Capítulo 10.

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—Sasuke —Escuchó que volvían a llamar, y después de uno segundos, Yumi alzó el rostro hacia donde todos esos extraños miraban, encontrando al nombrado sano y salvo. Rápido y manteniéndose en silencio, se ocultó detrás de un muro de piedra que por suerte, aún no se caía.

Ella no era cobarde, era lista, y al no conocer a esas personas ni saber sus habilidades, era mejor ocultarse mientras los analizaba y estar preparada por si algo llegaba a pasar.

—Vaya, Naruto. ¿También viniste? —Preguntó Sasuke desde el lugar donde se encontraba de pie, mirando largo y tendido a los intrusos con el mismo rostro indiferente de siempre—. Asumo que Kakashi está aquí.

El otro hombre castaño que también estaba entre los escombros —metros delante de donde Yumi se encontraba— avanzó por el camino de piedra con la barbilla levantada y los ojos puestos en el azabache, quien le devolvía el gesto, desafiante.

—Desgraciadamente Kakashi-senpai no pudo venir. Yo vine a sustituirlo —Le informó—. El equipo Kakashi ha acudido a escoltarte hacia Konoha —Declaró.

Al oír eso, Yumi se sorprendió. ¿Ellos querían escoltarlo a la Aldea de la Hoja? ¿Por qué querían hacer eso? ¿Acaso Sasuke había hecho algo lo suficientemente malo para que tengan que enviar a esos ninjas por él? Quizás el Uchiha no era como ella pensaba. Quizás había cometido un crimen y por eso estaba con Orochimaru. Quizás se equivocaba al confiar en él. Ahora que lo pensaba, y repasando todas esas preguntas en su cabeza, tenía algo de sentido; así es cómo la chiquilla comenzó a invertirse varias situaciones y en todas, Sasuke era el villano.

Nuevamente una pregunta volvía a hacer eco en su cabeza: ¿Quién era realmente Sasuke Uchiha?

—¡Sai, no te atrevas a hacerlo! —Gritó la chica de cabello rosa, causando que dejara de lado sus cavilaciones y se preocupara por su compañero a pesar de todo.

Con cautela, apoyó sus manos sobre la piedra y asomó su cabeza para ver qué intentaban, examinando los puntos por los cuales podría atacar sin que lo notaran, preparándose y sacando un kunai si su ayuda era requerida.

—¿Ese chico es mi sustituto? Creí que con un mediocre bastaba —Soltó el azabache, mirando sin demasiada importancia al chico pálido que alzaba en ese momento su tanto a su dirección—. Él me dijo algo de proteger un vínculo entre Naruto y yo —Musitó, recordando cada una de sus absurdas palabras.

—Sai, creía que tu misión era asesinarlo —Balbuceó confundida Sakura al descubrir que las intenciones verdaderas del nuevo miembro del equipo siete no eran las que ella temía.

Fue entonces que la atención de todos los allí presentes pasaron al aludido, quien indiferente dio un paso y habló claro:

—Y es cierto. Tenía una misión clasificada para encontrar y eliminar a Sasuke —Respondió—, pero estaba siguiente órdenes. A partir de ahora pensaré por mí mismo —Aseguró más para sí—. Naruto, creo que tú puedes ayudarme a recordar y traer de vuelta los sentimientos que creía haber perdido. Todo lo que alguna vez fue importante.

La chica poseedora del Nisshokugan no comprendía del todo el asunto allí presentado. ¿De qué hablaban? ¿Por qué arriesgar sus vidas metiéndose en el hogar de la serpiente? Inconscientemente, salió un poco más de su escondite, pues ya no solo deseaba servir de refuerzos, sino también sentía que era su oportunidad para saber sobre Sasuke y su vida. Por lo que llevaban hablando, deducía que además de compañeros, esos tres (sin contar a Sai y al mayor) habían sido buenos amigos. No obstante, nunca imaginó que lo fueran tanto, a un punto tal de hacer tantos sacrificios por una sola persona.

Kimi ga suki | Tú me gustasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora