Capitulo 18: Quedarme contigo

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Maia

y veo por debajo de las sabanas

Estoy desnuda y me duele la espalda.

Veo a mi derecha y ahí esta Evan desnudo y durmiendo.

Se ve hermoso

Perdí mi virginidad, eso no me hace ser una mujer completa pero ya experimente algo nuevo en mi vida, me siento poderosa.

Tal vez para Evan es solo una noche más, pero para mí es una metamorfosis un cambio verdadero en mi vida y lo mejor es que fue con él, lo he deseado desde que lo conozco y no me arrepiento de nada.

Sentía que era el momento, él no se comporta así a diario y lo mejor de todo es que me gusto.

Tal vez sea una pervertida pero lo que más me gusto fueron las increíbles envestidas que me daba, sus besos son lo mejor de todo.

En ese momento tan maravilloso que es la intimidad y que rozamos piel con piel es donde disfruto más a Evan ahí no existe su oscuro pasado, ahí es solo perversión, sentimientos y sadismo.

Soy toda una masoquista, mi parte favorita fue cuando dreno mi sangre como si no hubiese mañana.

Lo sentí a él, su piel sus besos, sus caricias su mirada en la mía ahí solo estaba yo para el, yo era la única que lo tenía cerca de mí.

Nos dimos placer mutuamente, al estar arriba de él me sentía dominante yo le daba placer y él lo disfrutaba, sin duda alguna fue la experiencia más pervertida y excitante de toda mi vida.

Quiero repetirlo...

Quiero volver a sentirlo entre mis brazos...

Esta sensación es adictamente excitante...

Toco con mi dedo índice mis labios al recordar lo vivido la noche anterior sin dejar de ver a Evan.

Evan se despierta al sentirse observado y me da una dulce y cálida sonrisa.

¾ Buenos días bello durmiente

¾ Buenos días bella ninfómana, ¿creí que eras virgen?

¾ Lo soy... bueno lo era.- Me sonrojo ante eso último.

¾ Lo mejor de todo es que yo te arrebate tu virginidad, te quite tu pureza.- Sonríe como si estuviera disfrutando cada palabra.

¾ Algo más que quieras presumir

¾ Eres buena en la cama, pero necesitas entrenamiento.

¾ Entonces entréname.

¾ ¿Quieres volver a hacerlo conmigo?

¾ Con quien más lo haría si soy tuya.- Sonríe ante lo último, me toma fuerte del cabello y me acerca a él.

¾ Solo mía por siempre Maia, no lo olvides porque si lo haces yo mismo me encargare de recordártelo.

¾ Pero solo si me lo recuerdas de la manera en que me gusta.- Sonríe ante mi aceptación de ser solo suya.

Me besa con posesión así solo como él sabe hacerlo y yo cedo ante su deseo carnal, me dejo llevar en sus brazos, me siento como una sumisa pero en este momento no me importa solo quiero sentir sus besos y su excitante pero doloroso sadismo.

Dulce Sabor a Muerte © Libro I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora