Maia
Entro el nuevo año nuevo y las fiestas decembrinas terminaron, todo volvió a la normalidad, la gente volvió a sus costumbres habituales, terminaron las vacaciones y todos regresamos a las clases normales.
Evan y yo hemos pasado mucho tiempo juntos lo cual no me molesta pero me inquieta un poco pensar que estará tramando contra ya que es un ser muy inestable.
Me gustaría pensar que le encanta pasar tiempo conmigo y que tal vez se esté enamorando de mí como yo lo estoy de él.
Pero no, la triste verdad es que Evan Black es mi imposible, el solo me ve como una chica pequeña que por alguna razón es su debilidad y debe proteger de todo mal, pero la verdad es que odio eso, odio la manera en la que me mira.
Un ser fácil de roer al cual tiene que proteger...
Tal vez si le demostrara que no me tiene que proteger, que soy capaz y autosuficiente para defenderme, si le demuestro que no lo necesito tal vez me mire diferente, con otros ojos.
El problema es que Evan no tiene sentimientos y los únicos que tenían era hacia su madre y ya no está, desde que su madre murió esta más serio es más seco y frio de lo normal, tengo miedo que eso llegue a lastimarme a mí.
El me inspira protección, pero también me da mucho temor e inseguridad, temo que al declararle lo que siento por él lo tome muy a mal y se aleje de mí, prefiero tenerlo cerca y que me haga todo el daño que quiera a tenerlo lejos y hacerme ese daño propio.
Eres una masoquista Maia...
Estamos caminando rumbo al bosque, ya que él me invito a que siguiera ejercitándome junto a él y me gusta hacerlo, se ve demasiado sexy cuando lo hace.
Ahora entrena más duro y creo que se está poniendo mejor, sus músculos son más definidos, es mucho más fuerte y creo que hasta incremento su altura.
Es simplemente intimidante...
Y más con esos ojos grises que solo el posee, estoy caminando de lado de él y se ve hermoso con su sudadera negra y sus pantalón de ejercicio del mismo color que hace que su piel blanca se vea más pálida.
Su mirada pérdida viendo a la nada lo hace ver interesante, dan unas ganas tremendas de saber que piensa, su cabello negro que le cae en cascadas en su rostro está más largo y muy bello.
Va con sus manos en los bolsillos cubriéndolas del tremendo frio que hace en esta temporada, no sé si sea solo porque estoy enamorada del pero en realidad es perfecto.
Quiera saber qué es lo que piensa de mi realmente, ¿Acaso nada de lo que he hecho por él le ha provocado sentir algo?, la duda me está matando terriblemente.
Llegamos a lo profundo del bosque donde a él le gusta, comenzamos a calentar para después correr por toda la pista, él se quita la sudadera y queda con su torso al desnudo no le importa el clima que haga la muestra su musculoso abdomen lleno de cicatrices.
Esas cicatrices que solo a mí me enamoran...
Terminamos de correr y nos sentamos a beber un poco de agua y a respirar tranquilamente, hemos estado en silencio desde que llegamos porque a él no le gusta hablar mientras se ejercita y yo respeto eso.
- Evan y ¿Cómo te has sentido?- Digo rompiendo el silencio.
- Bien los amigos de Manuel ya lograron que en cuanto cumpla los 18 me entregaran todos sus bienes, pero quieren que en cuanto termine mis estudios que trabaje en su empresa como él lo hacía.
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Dulce Sabor a Muerte © Libro I y II
General FictionSin darme cuenta ella tomo su cuchillo y me hace una gran herida placentera en mi pecho para saborear el dulce elixir que anuncia la muerte. Nos seducimos a miradas, succionamos este amor y deseo carnal que nos invade todo nuestro cuerpo, junto a un...