Capítulo 1

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Sasuke no sabía que era lo que ocurría en esos momentos, todo para él era como un sueño o una ilusión, porque aquello que escuchaba y lo poco que veía era algo que jamás había presenciado antes.

Retazos de pequeños recuerdos lo rodearon, entrando desordenados a su mente. El color verde predominaba y las hojas se desprendían de las ramas de los árboles... trayéndole el hecho en que se encontraba en medio del bosque.

La imagen de una chica que debía tener su edad, se repetía una y otra vez en su cabeza, ya sea traspasándole su chakra, limpiando la sangre seca, o... ¿Qué diablos...? Posando sus labios sobre su herida, absorbiendo el veneno que había debilitado su cuerpo.

No, de seguro es un sueño, se dijo.

Entre abrió los párpados despacio, visualizando entre sus largas pestañas heredadas de su madre, el cielo.

Ahí en ese lugar, bajo un claro atardecer dorado, podía jurar que escuchaba el canto de los mismísimos ángeles. Quizás sí había muerto después de todo, fue uno de los pensamientos del chico que miraba hacia arriba, al cielo de aquellos majestuosos colores que no había apreciado desde hace ya bastante tiempo.

La brisa del aire otoñal, tan fresco —algo que siempre había gustado al Uchiha— chocaba con sus cabellos negros, mientras a lo lejos podía escuchar una suave melodía. Una melodía que jamás había escuchado. Aquella voz era suave, aterciopelada y la sensación de tranquilidad que le transmitía era lo que le hacía pensar que quizás la muerte no era tan mala después de todo.

Manteniéndose en un cómodo y tranquilo silencio, Sasuke cerró nuevamente los ojos, extendiendo sus brazos sobre el pasto verde en el que se encontraba tumbado, intentando seguir disfrutando de aquella bonita tonada y aquellos últimos rayos de sol del día sobre su cuerpo.

Pero entonces, esa suave melodía se fue acercando cada vez más hacia él, lo que hizo que frunciera el ceño sintiendo a los pocos segundos como algo húmedo era colocado con delicadeza sobre su frente.

Inmediatamente, el Uchiha abrió sus ojos topándose con una joven de cabellos negros como la noche. La miró estupefacto y con un movimiento rápido, logró sentarse en el pasto —causando que el pedazo de tela húmeda resbalara de su frente— al mismo tiempo que un pinchazo de dolor le recorría todo el cuerpo, haciéndo llevar sus manos a su abdomen ahora vendado.

¿No fue un sueño? ¿Ella de verdad...?

Negó para sí, nadie sacrificaría su vida por un extraño.

—Qué bueno que esté bien. —escuchó decir a la chica, obligándolo a regresar su mirada a la de ella.

Su voz era suave como la brisa del viento, casi no le sonaba tediosa. Casi. Sus ojos eran igual de profundos que los suyos, y tan negros como el carbón. Una pregunta cruzó por su cabeza al notar el lejano parecido que ambos tenían. ¿Podría ser ella miembro de su clan extinto?

—Tu eres... —intentó decir, pero se calló sintiendo otro pinchazo de dolor.

No tenía sentido gastar saliva o energías, su pensamiento había sido una tontería.

Estaba solo, él e Itachi eran los únicos. Y pronto, eso se acabaría, pronto solo sería Sasuke Uchiha, el último sobreviviente de ese afamado clan. Eso, su inminente soledad no debía olvidarlo jamás.

—El veneno era muy fuerte, así que le sugiero que no se mueva. —indicó la joven a la vez que interrumpía su hilo nostálgico y colocaba una mano sobre su hombro.

Sasuke frunció el ceño ante el gesto, y de nuevo volvió a mirarla... esperando que ella quitara su agarre. Pero no lo hizo.

—Debe ser usted un ninja muy fuerte —murmuró con una ligera sonrisa— Otro habría muerto deprisa.

Kimi ga suki | Tú me gustasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora