Capitulo 19: Matare todas

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Maia

Me despierto y volteo para ver el hermoso rostro de Evan pero no está.

Me levanto algo decepcionada y me miro al espejo.

Veo a una Maia diferente, puede sonar tonto pero mis ojos son más azules y mi piel se torna más pálida, como la de Evan.

Con mi mano toco mi cuello y mis senos, muerdo mi labio inferior al recordar todas las sensaciones que me produce con su tacto y sus besos ese chico amante del líquido color carmesí.

Pienso en lo que me dijo Evan que no todo el tiempo va estar conmigo para defenderme y tiene razón.

Ya me canse de ser siempre la Maia tonta y sumisa de todos, quiero aprender a defenderme no quiero depender de Evan por siempre.

Recuerdo como el hombre corpulento amenazaba con violarme y el estómago se me revuelve.

Quiero luchar como Evan...

"primero debes de cambiar tu vestimenta pareces una teta..."

Es muy cierto, todo mi guardarropa es aburrido excepto por los vestidos que me compra mi mama que nunca uso solamente cuando es una ocasión importante.

Quiero vestirme diferente.

Busco en mi armario y no hay nada, solo blusas de panda moradas vestidos de niña, pantalones que ya ni uso etc.

Sigo buscando y encuentro un pantalón de cuero que use para un disfraz de rockera en el año anterior.

¿A un me quedara?

Busco con que acompañarlo pero no encuentro nada, decido buscar en el armario de mama pero solo encuentro ropa de anciana, vestidos elegantes y zapatillas.

¿Y si intento usar sudadera como Evan?

Busco en el armario de papa y encuentro una sudadera como la de Evan solo que en color gris.

Veo que zapatos le combinarían pero la mayoría de mis zapatos son cerrados y sin tacón. Encuentro unas botas militares que me llegan a media pantorrilla.

Entro rápidamente a la ducha y salgo para cambiarme rápido ya que he perdido mucho tiempo en elegir que ponerme.

Al estar lista me veo al espejo y no luzco nada mal.

Mi cabello esta esponjado y despeinado como siempre pero se ve algo sexy ya que es ondulado como si me hubiese echo trenzas al dormir, los pantalones ajustados se pegan a mis caderas al máximo pero hace que se note el volumen de mi trasero lo cual no es mucho pero es muy visible, la sudadera me hace ver un poco mala pero interesante como Evan solo hace falta el toque final.

Me coloco labial rojo carmesí en mis labios haciendo verlos sexys pero mi rostro se ve más pálido aun.

Listo la Maia nueva va en camino, adiós a la niñita indefensa.

Tomo mi mochila y salgo de casa, en el camino siento las miradas de los chicos que van en sus patinetas camino a la escuela.

Al llegar me siento aún más observada esta vez es por chicas y chicos, eso me hace sentir muy incómoda pero trato de no mostrarlo.

Entro al salón de clases y veo a Evan sentado hasta lo último con sus auriculares y su cabeza tocando el pupitre.

¾ Hola Evan.- Evan levanta su cabeza y abre los ojos como platos, siento un hormigueo de pies a cabeza cuando sus intensos ojos grises me recorrer de abajo hacia arriba y una pícara sonrisa se forma en su perfecto rostro terminando por morderse su labio inferior con picardía.

Dulce Sabor a Muerte © Libro I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora