los ciegos abrazos
Se han llevado la noche
Lo que fuimos una vez tu y yo...

-¡Espera! Quiero hablar con vos... -Peter entraba a tu camarín y te empujaba hacia atrás agarrándote de la cintura.

-¿Ahora? Faltan cinco minutos... hablemos después.

-No, no. Es cortito lo que te voy a decir.

-¿Qué pasa? -Enredabas tus manos en su cuello.

-Es que... te quería hablar de cuando nosotros nos separamos. -Que rompe bolas.

-¡Ay, Pitt! ¡Ya fue! Pasó hace un montón.

-Sí, pero... solo te quería decir que esa separación, por más que la pasamos mal, nos hizo bien. O por lo menos a mí me hizo bien. Aprendí a valorarte más que nunca y a amarte cada día un poquito más. -Te mordiste el labio.

-Te amo, Pipu. Y no quiero que pienses más en eso.

-Entonces ¿juntos para siempre?

-Para siempre. -Te alzó para que quedes a su altura y chocaron labios entre sonrisas.

-Mírame, mírate... Como hemos cambiado. Mírame, mírate... Ahora nada es igual. Mírame, mírate... Ya no te siento a mi lado. Mírame, mírate... No podemos volver hacia atrás...-Los cinco sentados en el escenario entonaban la última estrofa de la canción entre miradas y sonrisas. El Gran Rex estaba lleno, era el último día de vacaciones de invierno.

-¡Atención, atención! -Nico, Gastón y Rochi corrían detrás del escenario. Peter con el micrófono en mano te agarraba para que no escapes. Una luz los ilumino y voz no entendías qué estaba sucediendo. -diez, nueve, ocho... -Y las fans contaban con él porque estaban locas de amor como vos. -... siete, seis, cinco... -Los productores preguntándose qué estaba pasando, el baterista poniendo un poco de suspenso con música. -... cuatro, tres, dos, uno.

-¿Qué pas. -Y no pudiste terminar que sus labios se estamparon contra los tuyos impidiendo que respires. Las tres mil quinientas fans -más otras cien mil que seguían el show a través de los comentarios por twitter- gritaban, lloraban, sacaban fotos, seguían gritando y escribían mensajes con palabras inexistentes para demostrar su emoción.

Ustedes seguían chocando las lenguas y nadie se enteraba que, debajo del escenario, Bautista hacía lo mismo con Cami -porque siempre iba a copiar a su hermano mayor-. Las cámaras los enfocaban para que todo quede en pantalla grande y quién sabe quién tiraba fuegos artificiales en el obelisco.

Pero el mayor de los secretos lo voy a contar dentro de un rato.

Secretos LalitersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora