Evan
Voy caminando por la calle oscura que me lleva a casa, el frio de octubre se impregna por mi sudadera provocándome un escalofrió.
Unos hombres corpulentos me observan como si trataran de identificarme con alguien, los fulmino con la mirada y ellos me responden.
Tarados no les tengo miedo.
Ellos se acercan hacia donde estoy y abren la boca para decirme algo pero sigo caminando.
̅ Hey tú el de la sudadera negra, ¿eres tu quien mato al potro?
̅ No lo sé pregúntale al cadáver imbécil.
̅ Hijo de puta, todos a él.- El hombre corpulento y otros 2 hombres se abalanzan contra mí y me llevan a un callejón oscuro, me azotan contra la pared.
̅ No debiste meterte en donde no te llamaban mocoso.
̅ Él se lo busco trato de abusar de una niñita, eso es asqueroso.
̅ Y eso a ti no te importaba pero... de seguro era tu noviecita verdad, creo que alguien visitara a la niñita hoy.- Suelto una sonora carcajada.
̅ Yo que tú no me atrevería.- Me toma del cuello de la sudadera y me estrecha más contra la pared y yo no hago nada para detenerlo.
Imbéciles los hago enojar a mi antojo
̅ ¿Por qué según tu no me atrevería?
̅ Por qué no sabes quién soy yo
̅ Uy como la ven compadres aquí el mocoso nos está amenazando.- Todos ríen.
̅ Esto se está poniendo aburrido ya suéltenme y déjenme ir.- Lo digo con aparente tranquilidad.
̅ No me retes niñito o te puede ir muy mal, pero creo que tienes mucha razón es muy aburrido estar aquí hablando contigo, seria mas divertido estar con la niñita desprendiéndole de la ropa y dejando su pequeñito cuerpo desnudo para todos nosotros, ¿no crees?.- No sé por qué eso me hizo rabiar demasiado.
Pervertidos, eso solo lo puedo hacer yo con la niñita.
̅ No te atrevas a tocar a Maia.- Su mirada dejo de ser ruda para ser burlesca y retadora.
̅ Eso debiste pensarlo antes de jugar al asesino con el potro, será muy divertido jugar con la pequeña y que cada uno de nosotros le meta la polla.- Relame sus labios al mencionar lo ultimo y mi rabia aumento a un nivel que no me lo esperaba.
Ella es mía y nadie más la debe de tocar más que yo... solo yo
̅ ¡Maia es mía!- Le doy una patada en los bajos para apartarlo de mí y con mi brazo derecho le doy un puñetazo en la mandíbula que cae al piso, uno de sus amigos se abalanza sobre mí y me golpea en la mandíbula haciéndome escupir un poco de sangre, saco mi navaja y se la entierro en el estómago. El ultimo que quedaba ileso trata de darme una patada pero soy más ágil que él y le encajo la navaja en la pierna quedando tirado. El hombre corpulento que me amenazo viene cual fiera sobre mí y logra tirarme pero alcanzo a posicionarme sobre el a horcajadas y comienzo a apuñalarlo muchas veces en el pecho, su sangre salpica mi rostro y lo disfruto mucho.
La sangre es mi pasión y disfrutarla es mi poder.
Los hombres quedan estupefactos al ver que disfruto y sonrío al matar a su amigo, su mirada llena de terror me excita y demasiado.
Al que le encaje la navaja en la pierna se iba arrastrando para huir pero le apuñale la otra pierna y un grito sonoro se escuchó en todo el lugar, me canse de esta situación y lo tome de su cabello dándome total acceso a su cuello y le encaje la navaja en su cuello profundamente muriendo al instante. El último sobreviviente me miraba con suplica pero yo les advertí que me dejaran en paz.
ESTÁS LEYENDO
Dulce Sabor a Muerte © Libro I y II
General FictionSin darme cuenta ella tomo su cuchillo y me hace una gran herida placentera en mi pecho para saborear el dulce elixir que anuncia la muerte. Nos seducimos a miradas, succionamos este amor y deseo carnal que nos invade todo nuestro cuerpo, junto a un...