Capitulo 13 : Mataria por ti

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Evan

Voy caminando por la calle oscura que me lleva a casa, el frio de octubre se impregna por mi sudadera provocándome un escalofrió.

Unos hombres corpulentos me observan como si trataran de identificarme con alguien, los fulmino con la mirada y ellos me responden.

Tarados no les tengo miedo.

Ellos se acercan hacia donde estoy y abren la boca para decirme algo pero sigo caminando.

̅ Hey tú el de la sudadera negra, ¿eres tu quien mato al potro?

̅ No lo sé pregúntale al cadáver imbécil.

̅ Hijo de puta, todos a él.- El hombre corpulento y otros 2 hombres se abalanzan contra mí y me llevan a un callejón oscuro, me azotan contra la pared.

̅ No debiste meterte en donde no te llamaban mocoso.

̅ Él se lo busco trato de abusar de una niñita, eso es asqueroso.

̅ Y eso a ti no te importaba pero... de seguro era tu noviecita verdad, creo que alguien visitara a la niñita hoy.- Suelto una sonora carcajada.

̅ Yo que tú no me atrevería.- Me toma del cuello de la sudadera y me estrecha más contra la pared y yo no hago nada para detenerlo.

Imbéciles los hago enojar a mi antojo

̅ ¿Por qué según tu no me atrevería?

̅ Por qué no sabes quién soy yo

̅ Uy como la ven compadres aquí el mocoso nos está amenazando.- Todos ríen.

̅ Esto se está poniendo aburrido ya suéltenme y déjenme ir.- Lo digo con aparente tranquilidad.

̅ No me retes niñito o te puede ir muy mal, pero creo que tienes mucha razón es muy aburrido estar aquí hablando contigo, seria mas divertido estar con la niñita desprendiéndole de la ropa y dejando su pequeñito cuerpo desnudo para todos nosotros, ¿no crees?.- No sé por qué eso me hizo rabiar demasiado.

Pervertidos, eso solo lo puedo hacer yo con la niñita.

̅ No te atrevas a tocar a Maia.- Su mirada dejo de ser ruda para ser burlesca y retadora.

̅ Eso debiste pensarlo antes de jugar al asesino con el potro, será muy divertido jugar con la pequeña y que cada uno de nosotros le meta la polla.- Relame sus labios al mencionar lo ultimo y mi rabia aumento a un nivel que no me lo esperaba.

Ella es mía y nadie más la debe de tocar más que yo... solo yo

̅ ¡Maia es mía!- Le doy una patada en los bajos para apartarlo de mí y con mi brazo derecho le doy un puñetazo en la mandíbula que cae al piso, uno de sus amigos se abalanza sobre mí y me golpea en la mandíbula haciéndome escupir un poco de sangre, saco mi navaja y se la entierro en el estómago. El ultimo que quedaba ileso trata de darme una patada pero soy más ágil que él y le encajo la navaja en la pierna quedando tirado. El hombre corpulento que me amenazo viene cual fiera sobre mí y logra tirarme pero alcanzo a posicionarme sobre el a horcajadas y comienzo a apuñalarlo muchas veces en el pecho, su sangre salpica mi rostro y lo disfruto mucho.

La sangre es mi pasión y disfrutarla es mi poder.

Los hombres quedan estupefactos al ver que disfruto y sonrío al matar a su amigo, su mirada llena de terror me excita y demasiado.

Al que le encaje la navaja en la pierna se iba arrastrando para huir pero le apuñale la otra pierna y un grito sonoro se escuchó en todo el lugar, me canse de esta situación y lo tome de su cabello dándome total acceso a su cuello y le encaje la navaja en su cuello profundamente muriendo al instante. El último sobreviviente me miraba con suplica pero yo les advertí que me dejaran en paz.

Dulce Sabor a Muerte © Libro I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora