Quiero decir que el tiempo sin ti pasó deprisa, y que en menos de un abrir y cerrar de ojos ya estaba a tu lado.
Pero mentiría.
Los segundos eran tediosos y los días me parecían semanas y los meses años.
Me esforcé, mucho.
Tanto que me subieron de curso en medio del año ya que veían en mi una gran capacidad.
Los niños perdidos estaban asombrados con mis calificaciones, sin embargo, solían quejarse de que me estaba volviendo menos divertido y algo solitario.
Y en cierto modo, era cierto.
Mis juegos por minuto se habían reducido a visitas los días libres a nunca jamás, si a Campanilla le apetecía. Y mi contacto con mis amigos se vio limitado en los descansos y comidas, ya que estudiar ocupaba mucho de mi tiempo.
Aún así, eso no quitaba que entraramos de vez en cuando a robarle un par de bizcochos a Madelen o hacer rabiar al profesor de literatura escondiendo su preciado libro.
Eran unos clásicos que no podían faltar en mi vida cotidiana.
Por no hablar de la visita diaria a Amanda, que los días que no era por castigo yo iba por mi propio pie a verla.
Pero de alguna forma, mis días eran más monótonos y lentos sin ti
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Cartas a Wendy [#1.5]
ContoCartas dirigidas a la chica que nunca las llegaría a recibir. Acabando abandonadas en un pequeño cofre; y ahí, en el fondo del cajón, quedaron ocultos los pensamientos de Peter Pan. #472 historia corta 21/09/16