Capitulo 17: Eclipse de Luna Parte 2

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ESCUCHEN EL AUDIO ES "ECLIPSE DE LUNA"

Evan

Terminan las clases y todos salemos, comienza a llover fuertemente.

Amo demasiado los días lluviosos.

Tomo mi moto y arranco sin esperarme a nada rumbo a mi casa.

Llego empapado y me quito la camiseta y pantalones.

¾ Mama ...

No están aún no llegan de su viaje, la razón de que mi madre nunca esta es porque Manuel se la lleva con él a todos los viajes que debe hacer y como ya no soy un bebe me dejan a cargo la casa, siempre amo estar solo pero a veces si la extraño creo que es a la única persona que amo en toda esta porquería de vida que llevo.

Veo por la ventana la lluvia y me inspiro para tocar el piano y tratar de calmar esta nostalgia.

Trato de terminar la sonata "Eclipse de Luna" pero no lo consigo.

Mi frustración crece cada vez más, no logro concentrarme, no logro que una maldita nota salga bien, no sé qué es lo que me falta.

Me siento vacío y solo, muchas veces mi tristeza la lograba plasmar en el piano pero hoy no puedo...

Necesito algo... necesito a alguien.

Maia...

Tomo mi celular y marco su número, no me responde de seguro esta con su noviecito bonito.

Intento dos veces más pero no contesta.

Diablos maldita seas Maia.

Intento una vez más y contesta.

¾ Hola

¾ Hola Maia, soy Evan

¾ Si, ¿Qué pasa?

¾ ¿Debería pasar algo?

¾ Pues sí, tú nunca me llamas ¿necesitas algo?

¾ Si... ¿estás muy ocupada?

¾ No solo estoy en casa de Mac ¿Qué necesitas?

¾ Te necesito a ti.- Un silencio aparece en la llamada de parte de ella.

¾ M-Me necesitas ...

¾ Si Maia, necesito que vengas a mi casa por favor.- Le digo con la voz algo quebrada.

¾ Voy para allá en un segundo

¾ Date prisa pequeña

¾ Si, si ya voy adiós.

Me deslizo por la pared y caigo sentado, me abrazo a mí mismo y comienzo a llorar, sé que eso me hace débil pero al fin encontré mi destrucción.

Es Maia...

La tormenta aumenta y ya pasaron bastantes minutos desde que le llame a la niñita, no vendrá.

Me siento tan solo, tan vacío me siento un nada como si todos tuvieran sus vidas echas y son felices mientras yo estoy muriendo lentamente, mi alma y mi corazón ¿dónde están?, ellos fueron lo que murieron primero que yo.

La lluvia cada vez es más ruidosa es como si aumentara a la par de mi sufrimiento, maldigo por estar vivo y estar sin ninguna enfermedad mortal.

Quisiera morir en este instante, estoy en un mundo lleno de oscuridad, de frialdad y sadismo no quiero estar solo en este mundo y si Maia es mi debilidad quiero hundirla conmigo lentamente.

Dulce Sabor a Muerte © Libro I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora