Estacionaste el auto en la entrada de tu casa y giraste tu cara para verla. Sentiste tu mirada durante todo el día y todo el viaje. Y ahí la viste, sentada en el asiento del copiloto, apoyando todo su cuerpo en el respaldo y con una sonrisa inmensa en la cara.
-¿Por qué me miras tanto? -Te desabrochaste el cinturón (de seguridad, no pensemos cualquier cosa) y también el de ella porque no iba a mover ni un pelo.
-Porque sos muy, muy pero muy lindo. -Y aprovechó que te tenía cerca para besarte un ratito.
-Vos también sos muy, muy pero muy linda y no te ando mirando todo el tiempo.
-Entonces sos un masoquista. ¿Sabías que tenes la cara cuadrada? -Sacaste una carcajada porque no esperabas ese giro en la conversación. -¡En serio! La tenes más grande. -A la cara. -Todo tu cuerpo está más grande.
-Es el rugby. -Mariana se mordió el labio porque te amaba cuando te ponías en cancherito.
-¿Te queres casar conmigo? -Ahora te sacudió los pelos.
-¿Me lo estás proponiendo?
-No, digo si te gustaría casarte conmigo.
-Sabes que sí. ¿Qué te pasa que estás tan rara? -Elevó un hombro y la besaste por otros segundos.
Bajaste rápido del auto para dar la vuelta y abrirle la puerta a ella como todo un caballero. Le tendiste la mano y la agarró con mucho gusto. Pisó la vereda y te esperó apoyada en el portón negro hasta que abras, dieron un par de pasos más y tuvo que volver a esperarte, ahora en una pared blanca, para que abras la puerta de entrada. Dejaste que pasara primero y a penas te descuidaste te abrazó por detrás apoyando su cabeza en tu espalda -no llegaba a tu hombro-. "¿Estamos mimosas?" y sentiste como afirmó con la cabeza. "¿Qué te parece si vamos a darnos una duchita los dos?". Pero no pudieron hacer nada porque las voces de tu hermano -Juan Bautista Lanzani- junto al de una chica un poco escandalosa -claramente Cami-, llegaban desde la entrada. Corriste un poco la cortina y confirmaste tus sospechas, le tapaste la boca a Lali antes de que pueda preguntarte por qué te pusiste tan nervioso de golpe (aclaremos que ella ya estaba pensando que alguna de tus "conquistas de soltero" se acercaba ¡o peor! Brisa). La empujaste para quedar los dos detrás del sillón y esperar que los adolescentes entren.
-Pasá, pasá. -Tu hermano era caballero como vos y dejaba que ella ingrese primero. Cami entró con la boca abierta y la cámara de fotos en mano, o sea... ¡estaba en tu casa. -Dejá las cosas por acá.
-¿Puedo pasar al baño? -Bautista miró la cámara. -¡Mira que no es para sacarme fotos, es que me estoy haciendo pis. ¡Dale, dale, dale!
-Sí, es por allá. -Le señaló el de la planta baja.
-¿El cepillo de dientes de Peter de qué color es? -Vos te reíste y Mariana quería salir de su escondite para agarrarla de los pelos. -Nah, joda. ¿El de Pepo? ¡Chiste, chiste! Mirá, te dejo la camarita en las manos para que veas que no estoy emocionada por estar acá. -Pero se fue saltando y gritando. Ustedes dos salieron de detrás del sillón y Bautista los odió un poco.
-¡¿Qué hacen acá?! -Les preguntó con los ojos abiertos de par en par.
-Nos íbamos a bañar. -"por separado" concluiste la oración de tu novia. -Pero ustedes nos arruinaron todo el plan.
-¡No! Ustedes arruinaron el mío. -Cuatro ojos se posaron en vos.
-Perdón, Bau me olvidé. Hagamos una cosa, nosotros nos vamos a la habitación porque quiero suponer que ustedes no van a querer ir allá y tienen toda la sala. -Pero antes de ponerse de acuerdo, Cami salió del baño y arrastraste a Lali hasta las escaleras.

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Secretos Laliters
Fiksi PenggemarSinopsis: El primer amor es el más fuerte, se vive con más pasión, más energía, más emoción y más adrenalina. Durante esta etapa haces muchas cosas que nunca pensaste que harías, compartis momentos con la persona a la cual más amas, la que es tu mun...