"-Champú con esencia de almendras para tener un día Keff.
-¿Y por qué no, muy Keff?"Un viaje de tres días por la ciudad de Israel fueron necesarios para grabar nuevos comerciales de Keff y tomarse una mini luna de miel para celebrar su reconciliación luego de tanto tiempo separados. Aunque el trabajo era mucho se las ingeniaban para estar a solas. Disfrutaban negar su relación y disfrutaban guiñarse un ojo cada vez que un entrevistador realizaba la famosa pregunta, los fans no eran estúpidos pero esa era su forma de amarse.
Ahora los esperaba una cena en familia. Decidieron que no estaría mal una comida todos juntos para celebrar su reconciliación. La casa de tus padres era el lugar de encuentro.
-¡Ay, hace tanto que no te veo, corazón! -Claudia ingresaba a tu hogar con una ensalada en la mano derecha. Te abrazó con la izquierda.
-¡Que linda que está mi, otra vez, yerna! -Ese era Juan halagándote, como siempre.
-¡Al fín te diste cuenta que mi hermano es el más groso! -Juan Martín sostenía el kilo de helado -Peter se encargó de que sean tus gustos favoritos- y dejaba unos cuantos besos en tu mejilla.
-Si se dejaran de pelear podemos evitar todas estas cenas. -Juan Pablo odiaba todo lo que sea formal. -Igual te extrañe petizurri. -Y vos extrañabas su forma de llamarte.
-Mira que no quiero limpiarle más lágrimas al boludo éste. -Juan Bautista entraba con dos botellas de vino en las manos, vos le respondiste con un golpe en la cabeza. Lo querías un montón.
-Mi familia te ama. -Por último, Juan Pedro revoleando las llaves del auto familiar. -Y yo también te amo.
Martín salió al patio a ayudar a tu viejo con el asado, eran los mejores. Peter felicitó a tu hermana por el embarazo haciéndola girar despacito, estuvo toda la noche pidiéndole ser padrino de Santino. Pablo se tiró en el sillón para dormir el tiempo que duraba la cocción de la carne. Tu mamá y Claudia se pusieron al día con las charlas en la cocina, después de dos años había mucho que contar. Patricio y Bautista conectaron la play en la habitación del primero para jugar hasta que vos diste el aviso que la cena estaba servida, es decir, hasta que Peter fue a retarlos porque no te hacían caso.
Vos te dedicabas a mirar todo lo que ocurría alrededor con una sonrisa de oreja a oreja. Claudia y Majo se sentaron juntas para seguir cuchicheando, ahora era el turno de sacarle el cuero al gran Bauti y las cuatro materias que tiene en febrero. Los hombres, padres de familia, se intercambiaban tips para lograr un asado de lujo y ya pusieron fecha para un partido de futbol. Patricio y Pablo se pasaban la ensalada de plato en plato porque tenía mucho vinagre y era incomible. Bautista lanzaba una cadena de malas palabras a Martín que fue el encargado de tirar una copa de vino sobre el mantel de tu vieja. Con el alcohol no se jode decía el menor. Peter seguía con las súplicas a tu hermana, la cual lo paró con un grito diciéndole que ni loca dejaba que su hijo tenga un padrino como él, pero que estaba orgullosa de que tenga un tío tan lindo. Sí, siempre ibas a sonreír.
Luego de un brindis por la, nuevamente, feliz pareja, que todos les pidan por favor que no se vuelvan a separar y que ustedes juraran que ni locos lo volverían a hacer, llegaba el postre.
-Estuviste muy callada en la cena. -Peter y vos sentados en el patio con un potecito de helado cada uno. Tomaban un poco de aire.
-Sí. Extrañaba un poco todo esto.
-Nosotros te extrañábamos mucho a vos. -Era increíble como habías hecho estragos en la familia Lanzani. Se ganó un beso.
-¿Qué vamos a hacer ahora?
-¿Con qué? -Y dejó el pote de helado vacío a un lado para abrazarte un poquito.
-Con lo nuestro.
-¡Otra vez vamos a cortar, Lali! ¡Basta!
-No. -Y te reíste. -Ni borracha te dejo. Digo que si vamos a hacer pública nuestra relación o no.
-No se... ¿vos querés? -Elevaste un hombro. -Algún día tendríamos que hacerlo, no creo que nuestros hijos puedan ocultarse por mucho tiempo.
-Ahh, eso. ¡Ahí te quería agarrar! -Arqueó las cejas y sonrió. - Toda la noche franeleándote con mi hermana, maleducado. Esa criatura ya tiene padre no hace falta que le acaricies la pancita todo el tiempo.
-Pero va a ser mi sobrino. Tiene que sentirse querido, che. -Él estaba feliz.
-Demasiado querido se sintió. -Vos celosa como nunca. Tomó tu cara con las manos y te acarició con los pulgares.
-¿Vos te sentís querida por mí?
-Obvio. -Nariz con nariz, boca con boca.
-¡Uy! Perdón, perdón. No sabía que le estaban entrando a la lengua. -Bautista interrumpiendo.
-¡Pendejo! ¿Qué querés? -Peter también tenía su forma de quererlo.
-Nada... venía a hablar con Lali. -Y tu novio te encerró más en su cuerpo.
-¡Buscate una novia!
-¿La, querés ser mi novia? -Vos te reíste, Bauti también. Peter no. -¡Dale, boludo! Quiero hablar con ella no me la voy a comer.
-Anda, Pitt. -Y le diste un beso. -¿Qué pasa? -Le preguntaste a tu cuñado una vez que quedaron solos.
-No nada, en realidad quería que Peter se ponga celoso...
-Bauti... -Canturreaste. -Conmigo no.
-Bueno... -Se rio de los nervios. -Te quería decir que te extrañaba y que nadie me golpea como vos.
-¡Ay! -Y este pendejo te iba a hacer llorar. Despeinaste sus pelos rubios y lo abrazaste. - Yo también te extrañe... sos mi cuñado preferido.
-Entonces... ahora que estamos más cuñados que nunca. -Chocaron manos. -¿Me haces un favor?
-No te voy a dar un beso en la boca. -Una advertencia nunca viene mal.
-No, no es eso. Aunque mal no estaría. -Eras su amor platónico. -¿Te animas a cubrirme de tu hermano? Es que le rayé el auto en la entrada.
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Secretos Laliters
FanfictionSinopsis: El primer amor es el más fuerte, se vive con más pasión, más energía, más emoción y más adrenalina. Durante esta etapa haces muchas cosas que nunca pensaste que harías, compartis momentos con la persona a la cual más amas, la que es tu mun...