IV

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Llegó la navidad más rápido de lo que imaginé, y con ella, mi cumpeaños.

Ese día me dejaron dormir hasta tarde, lo que me encantó, pero al ir a la cocina me encontré a mis compañeros rodeándome y a la cocinera acercándose a mí con un pastel y una brillante vela en el centro.

Mentiría si dijese que no me sorprendió.

Me cantaron y pidieron que pidiese un deseo antes de apagar la vela. Entusiasmado me acerqué, y pensé en mi deseo, pero una frase cruzó por mi mente.

"Nunca crezcas Peter"

Y la vela se apagó.

Pero no estaba feliz, ya que si celebraba mi cumpleaños, significaba que crecía.

Y rompería mi promesa.

Tiré la tarta de la mesa, y esa fué mi última fiesta.

Hasta que llegaste tú.

Cartas a Wendy [#1.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora