Quiéreme, profesor.

Capítulo 33.

Escribo tan rápido que incluso puedo a llegar a decir que mi letra no se entiende. Faltan solo cinco minutos para entregar mi examen, y justamente en ese mismo momento, lo recuerdo todo. La mano me duele a causa de escribir tan rápido y los dedos empiezan a fallarme.

-Quedan dos minutos - anuncia nuestro profesor.

Acabo de escribir lo último que me queda, pongo mi nombre y apellidos y reviso todo. Miro rápidamente todas y cada una de las respuestas para ver si tengo algún fallo o alguna está mal. Parecen estar bien.

-Entreguen los exámenes, por favor.

Una gran cantidad de alumnos se levanta, me incluyo, y nos dirigimos a entregar el examen. Temblorosa, le doy el mío a mi profesor y vuelvo a mi pupitre para recoger las cosas e irme.

Salgo del aula y me encuentro sentadas en un banco del pasillo a Nuria y Cristina.

-Hola - saludo.

Ambas desvían su mirada hacia mí, me sonríen y nos dirigimos hacia la salida.

-¿Qué tal el examen?-pregunta Cristina.

Bufo.

-Espero haber aprobado...

-Si no tírate a tu profesor, como con Federicco.

Mato con la mirada a Nuria.

-¿Eres muy graciosa, no?-pregunto con sarcasmo.

Ella asiente y ríe.

-Por cierto, ¿sabéis más de él?

Las dos niegan con la cabeza y yo me encojo de hombros. Ha trascurrido dos años desde entonces, los sentimientos hacia él ya no son tan intensos, e incluso puedo llegar a decir que ya no le amo.

Al salir de la universidad, nos subimos al coche de Nuria y yo aprovecho para mandarle un mensaje a mi novio.

Lucía: " Ya he salido, espero aprobar, ¿luego nos vemos?"

Bloqueo mi teléfono y lo meto en el bolso.

-Os tengo que contar una cosa...- anuncia Nuria mientras paramos en un semáforo en rojo.

-¿El qué?- pregunta Cristina.

-Creo que Carlos me es infiel - murmura.

Cristina se voltea desde el asiento de copiloto y me mira. Yo, sorprendida, contemplo a Nuria y me atrevo a preguntar.

-¿Cómo lo sabes?

-Está distante conmigo... Ya ni siquiera me habla.

Suspiro.

El semáforo se pone en verde y Nuria arranca el coche. Vamos a ir al restaurante de Carlos.

-¿Estás bien?- pregunta Cristina.

-Tú también lo viviste, así que imagínate.

Cristina asiente y me mira preocupada.

***

Al llegar al bar, Nuria y Cristina toman asiento mientras yo voy a pedir la comida y la bebida pero en verdad miento. Me acerco a la barra y veo a Carlos flirteando con una chica.

-Está casado - me dirijo hacia la chica.

Ella le mira sorprendida y se marcha. Carlos, cuando me ve, frunce el ceño y se acerca hacia donde estoy.

-¿Pero qué haces, Lucía?

-¿Quién te crees que eres?- le pregunto. - ¿Esta es una más de tus conquistas? ¿Te crees que puedes hacerle daño a Nuria?