Capítulo 2

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Kabuto no hubiera creído la imagen que tenía a unos metros frente a él de no usar anteojos.

Sasuke, el chico indiferente que alguna vez conoció en los exámen chunnin, cargaba a una jovencita que fácilmente podía deducirse que estaba enferma por su palidez y el sudor que perlaba su frente. Jamás la había visto, pero tenía una ligera semejanza con el Uchiha.

-Kabuto -llamó el azabache una vez dejó a la muchacha en la camilla muchas veces usada para toda clase de experimentos- Cúrala.

El tono calmado que usó no fue suficiente como para cubrir la preocupación que empezaba a extenderse por sus facciones. Y la culpa. Yumi lo había salvado, lo había ayudado en cierta forma a continuar con su camino de venganza; poniendo en peligro su vida.

El azabache miró una última vez hacia la habitación que poco a poco se iba a alejando conforme avanzaba, mientras se preguntaba ¿Quién era Yumi y por qué arriesgó su vida por él? ¿Era acaso una experta en venenos? Quizá no intentaba matarse como por un momento pensó, sino que no midió sus acciones y terminó de ese modo. La que fuera la respuesta, se moría por averiguarla. Hace mucho que la curiosidad no había tocado su puerta, y ahora que lo hacía, venía con fuerza.

Yumi debía vivir.

***

Extraerle el veneno fue más sencillo de lo que pensó gracias al ritmo cardíaco que no flaqueó en ningún momento. Su chakra había ido fortaleciéndose durante todo el procedimiento, sorprendiendo al peli blanco en exceso. No cualquier persona hubiera sobrevivido a tal ponzoña. A decir verdad, solo un ninja dotado con una gran cantidad de chakra además de la habilidad para el control y reserva de este, tenía oportunidad para hacerlo.

-¿Qué es eso tan importante que tenías que decirme, Kabuto? -susurró una voz parecida al sisear de las serpientes. Su maestro y al único que servía y debía lealtad. Orochimaru.

El hombre de piel nívea y apariencia delicada lo miró a la espera de una historia que Kabuto no tardó en narrar.

-¿Así que Sasuke-kun la trajo, eh? Debe ser alguien especial.

-¿Usted lo cree?

El hombre serpiente se relamió los labios con su larga lengua y sonrió ante el presentimiento que lo había invadido apenas Kabuto mencionó lo del chakra de la muchacha.

-Se dice que cerca de estas montañas habitaba un clan legendario, tan antiguo como los Senju y poderosos como los Uchiha -comenzó mirando curioso a Yumi- Hijos directos del hermano del Sabio de los Seis Caminos y los únicos que decidieron permanecer en la Tierra. Quizá hayas oído su mención... como quizá no, pues fueron dados por extintos hace mucho, en el tiempo de las grandes guerras a las que siempre se negaron a formar parte. El clan Hikari siempre fue pacifista y neutral. Jamás tomaba lados o establecía alianzas que podían meterlos en guerras no deseadas, y debido a eso terminaron siendo cazados. Los otros clanes vivían desconfiados de esa gente que vivía apartada y que eran lo suficientemente poderosos como para no armar alianzas o formar parte de aldeas. Es así, que se decidió exterminar a uno de los clanes más respetados y pacifistas... La mayoría murió, y los que quedaron se dispersaron en grupos o en parejas, cambiaron sus apellidos y muchos murieron solos, sin tener descendencia por miedo a que sus hijos fueran perseguidos.

»También se sabe que eran marcados de pequeños, lo que en un principio era cuestión de orgullo, tras la caza se convirtió en un signo de reconocimiento entre ellos. Según lo que una vez leí, los Hikari tenían una apariencia semejante a los Uchiha, puesto que muchos de ellos se emparejaron con los poseedores del Sharingan en tiempos antiguos, incluso se dice que tuvieron entre sus líderes a dos Uchihas y a tres descendientes de la mezcla de ambos clanes... Me pregunto si esta chica será una de ellos...

Kimi ga suki | Tú me gustasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora