El mes de septiembre pasa rápidamente junto al mes de octubre, noviembre, diciembre y todo el primer año de universidad.
Nuria, al principio del primer año, seguía en su faceta de piernas abiertas para cualquiera que se le antojase, pero en diciembre, tras acostarse con un chico llamado Carlos, se enamoró. Empezó a investigarlo al poco tiempo de acostarse con él y cuando supo dónde trabajaba, iba a acosarle diariamente. Carlos nunca se quejó, más bien le gustaban los acosos provenientes de Nuria.
Cristina sigue manteniendo su relación con Pablo pero la distancia es difícil entre los dos. Sé que antes no mencioné nada, pero Pablo tuvo que irse a Salamanca a estudiar en la universidad de allí. Cuando Cristina se enteró, se emocionó por él y disfrutaron cada día de los tres meses de su verano juntos. Al empezar el mes de septiembre, teníamos que estar apoyándola y subiéndole el ánimo ya que cada día recordaba que Pablo no estaba allí con ella. Seguían manteniendo su relación, él iba fines de semanas a verla y viceversa. Sabían los dos que no era lo suficiente y que necesitaban más, pero por el momento se adaptaban a aquello.
Mi relación con Eric está bastante bien. No mentiría si os digo que aquellas mariposas que sentía antes al verle se convirtieron en un sentimiento bastante profundo hacia él.
***
El timbre suena y recojo todo lo que hay en mi pupitre, me despido de mi compañera de mesa y me dirijo hacia la salida de la universidad.
Al llegar, están allí Nuria y Cristina charlando, pero cuando me acerco sus rostros se tornan preocupados.
-¿Qué pasa?
-Vamos a comer al bar de Carlos y te cuento.
Asiento y nos encaminamos hacia el bar. Durante el camino, Cristina nos cuenta cómo pasó su fin de semana en Salamanca junto a Pablo.
Mientras habla me permito el lujo de ver cómo sus ojos brillan cuando habla de él, y recuerdo que los de Pablo también cuando habla de ella. Ambos están enamorados de verdad, aunque tan solo lleven casi un año.
Al llegar al bar, Nuria va corriendo hacia detrás de la barra y besa a su novio, Carlos. El castaño claro le rodea la cintura y le besa la mejilla para después saludarnos a Cristina y a mí.
Nos indican una mesa, y al sentarnos, Cristina y Nuria se miran como si hablasen con las miradas.
-Tenemos algo que contarte.
-¿El qué?
-Federicco sigue con Rebeca - dice Cristina.
-¿Y qué?
Nuria inspira y habla.
-Ernesto, el profesor de tecnología. Resulta que el otro día tuvo que entregarle un papel o informe - mira hacia la ventana. - Pero yo creo que no era un informe, supongo que no era verdad. Desde el principio Ernesto lo sospechaba...
-Ve al grano - interrumpo.
-Cuando se lo fue a dar escuchó a Federicco discutiendo con Rebeca, y el tema de discusión eras tú - resumió Cristina.
-¿Yo? ¿Y eso?- pregunto realmente extrañada.
-Por lo que escuchó resulta que ella le decía a él que seguía enamorado de ti.
-¿Pero lo estuvo?- suspiro. - No entiendo nada ¿Cómo os enterasteis?
-Por lo que escuchó Ernesto, decía que él había sentido una fuerte atracción por ti pero cuando volvió Rebeca, simplemente se fue.
-Nunca le gusté...-murmuro mirando la madera de la mesa.
-El caso es que Ernesto se lo temía y el otro día fui a buscar a mi hermana y me lo encontré. Al principio no sabía si confiar en mí o no, pero cuando sabía por el camino que iba le dije que sabía todo y me lo contó - concluye Cristina.
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Quiéreme, profesor.
RomantizmAmbos creían que el amor era pura especulación, o incluso algo que se llegaba a sentir si tenías suerte de encontrar a la persona indicada. Profesor y alumna estarán sumergidos en una historia de amor, llena de pasión y sobre todo momentos dolorosos...